Alemania se vuelca con curiosidad y entusiasmo sobre la moneda ¨²nica
Los comercios seguir¨¢n aceptando marcos hasta el 28 de febrero, pero s¨®lo devolver¨¢n euros
Si el s¨²bito entusiasmo de los hasta ahora tan esc¨¦pticos alemanes fuese la vara para medir la aceptaci¨®n de la moneda ¨²nica en todos y cada uno de los 12 pa¨ªses, la operaci¨®n de cambio al euro cuenta con las mejores posibilidades de ¨¦xito. Apenas pasada la medianoche, en tan s¨®lo 30 minutos y nada m¨¢s en Berl¨ªn, 200.000 curiosos se hicieron con el nuevo dinero en los cajeros autom¨¢ticos, la inmensa mayor¨ªa de los cuales funcion¨® a la perfecci¨®n. Largas colas se formaron delante de los pocos bancos que abrieron sus puertas, mientras que tiendas y gasolineras empezaban a cumplir su papel de casas de cambio.
M¨¢s de un mill¨®n de personas recibieron el a?o nuevo en las inmediaciones de la Puerta de Brandeburgo, en Berl¨ªn. En medio de un fr¨ªo que calaba los huesos, amagos de tormenta de nieve, estridente m¨²sica a todo volumen y fuegos artificiales que tan s¨®lo resultaban espectaculares para ojos alemanes, la masa humana celebr¨® con sorprendente alegr¨ªa el inicio de la 'nueva era del euro', invocada horas antes por el canciller Gerhard Schr?der en su tradicional alocuci¨®n de A?o Nuevo. En la misma Pariser Platz, resguardado un poco del fr¨ªo en una carpa euro, correspondi¨® al ministro de Finanzas, Hans Eichel, efectuar el primer cambio oficial: la entrega al presidente del Bundesbank, Ernst Welteke, de dos billetes de cien marcos, y la recepci¨®n de 102,26 euros. Preguntado acerca de si sent¨ªa nostalgia por el marco, Eichel dijo a los periodistas lo que ya a todos consta: 'Soy un hombre poco sentimental', y augur¨® que los alemanes se preguntar¨¢n muy pronto: '?Por qu¨¦ no hemos hecho esto antes?'. Para entonces, desde las sucursales bancarias y sus respectivos cajeros autom¨¢ticos, en los alrededores de la Puerta de Brandeburgo, ya estallaban los primeros gritos de j¨²bilo de ciudadanos que se hab¨ªan logrado abastecer de los nuevos billetes. Seg¨²n el posterior recuento de un portavoz de las cajas de ahorro locales, hasta las 0.30 se realizaron nada m¨¢s y nada menos que 200.000 operaciones en cajeros autom¨¢ticos. Provistos as¨ª de billetes, o con los euromonederos distribuidos con anterioridad en mano, muchos salieron directamente a comprar su primera copa en euros. En un peque?o negocio de las inmediaciones de la Pariser Platz a¨²n reinaba un poco de improvisaci¨®n, con la propietaria cobrando a ojo de buen cubero las tres cervezas solicitadas, que acabaron por costar tres euros en vez de seis marcos, pese a que el cambio correcto hubiese sido de 3,06 euros. En los pocos supermercados abiertos, muchos clientes preguntaban temerosos si a¨²n pod¨ªan pagar en marcos. Y no en todas partes las devoluciones del cambio se realizaban en el nuevo efectivo, tal y como se ha acordado. Los problemas fueron menores. Alemania es el ¨²nico de los 12 pa¨ªses en el que el euro es desde ayer el ¨²nico medio de pago legal. Seg¨²n los planes de las autoridades, el comercio minorista, la gastronom¨ªa y los dem¨¢s negocios deber¨¢n hacer las veces de 'casa de cambio de la naci¨®n' al aceptar marcos, hasta el 28 de febrero, y devolver ¨²nica y exclusivamente euros. Ello podr¨ªa conducir a que, ya dentro de una o dos semanas, pr¨¢cticamente no queden marcos en circulaci¨®n.
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