El Valencia remonta en Montju?c

Puesto en una situaci¨®n extrema, un Valencia irreconocible de tantas vueltas como le dio su entrenador a la alineaci¨®n acab¨® por despellejar al Espanyol. Ben¨ªtez encontr¨® en Salva la tecla que le faltaba para desestructurar a un rival al que no le alcanzaron dos goles de ventaja y recomponer su cuestionada hoja de servicios: gan¨® su segundo partido fuera como t¨¦cnico y el primero como responsable del Valencia.

Ante un panorama tan cambiante como el que hubo en Montju?c, decidieron las individualidades y el estado de ¨¢nimo de unos y otros sobre el juego de equipo. Las idas y venidas que experiment¨® el choque expresaron la inestabilidad de dos cuadros que no acaban de asentarse en el campeonato.

Atendiendo a ¨®rdenes de la junta, Ben¨ªtez dej¨® de tirar de las riendas del plantel y dispuso en la cancha a un equipo tan atrevido como liviano, m¨¢s novedoso incluso de lo esperado si se atiende a la n¨®mina de los delanteros: Illie y Mista, que para nada entraban en las c¨¢balas, aparecieron en los puestos de Salva y Carew, quiz¨¢ en un intento del t¨¦cnico de demostrar que todav¨ªa cuadraba la alineaci¨®n. La propuesta forastera estimul¨® al Espanyol, invitado a jugar a la contra en su propia casa. Las transiciones blanquiazules fueron tan repetidas como la falta de medios en el Valencia, que se encomend¨® a sus zagueros, obligados a intervenir reiteradamente ni que fuera con faltas t¨¢cticas.

Del intercambio inicial de golpes, sac¨® mayor ventaja el Espanyol, que atrap¨® un gol cantado despu¨¦s que Mista hubiera perdonado frente a Mora: Rotchen corri¨® un bal¨®n para la carrera de Posse, Fabio Aurelio resbal¨® y el centro del argentino lo remat¨® Palencia. El tanto desmont¨® al Valencia, inconsistente en la medular, partido por la mitad, demasiado atacable desde los flancos, vulnerable igualmente en el ¨¢rea, donde Tamudo trabajaba las espaldas de los centrales. El ariete tuvo el segundo gol a su alcance en una jugada que denunci¨® el mal posicionamiento del contrario. Tamudo, sin embargo, le telegrafi¨® el remate a Ca?izares en el mano a mano, y le dio aire a su equipo, que advirti¨® una v¨ªa de agua en la defensa rival, siempre generosa en la concesi¨®n de ocasiones, en especial una muy clara de Aimar.

Falto de punter¨ªa delante, el Valencia acab¨® por recular hasta aparcar en su campo, donde el Espanyol le someti¨® con ritmo, despliegue f¨ªsico y calidad. El segundo gol premi¨® el f¨²tbol combinativo local frente a la desorientaci¨®n valenciana: Palencia volvi¨® a abrir a la banda de Fabio Aurelio, Tamudo centr¨® al segundo palo y Roger, de primera, con un toque angelical, habilit¨® a ?lex Fernandez, para que firmara el 2-0.

El Espanyol dio entonces por finiquitado el partido, se acomod¨® en el descanso y le concedi¨® la pelota al Valencia, que replic¨® con determinaci¨®n. Un simple cambio arreg¨® la alineaci¨®n y vari¨® el paisaje de la contienda. La entrada de Salva mejor¨® a su equipo en la misma medida que descompuso al Espanyol, que se vio desbordado, incapaz de atender a tanto delantero como se le puso delante. A la que Rufete meti¨® el primero, el Valencia se agrand¨® tanto que s¨®lo necesit¨® siete minutos para remontar. Hab¨ªa recuperado el punto de mira para desesperaci¨®n del Espanyol, que perdi¨® el sitio en la cancha y se entreg¨® a un ejercicio de sufrimiento y de castigo.

La experiencia del Valencia le bast¨® para controlar a un contrario que llega al derby del pr¨®ximo s¨¢bado contra el Barcelona en la peor de las situaciones: abatido por una derrota con la que nunca cont¨® despu¨¦s de brindar un primer acto de mucho m¨¦rito. Los errores defensivos acabaron por castigarle al tiempo que premiaban la ambici¨®n del Valencia, que, desbocado, se reencontr¨® con el gol y con el triunfo la noche en que dispuso al equipo m¨¢s ofensivo de los ¨²ltimos tiempos. Ben¨ªtez se reencontr¨® con la victoria en el momento que m¨¢s la necesitaba y traslad¨® los problemas a Flores, que nuevamente se ve puesto en el alambre de Montj¨¹c.