Lo que esconde Berlusconi
Desde que lleg¨® al poder, en junio pasado, 'Il Cavaliere' ha aprobado numerosas leyes aplicables a su situaci¨®n judicial que quedar¨ªan en papel mojado si prosperase la 'euroorden'
No es casual que entre los principales colaboradores del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, figuren varios abogados que le han defendido en alg¨²n momento de su azarosa vida empresarial. Es el caso de Carlo Taormina, hasta hace unos d¨ªas subsecretario del Interior, obligado a dimitir por excesos verbales contra los magistrados de Mil¨¢n, o el del presidente de la Comisi¨®n de Justicia de la C¨¢mara de Diputados, Gaetano Pecorella. Otro viejo amigo de procesos e intrigas judiciales, Cesare Previti, ha visto reducido su papel al de diputado, porque en estos momentos tiene un proceso abierto en los tribunales, pero sigue siendo un importante consejero en la sombra.
En m¨¢s de 40 a?os de vida empresarial y pol¨ªtica, Il Cavaliere ha acumulado decenas de acusaciones y procesos, por soborno a los jueces, a la Guardia de Finanzas, por presunta doble contabilidad en su imperio Fininvest y hasta por la compra de un jugador para el Mil¨¢n, su club, con dinero negro. Sin su equipo de abogados nadie sabe cu¨¢l habr¨ªa sido su destino.
El papel de estos asesores privilegiados habr¨¢ sido impagable desde que Berlusconi gobierna Italia, en la misi¨®n legisladora que se ha impuesto el nuevo Ejecutivo. El centroderecha ha aprobado decenas de leyes con una velocidad casi inquietante, en sus primeros cien d¨ªas de gobierno, gracias a la aplastante mayor¨ªa de que goza en las dos C¨¢maras del Parlamento. Algunas de estas medidas han despertado la sospecha de que el nuevo primer ministro se mira excesivamente el ombligo a la hora de legislar.
Nada m¨¢s acomodarse en su despacho de Palazzo Chigi cumpli¨® una de las primeras promesas de la campa?a electoral: suprimir el impuesto de sucesiones. Y a partir de ah¨ª, han ido cayendo en cascada, una tras otra, leyes que han dejado perplejos a muchos juristas por su alcance casi exclusivo sobre la situaci¨®n financiera y judicial del primer ministro.
Por ejemplo, la ley que regular¨¢ el conflicto de intereses del Cavaliere, aprobada ya por el Ejecutivo, parece hecha a la medida de sus intereses. No es que Berlusconi se sintiera especialmente obligado a aprobarla, porque, como ha repetido innumerables veces, 'los italianos me han votado sabiendo qui¨¦n soy'.
Magnate y primer ministro
Finalmente, consciente de que su condici¨®n de primer ministro encajaba mal con la de due?o de las tres principales cadenas privadas de televisi¨®n del pa¨ªs, de la principal casa editorial, y con sus numerosos intereses en bancos, aseguradoras, supermercados y hasta en el f¨²tbol, se ha resignado a afrontar el tema.
La soluci¨®n que ofrece la ley no puede ser m¨¢s satisfactoria para Il Cavaliere, porque no le obliga a vender ninguna de sus posesiones, ni siquiera las deja en manos de un interventor. Simplemente, establece un triunvirato de sabios a los que se encomienda la tarea de controlar que las decisiones del Ejecutivo no favorezcan escandalosamente a ninguna empresa del primer ministro. Los sabios, que no tendr¨¢n poder sancionador, ser¨¢n nombrados por los presidentes de las dos C¨¢maras del Parlamento, los dos estrechos colaboradores del Cavaliere.
Antes de hincarle el diente al conflicto de intereses, el Gobierno Berlusconi aprob¨® una nueva ley que modifica el derecho societario, con tal habilidad que despenaliza casi completamente la falsificaci¨®n contable. 'Hasta ahora esa ley era el mecanismo del que se val¨ªan los jueces para averiguar si las empresas pagaban sobornos', explica Michele Salvati, intelectual de izquierdas, experto en temas econ¨®micos. 'Mientras en Europa, la tendencia es a hacer m¨¢s transparente la gesti¨®n de las empresas, en Italia ocurre lo contrario', a?ade. Pero hay m¨¢s, quiz¨¢s el propio Berlusconi que tiene todav¨ªa un proceso en marcha por un caso de 'doble contabilidad' en su holding Fininvest, se vea directamente beneficiado por la nueva ley.
Acoso fiscal
Tampoco le perjudicar¨¢ la llamada ley del 'escudo fiscal' que consiente el regreso a Italia de los capitales exportados ilegalmente (unos 60 billones de pesetas, seg¨²n c¨¢lculos del Banco de Italia), previo pago de un impuesto del 2,5%. Y los fiscales que le pisan ahora los talones gracias a los documentos bancarios enviados por colegas suizos, en respuesta a las oportunas rogatorias internacionales, se han encontrado tambi¨¦n con nuevas dificultades gracias a la modificaci¨®n introducida en la ley que exige nuevos requisitos a estos documentos.
Conocida por la prensa como la ley de las rogatorias, esta iniciativa, que se aplica con efectos retroactivos, ha levantado una enorme polvareda dentro y fuera de Italia. La oposici¨®n la ha denunciado como un mero subterfugio para permitir la excarcelaci¨®n de mafiosos y contrabandistas, mientras los abogados del ex ministro de Defensa, Cesare Previti, la han invocado ya en el proceso abierto contra este colaborador de Berlusconi por presuntos sobornos a una serie de jueces romanos.
Hace menos de una semana, el Parlamento Europeo critic¨® a Italia por esta misma ley que permitir¨¢ ganar tiempo a los acusados en delitos de blanqueo de dinero y mafia, mientras los magistrados se demoran intentando cumplir con los nuevos requisitos. Escandalizados por la nueva norma, algunos italianos, como el jurista Paolo Sylos Labini o el polit¨®logo Giovanni Sartori, se decidieron a pedir la intervenci¨®n del presidente de la Rep¨²blica, Carlo Azeglio Ciampi, para que no la ratificara. Pero s¨®lo consiguieron irritar un poco m¨¢s al Cavaliere, que defiende la ley de las rogatorias como un paso m¨¢s hacia el restablecimiento de un estado de derecho pleno.
La ley, dice Il Cavaliere, da garant¨ªas a los acusados de que ser¨¢n juzgados con documentos aut¨¦nticos y no con copias que pueden ser falsificadas. Una acusaci¨®n no demasiado velada contra la magistratura de izquierdas, a la que Berlusconi responsabiliza de haber llevado a cabo una verdadera 'guerra civil' en los a?os noventa, (los a?os del esc¨¢ndalo Tangentopoli) que acab¨® con la Democracia Cristiana y el PSI de Bettino Craxi, el principal valedor del actual primer ministro.A los jueces italianos, Il Cavaliere les acaba de prometer una reforma acelerada de la Justicia que separar¨¢ las carreras de juez y fiscal. El fiscal general de Mil¨¢n, Francesco Saverio Borrelli, que condujo la ofensiva contra los pol¨ªticos y empresarios corruptos de Tangentopoli, ha denunciado las intenciones del Ejecutivo de colocar a los fiscales bajo el control del Gobierno. La batalla no ha hecho m¨¢s que comenzar, pero parece evidente que lo que pretende Silvio Berlusconi es cortarle las alas definitivamente a la magistratura rossa (roja).
Aunque, en estos momentos, las preocupaciones del primer ministro italiano no proceden de la magistratura italiana, sino de la espa?ola. La pesadilla del Cavaliere tiene nombre propio. Se llama Baltasar Garz¨®n, juez de la Audiencia Nacional que investiga desde 1996 presuntas irregularidades en la propiedad y en la gesti¨®n de Tele 5, la cadena de televisi¨®n privada en la que el grupo Fininvest posee el 40% del capital. La acusaci¨®n de Garz¨®n se refiere, por un lado, a los a?os iniciales de Tele 5, creada en 1990, cuando las leyes antimonopolio espa?olas prohib¨ªan taxativamente a un grupo extranjero poseer m¨¢s del 25% de la propiedad de una cadena espa?ola.
Documentos en poder del juez espa?ol (reforzados por los datos procedentes de una investigaci¨®n realizada por la firma de auditor¨ªa brit¨¢nica KPGM) vendr¨ªan a se?alar que Fininvest lleg¨® a controlar el 80% de Tele 5. Garz¨®n acusa adem¨¢s a Berlusconi de evasi¨®n de impuestos y existen fundadas sospechas adem¨¢s de que la cadena espa?ola pag¨® sumas millonarias en concepto de compra de programas a una red de sociedades controlada por el grupo Fininvest que provocaron un agujero en las cuentas de Tele 5, con consecuencias nefastas para la emisora.
Hasta ahora, los suplicatorios redactados por Garz¨®n no han tenido respuesta porque el primer ministro italiano tiene garantizada su inmunidad. Pero, ?qu¨¦ pasar¨ªa si prosperase la euroorden de captura que amplia de hecho las competencias de los fiscales nacionales a todo el territorio de la UE? Berlusconi no se quedar¨¢ sentado esperando a que los hechos respondan a esta pregunta. Su fiel equipo de abogados-consejeros no se lo permitir¨ªa.
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