Ashcroft defiende en el Senado sus m¨¦todos antiterroristas
Para John Ashcroft, fiscal general de EEUU, s¨®lo quienes desconocen la situaci¨®n y los hechos pueden criticar el comportamiento judicial del Gobierno de EEUU, sometido ayer a la lupa del Senado por medidas tan pol¨¦micas como la creaci¨®n de tribunales militares o la aprobaci¨®n de leyes antiterroristas tan duras como controvertidas. Ashcroft lleg¨® a sacar de su malet¨ªn un libro que, seg¨²n dijo, era un manual de terrorismo de Al Qaeda: 'Estamos en guerra y tenemos que defender a nuestros ciudadanos', asegur¨® el pol¨ªtico ultraconservador.
El fiscal general utiliz¨® un argumento rebuscado para defender su estrategia contra el terrorismo: quienes critican la dureza de las medidas judiciales que ha impulsado cambiar¨ªan de opini¨®n si supieran lo que ¨¦l sabe: 'Mi jornada comienza cada d¨ªa con un informe que contiene las amenazas a este pa¨ªs y demuestra la maldad que existe en el mundo. Es una cr¨®nica diaria aterradora del odio que sienten algunos fan¨¢ticos hacia los estadounidenses. Quieren acabar con la libertad, corromper la educaci¨®n y matar estadounidenses donde puedan y en cuanto puedan'.
Libertades individuales
Sentada esta premisa, comenz¨® la defensa de sus t¨¢cticas: 'Cada acci¨®n del Departamento de Justicia est¨¢ dise?ada para que afecte s¨®lo a un grupo min¨²sculo de individuos: los terroristas'. Varios senadores dem¨®cratas, en l¨ªnea con las organizaciones de defensa de los derechos civiles, son de otra opini¨®n: consideran que la estrategia de Ashcroft reduce las libertades individuales de la mayor¨ªa de los ciudadanos.
Ashcroft reconoci¨® que el pa¨ªs 'no ten¨ªa la protecci¨®n necesaria' que requer¨ªa antes del 11 de septiembre. 'Por eso no podemos actuar como si no hiciera falta cambiar nada', concluy¨®.
Tuvo el fiscal respuestas para todo y para todos. Se le pregunt¨® por John Walker, el estadounidense capturado entre las filas talibanes: 'La Historia no es amable con aquellos que han abandonado su pa¨ªs para luchar contra su pa¨ªs', dijo Ashcroft.
Tambi¨¦n justific¨® las leyes que le permiten escuchar las conversaciones entre los detenidos y sus abogados. Y, bajo la presi¨®n de algunas preguntas, asegur¨® que en todos los casos se comunica al detenido y al abogado que su conversaci¨®n est¨¢ siendo grabada.
Finalmente, las cifras: hay 110 personas acusadas de delitos federales y otros 563 detenidos por violaci¨®n de las leyes sobre inmigraci¨®n. Al mismo tiempo, se han investigado 250 incidentes de acciones violentas contra ¨¢rabes o musulmanes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.