La oposici¨®n bloquea los presupuestos vascos para 2002 con su ausencia del pleno

La tramitaci¨®n de los presupuestos vascos se ha convertido ya en una batalla de desgaste entre Gobierno y oposici¨®n. PP, PSE-EE y seis de los siete diputados de Batasuna no entraron ayer al pleno e impidieron la constituci¨®n de la sesi¨®n para debatir las enmiendas a la totalidad del presupuesto de 2002 presentadas por los tres grupos. PP, PSE-EE y Batasuna contestaban con su plant¨®n a la interpretaci¨®n del Reglamento de la C¨¢mara hecha por su presidente, Juan Mar¨ªa Atutxa, para imponer la votaci¨®n de las enmiendas por separado, lo que beneficiaba al Gobierno. La ausencia de la oposici¨®n impidi¨® el qu¨®rum (la mitad m¨¢s uno de los diputados) y provoc¨® el bloqueo en la tramitaci¨®n de las cuentas. Atutxa volver¨¢ a convocar la sesi¨®n el martes.

Batasuna ofreci¨® su apoyo al lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, para aprobar el presupuesto a cambio de que el Gobierno vasco asumiera una serie de propuestas resumidas en un escrito. Ibarretxe rechaz¨® esta alternativa. Los socialistas tambi¨¦n se mostraron dispuestos a hablar con el PNV pero 'si hay un giro radical de pol¨ªtica'.

La partida est¨¢ en tablas. Ni el Gobierno ni los partidos de la oposici¨®n se movieron ayer un ¨¢pice. Y en sus previsiones de futuro inmediato no se atisba la m¨¢s m¨ªnima flexibilidad. Fuentes del Ejecutivo de Ibarretxe reiteraron ayer que van a cumplir su palabra de no pactar con Batasuna. Pero a cambio exigen que el PP y el PSE hagan lo mismo.

Populares y socialistas tambi¨¦n van a mantener su ausencia del pleno de presupuestos si no se producen cambios, impidiendo as¨ª el tr¨¢mite de las enmiendas a la totalidad, aunque acudir¨¢n con normalidad al resto de los plenos ordinarios.

Si esa situaci¨®n se prolonga a lo largo de la pr¨®xima semana no habr¨¢ ya tiempo material para debatir las cuentas en comisi¨®n, y el Gobierno se ver¨ªa abocado a una pr¨®rroga t¨¦cnica de los presupuestos. El jefe del Ejecutivo de Vitoria, que estudia esa opci¨®n, har¨¢ hoy una declaraci¨®n institucional sobre 'la no asistencia del PP, PSE y Batasuna al pleno'.

Los dos intentos que hizo el presidente de la C¨¢mara, Juan Mar¨ªa Atutxa, para lograr el qu¨®rum (38 diputados) que le permitiera iniciar la sesi¨®n fracasaron. Cuando a las 09.30 comenzaron a entrar los diputados de los tres partidos del Gobierno (PNV, EA e IU), el ambiente era de m¨¢xima expectaci¨®n. Dos minutos despu¨¦s se sent¨® en su esca?o el parlamentario de Batasuna Joseba ?lvarez, y casi 20 minutos m¨¢s tarde, al fracasar el intento de acuerdo con el PNV, el propio ?lvarez entreg¨® la propuesta de la Mesa Nacional de Batasuna al lehendakari. Ni la ley¨®.

La presencia de un miembro de Batasuna en el sal¨®n de plenos sirvi¨® poco despu¨¦s para que el portavoz de este partido, Arnaldo Otegi, justificara que su formaci¨®n no est¨¢ con ninguno de los dos bloques: 'Ni con la nueva Falange que han refundado PP y PSE, ni con el lehendakari del di¨¢logo que se niega a hablar con la izquierda abertzale'.

Cuando los partidos que est¨¢n en el Gobierno comprobaron que el bloqueo se consumaba, los grupos parlamentarios de PNV, EA e IU se sentaron para analizar la situaci¨®n.

Al mismo tiempo, pero por separado, se juntaron los grupos parlamentarios del PP y del PSE. Poco despu¨¦s solicitaron una reuni¨®n de la Junta de Portavoces que el presidente Atutxa no atendi¨®, pese a que dos grupos bastan para que sea convocada. Los socialistas mantienen firme su posici¨®n de bloqueo, a pesar de las fisuras que provoca el encendido debate interno en los ¨²ltimos tiempos.

El portavoz socialista, Rodolfo Ares, manifest¨® que si Atutxa rectifica, ellos acudir¨¢n al pleno. Adem¨¢s, volvi¨® a ofrecer al lehendakari un acuerdo pol¨ªtico m¨¢s amplio para salvar la situaci¨®n de minor¨ªa, pero siempre que d¨¦ un giro de 180 grados a su pol¨ªtica. Sin embargo, la decisi¨®n de mantener la posici¨®n de no acudir al pleno de presupuestos no es monol¨ªtica dentro del PSE. M¨¢s all¨¢ de la tesis oficial del secretario general, Nicol¨¢s Redondo, la corriente cr¨ªtica se plantea la falta de acierto y los riesgos electorales -hay com¨ªcios municipales en 2003- que implica 'torpedear' una instituci¨®n como el Parlamento.