El Ejecutivo de Gonz¨¢lez apoy¨® el desplazamiento que realiz¨® Aznar en 1994

En la primavera de 1994, las relaciones entre Espa?a y Marruecos atravesaban una de sus crisis peri¨®dicas. Rabat hab¨ªa logrado adelantar a 1995 la fecha de expiraci¨®n del acuerdo pesquero con la UE, que hubiera debido concluir un a?o m¨¢s tarde, y anunciaba grandes recortes en la capturas para cuando se renovara. Pero fue el asunto de Ceuta y Melilla el que elev¨® la tensi¨®n. Hassan II reivindic¨® esas plazas mientras Espa?a ultimaba los estatutos de autonom¨ªa de las dos ciudades.

El PP se distingui¨® entonces por la defensa de la espa?olidad de las ciudades en litigio y, un a?o antes, en 1993, por reclamar al Gobierno gestiones a favor del cumplimiento de los derechos humanos en Marruecos. Las reacciones de la prensa marroqu¨ª contra los populares rozaron el insulto.

Con esos precedentes viaj¨® Aznar a Rabat, como l¨ªder de la oposici¨®n, para tratar de enderezar las cosas. Entonces, recibi¨® todo el apoyo del Gobierno. Una semana antes de iniciar su viaje el 22 de marzo, se reuni¨® con el ministro de Exteriores, Javier Solana, que puso a su disposici¨®n informes y documentos internos del Ministerio sobre Marruecos. Aznar habl¨®, adem¨¢s, por tel¨¦fono con Gonz¨¢lez. Concluida su visita, en la que defendi¨® posiciones sobre el S¨¢hara distintas a las del Gobierno, el ministro de la Presidencia, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, la consider¨® satisfactoria y declar¨® que el Ejecutivo apoyar¨ªa cualquier acci¨®n que favoreciera las relaciones con Marruecos.