Eloy juega con mu?ecas
Los escolares de Dos Hermanas asisten a obras de teatro contra los juguetes b¨¦licos y sexistas
Sobre el escenario del Teatro Municipal Juan Rodr¨ªguez Romero de Dos Hermanas, los personajes de Eloy y Raquel, que interpretan a dos ni?os de siete a?os, se encuentran una mu?eca de trapo junto a la basura. A Raquel le parece un poco 'birriosa', pero a Eloy le gusta y quiere qued¨¢rsela. Desde el patio de butacas, repleto de ni?os peque?os, surgen algunos gritos espont¨¢neos: '?mariquita, mariquita!'. Los ni?os, alumnos de primaria, sabedores de que la obra forma parte de una campa?a contra los juguetes b¨¦licos y sexistas, s¨®lo quieren hacer la gracia entre sus compa?eros, pero los profesores se mueren de verg¨¹enza. Al minuto, el patio de butacas ya ha recuperado la calma y los escolares vuelven a meterse en la historia de Eloy y Raquel.
El Ayuntamiento de Dos Hermanas organiza desde 1995 distintas actividades para fomentar los juguetes educativos en detrimento de los b¨¦licos y sexistas. Las actividades se desarrollan todo el a?o, pero la campa?a se potencia a medida que se acerca Navidad, cuando 'a los ni?os empiezan a acosarles con mensajes sobre juguetes de cualquier tipo entre los que tienen que elegir', seg¨²n subraya la concejal de Educaci¨®n, Ana Conde.
Este a?o, el gobierno municipal ha programado dos representaciones teatrales de sendos textos escritos para la ocasi¨®n. Los juguetes de Lalo y Lola, va dirigida a ni?os de infantil y se representa en los propios centros. Para los escolares de primaria, el grupo de dinamizaci¨®n educativa Piratas de Alejandr¨ªa ha dise?ado la obra Un juguete por un sue?o de la que se ofrecen tres sesiones diarias en el teatro municipal desde el pasado lunes y hasta el d¨ªa 14. Al final ser¨¢n 9.000 los escolares que participen en esta iniciativa, para la que el ayuntamiento ha presupuestado siete millones de pesetas.
Antes de acudir a las representaciones los ni?os ya han trabajado el tema en su colegiocon material did¨¢ctico, as¨ª que cuando escuchan las conversaciones de Eloy y Raquel ya saben de qu¨¦ hablan. 'Eloy y Raquel hemos sido todos cuando nos prohibieron ser ni?os y ni?as de mil colores y empezamos a ser celestes y rosas', explica una de las fichas con las que trabajan los escolares.
Sobre el escenario, Eloy quiere quedarse con la mu?eca, pero teme la recci¨®n de su madre cuando le vea jugando con ella; Raquel propone jugar a la comba, pero Pucky, un cerdo de peluche, se niega porque ¨¦ste es, 'desde siempre', un juego de ni?as. Pucky prefiere jugar a metralleta man, que consiste b¨¢sicamente en matar al enemigo.
A la salida, los ni?os saben que lo juguetes tradicionalmente considerados 'del otro sexo' pueden ser igual de divertidos que los suyos, que lo que muestran los anuncios de la televisi¨®n no siempre es verdad y que jugar a la guerra es aburrido 'porque cuando te matan ya te tienes que hacer el muerto y no puedes seguir jugando', como comenta Patricia, de siete a?os.
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