Un Quijote fiel al original de Cervantes

Cervantes fue en algunas cuestiones un hombre demasiado confiado. Tras escribir lo que ser¨ªa la primera parte de El Quijote, entreg¨® a la imprenta un original poco claro, sin tener en cuenta que las imprentas espa?olas del siglo XVII eran bastante chapuceras. Para colmo, en la copia en limpio que usaron en la imprenta, Cervantes introdujo algunas correcciones que no hicieron sino confundir m¨¢s a los impresores. ?stos, adem¨¢s, tuvieron que trabajar al l¨ªmite para sacar la primera edici¨®n. Se tard¨® s¨®lo dos meses, un tiempo r¨¦cord para el ritmo de entonces. Esta carrera de obst¨¢culos dio como resultado una primera edici¨®n en la calle con m¨¢s de 2.000 erratas. Ocurr¨ªa en 1605 en Valladolid, que era donde estaba la corte y por lo tanto el centro de la promoci¨®n del libro. Dos semanas m¨¢s tarde, esta obra, que pronto se convertir¨ªa en uno de los ¨¦xitos de la ¨¦poca (El Quijote no fue el l¨ªder, tuvieron m¨¢s ¨¦xito La Celestina y Guzm¨¢n de Alfarache), se leer¨ªa en Madrid.

Ahora acaba de salir al mercado una nueva edici¨®n de Don Quijote de La Mancha dirigida por el fil¨®logo y acad¨¦mico Francisco Rico (Barcelona, 1942), editada por Cr¨ªtica, que intenta acercarse con la m¨¢xima fidelidad a aquel original maltratado de Cervantes. Un ejemplo: en la primera parte, el t¨ªtulo del cap¨ªtulo primero dice: Que trata de la condici¨®n y ejercicio del famoso y valiente hidalgo don Quijote de La Mancha. 'La palabra valiente, que no es ninguna tonter¨ªa', observa Rico, 'se recoge aqu¨ª por primera vez en una edici¨®n de El Quijote, que es lo que quer¨ªa decir Cervantes. El texto de esta edici¨®n es el m¨¢s cercano al que sali¨® de las manos de su autor, incluso m¨¢s que la primera edici¨®n'.

Esta obra, que ha cuidado mucho la presentaci¨®n, la tipograf¨ªa y la calidad del texto, se basa en la gran edici¨®n patrocinada por el Instituto Cervantes que Rico prepar¨® en 1998, tambi¨¦n para Cr¨ªtica, y que supuso la culminaci¨®n de seis a?os de investigaci¨®n por parte de cien especialistas dirigidos por el acad¨¦mico. Ambas ediciones mantienen la calidad del texto; sin embargo, la actual no contiene tantas precisiones como la anterior. 'Filtra la erudici¨®n de El Quijote', apunta Rico, 'vuelve a la historia entera del texto, de la cual sale un texto cr¨ªtico, pero da los resultados de la erudici¨®n sin necesidad de contar todo el proceso. Es un Quijote para el buen lector m¨¢s que para el erudito'.

La obra contiene, adem¨¢s del texto cr¨ªtico de Francisco Rico, una amplia introducci¨®n de Fernando L¨¢zaro Carreter y pr¨®logos de estudiosos como Jean Cannavaggio o Sylvia Roubaud. A este nuevo Quijote ya le ha salido un seguidor: Cannavaggio, autor de una biograf¨ªa de Cervantes galardonada con el Premio Goncourt, publicada en la m¨ªtica colecci¨®n Pl¨¦iade (editorial Gallimard) una nueva traduci¨®n de El Quijote siguiendo el texto de Rico.

Las ilustraciones tambi¨¦n son especiales. Para esta lujosa edici¨®n, que cuesta 60 euros (unas 10.000 pesetas) no se ha recurrido a un dibujante o a un pintor como suele ser habitual a la hora de ilustrar un Quijote. Se ha seguido un criterio art¨ªstico inspirado en la evoluci¨®n hist¨®rica de la obra. As¨ª, las l¨¢minas reproducen los grabados de la primera edici¨®n espa?ola ilustrada (Madrid, 1674) realizados por Diego de Sagredo con un vigor y claroscuros pregoyescos. Goya siempre alberg¨® la idea de ilustrar El Quijote entero, pero del proyecto s¨®lo se conservan dos estampas -un boceto y el dibujo que prepar¨® para la edici¨®n de la Real Academia Espa?ola, de 1780, que finalmente no se llegaron a publicar- que ahora se reproducen en una carpeta.

Y, como no pod¨ªa ser de otra manera, este Quijote del siglo XXI viene acompa?ado de un CD ROM cuyas posibilidades de b¨²squeda son infinitas. Sin embargo, antes de caer en la tentaci¨®n, Rico advierte categ¨®rico: 'No se puede leer El Quijote en Internet, se puede y se debe consultar, pero el placer de la lectura tambi¨¦n es f¨ªsico'.

A lo largo de la historia de la novela ha habido otras ediciones se?eras. Tras la aparici¨®n de la primera parte en 1605, la segunda se publica en 1615. Despu¨¦s salen unas cuantas ediciones en Madrid, en 1635. Un momento importante en la trayectoria de la novela se produce en 1662, cuando aparece en Bruselas. ?ste es El Quijote que circular¨¢ durante mucho tiempo y del que saldr¨¢n reimpresiones o imitaciones. Es un volumen ya ilustrado que se vende a buen precio. En el siglo XVIII se hacen multitud de ediciones de lujo como la que circula en Londres (1738), editada en cuatro tomos. Siguiendo este modelo, la Real Academia Espa?ola se lanza a publicar una en 1780. Ya en el siglo XIX, un Quijote relevante es el de Diego Clemencin, por lo extenso en las anotaciones, pero la edici¨®n m¨¢s importante de ese siglo vendr¨ªa de un autor rom¨¢ntico, Juan Eugenio Hartzensbuch, en 1874. Un estudio olvidado y mal entendido, a juicio de Rico. 'Hartzensbuch fue el primero que plante¨® los problemas de El Quijote teniendo en la mano todo el material que exist¨ªa hasta entonces. No solucion¨® los inconvenientes, pero fue el ¨²nico que los plante¨®. Muchas ediciones representar¨ªan un retroceso frente al estudio de Hartzensbuch, porque, en vez de tener en cuenta toda la historia del libro, se limitaban a estudiar una sola edici¨®n'. La nueva edici¨®n que ahora aparece resume m¨¢s de trescientos a?os de investigaci¨®n de la obra magna de Cervantes.