Sanidad acepta investigar con embriones
Malestar en el ministerio por la 'pasividad' del Gobierno para cambiar la Ley de Reproduci¨®n Asistida
El Ministerio de Sanidad est¨¢ dispuesto a escuchar a la Comisi¨®n Nacional de Reproducci¨®n Asistida y permitir la investigaci¨®n con los embriones sobrantes de los procesos de fecundaci¨®n artificial. Fuentes ministeriales han revelado que en el departamento que dirige Celia Villalobos exist¨ªa cierto 'malestar' ante la 'pasividad que algunos sectores del Partido Popular y del Gobierno' estaban mostrando para solucionar el vac¨ªo legal, que no permite dar salida a los cerca de 40.000 embriones congelados, tal y como han solicitado la Comisi¨®n, eminentes cient¨ªficos y los partidos de la oposici¨®n.
El Ministerio de Sanidad y Consumo ya hab¨ªa dado algunos t¨ªmidos pasos para solucionar la situaci¨®n en que se encuentran los embriones sobrantes de los procesos de fecundaci¨®n in vitro. El pasado 10 de octubre, la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, prometi¨® convocar la Comisi¨®n Nacional de Reproducci¨®n Asistida. Esta reuni¨®n se celebr¨® el 26 de noviembre, despu¨¦s de 17 meses de inactividad -no se reun¨ªa desde antes de que Villalobos jurara su cargo en marzo del a?o pasado-.
Las c¨¦lulas madre pueden ser fuente de tejidos para curar m¨²ltiples enfermedades
Este grupo de especialistas est¨¢ formado por 25 miembros, entre bi¨®logos, m¨¦dicos y expertos en derecho y bio¨¦tica. Las conclusiones de la Comisi¨®n fueron claramente de apoyo a que se usaran para investigar los embriones que los padres no quisieran
La ministra de Sanidad declar¨® entonces que 'no descartaba' modificar 'de forma serena' la Ley de Reproducci¨®n Humana Asistida de 1988. Esta ley fue promulgada 10 a?os antes de que se descubriera la capacidad de las c¨¦lulas madre -y, sobre todo, de las embrionarias- para regenerar tejidos.
Esta posibilidad se debe a que se trata de c¨¦lulas que todav¨ªa no se han diferenciado en los distintos ¨®rganos y sistemas del cuerpo. Pueden cultivarse indefinidamente en laboratorio, y por medio de est¨ªmulos bioqu¨ªmicos se puede provocar que se transformen en los tejidos necesarios para implantes.
Actualmente, ni el Ministerio de Sanidad ni ning¨²n otro organismo lleva un censo de cu¨¢ntos embriones congelados hay, pero se calcula que unos 40.000 permanecen sumergidos en nitr¨®geno l¨ªquido y repartidos por las cl¨ªnicas de reproducci¨®n asistida de Espa?a. De ellos, entre el 15% y el 20% sobrepasa los cinco a?os de crioconservaci¨®n que marca la ley, seg¨²n c¨¢lculos de Ana Veiga, miembro de la comisi¨®n asesora de Sanidad y jefa de la secci¨®n de biolog¨ªa del Instituto Dexeus de Barcelona.
El origen de tanto embri¨®n con el que nadie sabe qu¨¦ hacer est¨¢ en el funcionamiento de las cl¨ªnicas de fertilizaci¨®n. Para evitar hacer pasar a las mujeres por el quir¨®fano m¨¢s de una vez, les extraen m¨¢s ¨®vulos de los que luego van a implantar. Tambi¨¦n usan un n¨²mero mayor de los necesarios para que los espermatozoides del donante -la pareja o uno an¨®nimo- los fecunde.
'De cada ciclo extraemos 10 ¨®vulos. Si la tasa de fecundidad de la mujer es del 70%, obtenemos siete embriones, de los que transferimos a la mujer dos o tres y congelamos el resto', explica Veiga. 'Estos tratamientos suponen un gasto emocional muy grande para las parejas, sobre todo cuando hay un fracaso. Tener un hijo es, en ese momento, la cosa m¨¢s importante de su vida', explica Jos¨¦ Remoh¨ª, director del Instituto Valenciano de Infertilidad. El resto de los ¨®vulos fecundados, que se desarrollan hasta un estado de unas seis c¨¦lulas llamadas blastocistos, se congelan por si el sistema falla y hay que recurrir a nuevas implantaciones en la mujer.
El problema es que la ley de 1988 no dec¨ªa qu¨¦ hab¨ªa que hacer con los embriones una vez que se superara el plazo de cinco a?os si no se hab¨ªan utilizado. Entonces, hace 13 a?os, se cre¨ªa que pasado ese periodo los embriones ya no eran aptos para la reproducci¨®n. Hoy en d¨ªa hay cient¨ªficos que creen que este plazo podr¨ªa ampliarse sin que se corrieran grandes riesgos.
El documento de la Comisi¨®n (que aunque se hizo p¨²blico en noviembre llevaba meses preparado) expres¨® que deb¨ªa 'hacerse posible la investigaci¨®n con embriones congelados sobrantes de la aplicaci¨®n de las t¨¦cnicas de reproducci¨®n humana asistida como alternativa a su destrucci¨®n, una vez alcanzados los plazos m¨¢ximos de su conservaci¨®n bajo condiciones de consentimiento informado y control institucional'.
Las sugerencias se centraban en limitar el n¨²mero de ¨®vulos fecundados; que los donantes pudieran cederlos a otras parejas, y, por ¨²ltimo, que los embriones que una pareja ya no quisiera pudieran utilizarse para investigaciones cient¨ªficas.
Para ello, los embriones deben tener menos de 14 d¨ªas (todos los congelados tienen menos) y los progenitores deben dar su consentimiento informado. Adem¨¢s, se tiene que haber descartado la implantaci¨®n del embri¨®n en una mujer. La propia Comisi¨®n controlar¨¢ las investigaciones, que deber¨¢n ser cient¨ªficamente relevantes y carecer de inter¨¦s lucrativo. Se proh¨ªbe la producci¨®n de embriones con la finalidad exclusiva de investigar, y s¨®lo deben usarse embriones que lleven congelados m¨¢s de cinco a?os. Pero usar embriones de menos de 14 d¨ªas para investigar implica su destrucci¨®n, algo a lo que grupos conservadores y la Iglesia cat¨®lica se han opuesto, equipar¨¢ndola al aborto.
El Ministerio de Sanidad 'est¨¢ de acuerdo con las recomendaciones de la Comisi¨®n', seg¨²n las fuentes consultadas. Por eso, es partidario de que 'a partir de ahora', cuando los padres acudan a una cl¨ªnica de reproducci¨®n asistida, expresen por escrito su voluntad de qu¨¦ hacer con los embriones sobrantes: si permiten que se utilicen para investigar o si prefieren que se destruyan. Ello no incluye permitir la clonaci¨®n reproductiva (la destinada a obtener un individuo id¨¦ntico a otro) ni la terap¨¦utica (cuyo fin es conseguir tejidos con la carga gen¨¦tica de una persona para autoimplantes).
De esta manera se evitar¨ªa la indecisi¨®n actual, y no habr¨ªa que buscar a los progenitores una vez que haya acabado el plazo de crioconservaci¨®n (las cl¨ªnicas desconocen el paradero del 10% de las parejas que tienen embriones congelados, quiz¨¢ porque hayan muerto, la pareja se haya roto o simplemente porque no quieran pagar las 25.000 pesetas anuales que cuesta mantener las c¨¦lulas en nitr¨®geno).
Una encuesta del Instituto Dexeus se?ala que m¨¢s del 25% de los padres estar¨ªan dispuestos a que sus embriones se usaran para investigaci¨®n antes que ser destruidos sin m¨¢s. Con ello se conseguir¨ªa un material m¨¢s que suficiente (EE UU s¨®lo permite te¨®ricamente usar c¨¦lulas de menos de unos 80 cultivos) para que los cient¨ªficos ensayaran remedios para enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, la diabetes, las quemaduras, las paraplejias o los infartos. S¨®lo falta que esta actitud se manifieste en una ley, para lo que habr¨¢ que vencer las reticencias de algunos 'sectores del PP y del propio Gobierno', como indican desde el propio Ministerio de Sanidad.
Una puerta para Soria
El 'malestar' del Ministerio de Sanidad ha coincidido con el anuncio de que Bernat Soria, director del Instituto de Biotecnolog¨ªa de la Universidad Miguel Hern¨¢ndez de Elche (Alicante), se iba de Espa?a para poder proseguir su trabajo.
Soria estaba investigando una prometedora v¨ªa para curar la diabetes tipo I usando c¨¦lulas madre de embriones humanos. El cient¨ªfico ya hab¨ªa superado la fase de experimentaci¨®n en animales, y hab¨ªa conseguido curar ratones usando c¨¦lulas madre que transformaba en c¨¦lulas beta pancre¨¢ticas, que son las encargadas de producir la insulina que necesitan los enfermos. En Espa?a, m¨¢s de dos millones de personas padecen esta enfermedad.
Seg¨²n el propio investigador, se marchaba por las presiones recibidas desde el Ministerio de Sanidad, que no ve¨ªa con buenos ojos que usara c¨¦lulas madre de embriones humanos, aunque las obtuviera en el extranjero.
La decisi¨®n del cient¨ªfico fue recibida con pesar entre sus colegas, que alabaron un¨¢nimemente su val¨ªa, y tambi¨¦n por la Federaci¨®n Espa?ola de Diab¨¦ticos, que ha anunciado la creaci¨®n de una plataforma para apoyarlo. Pero Soria dej¨® 'una puerta abierta' al declarar que reconsiderar¨ªa su posici¨®n si Sanidad tambi¨¦n lo hac¨ªa. Quiz¨¢ ahora se evite la fuga de otro cerebro.
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