Tontilocuras vascas
Se atribuye a Julio Caro Baroja haberse quejado amargamente de que el problema vasco creaba infinitos locos en el Pa¨ªs Vasco e infinitos tontos en Madrid. Pero el espect¨¢culo m¨¢s reciente que nos proporciona resulta m¨¢s bien una mezcla de ambos componentes desparramada por toda la geograf¨ªa peninsular.
V¨¦nse si no algunos ejemplos. En el Parlamento vasco no existe mayor¨ªa para aprobar el presupuesto porque tras haber lanzado el grito al cielo por la coincidencia objetiva entre nacionalistas y terroristas, el PP y el PSOE hacen algo parecido; como castigo, sus adversarios dan un impresentable vuelco torticero a la f¨®rmula de votaci¨®n. A la hora de discutir el Concierto no se llega a un acuerdo porque los nacionalistas quieren presencia en materia fiscal ante la Union Europea. Tendr¨ªa l¨®gica dada su peculiaridad y la evoluci¨®n del concepto de soberan¨ªa, pero no tiene sentido plantearlo a t¨ªtulo personal en un momento procesal que no corresponde. M¨¢s tontiloco resulta filtrar a la prensa adicta que se puede firmar un concierto con una provincia y con otras dos no, reproduciendo una divisi¨®n de la que fue autor Franco al repudiar a Vizcaya y Guip¨²zcoa como 'provincias traidoras'.
?M¨¢s ejemplos? Anasagasti critica el discurso del rey, a lo que tiene perfecto derecho pero en vez de decir, por ejemplo, que ha presentado una visi¨®n quiz¨¢ demasiado ros¨¢cea de la situaci¨®n econ¨®mica, le exige que aluda a Gescartera; de paso le pod¨ªa haber reprochado que en 1989 no hablara de Juan Guerra. Mayor ha sido, quiz¨¢, uno de los mejores ministros del Interior de la democracia; ha demostrado una excepcional capacidad de sacrificio y sabido promover y liderar un movimiento social que ha roto las barreras de partidos.
Por eso asombra que pueda afirmar que el nacionalismo existe por 'falta de perseverancia' de sus adversarios y no tenga otra oferta para los suyos que ofrecerles 'una tarea de gigantes' que incluye la 'gran acogida' a los tr¨¢nsfugas del socialismo. Resulta que las ¨²ltimas elecciones vascas no han sido otra cosa que una primera ronda (?cu¨¢ntas ser¨¢n necesarias para que al fin venga la soluci¨®n milagrosa?). Y para qu¨¦ comentar las afirmaciones de la derecha medi¨¢tica. Cre¨ªamos que Arzalluz era Belceb¨²: pues no, resulta que lo es Felipe Gonz¨¢lez que, no se sabe c¨®mo, ha impuesto un giro suidida a los socialistas vascos. Pens¨¢bamos que las cat¨¢strofes espa?olas eran el 98 o la guerra civil del 36: C¨¦sar Alonso de los R¨ªos nos informa de una tercera, la dimisi¨®n de Redondo Jr.
Este g¨¦nero de tontilocuras, producto de farragosa gestaci¨®n, m¨ªnimo asiento en la realidad y de tan nefasto como previsible resultado, revelan una grave deficiencia en la clase dirigente, vasca y espa?ola, al tratar esta cuesti¨®n. Nada parecido se produce en otros asuntos complicados a los que nos enfrentamos. Incluso da la sensaci¨®n de que la propia sociedad -la vasca y la espa?ola- est¨¢ lejana a este tipo de insensateces. Es seguro que preferir¨ªa menos beligerancia y m¨¢s consenso.
En estas circunstancias ?qu¨¦ cabe desear de los socialistas vascos, enfrentados a una crisis de identidad y de personas? No, desde luego, que una tendencia aplaste a otras, ni promesas milagreras, ni liderazgos caudillistas surgidos de la nada, sino humilde voluntad de consenso constructivo hacia adentro y hacia afuera. Joseba Arregi diagnostic¨® hace tiempo una Euskadi invertebrada que lo puede ser todav¨ªa m¨¢s si se fragmentan sus partidos y que nos est¨¢ desvertebrando, adem¨¢s, al conjunto de los espa?oles. Todo eso no bastar¨¢, porque tambi¨¦n el PNV y el PP tienen que respetar sus dos almas y proponer consensos, pero ser¨ªa una forma de empezar.
Josep Termes ha escrito que Catalu?a es un milagro como identidad cultural plural capaz de mantener su singularidad. As¨ª es, y la afirmaci¨®n vale tambi¨¦n para Espa?a. El Pa¨ªs Vasco puede serlo tambi¨¦n si su clase dirigente se empe?a en ello y evita tontilocuras. El problema no reside ya en ETA sino en partir de la pluralidad y construir consenso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Concierto econ¨®mico
- VII Legislatura Pa¨ªs Vasco
- Plenos parlamentarios auton¨®micos
- Declaraciones prensa
- Discursos Reales
- Debates parlamentarios auton¨®micos
- Relaciones Gobierno central
- I?aki Anasagasti
- Opini¨®n
- Presupuestos auton¨®micos
- Financiaci¨®n auton¨®mica
- Parlamentos auton¨®micos
- Juan Carlos I
- Gobierno Vasco
- Actividad legislativa
- Gobierno auton¨®mico
- Pa¨ªs Vasco
- Parlamento
- Comunidades aut¨®nomas
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Finanzas p¨²blicas
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Casa Real
- Gente
- Administraci¨®n p¨²blica