Coches al quir¨®fano
Una normativa europea obliga a los desguazadores a convertir sus instalaciones en centros de reciclado de veh¨ªculos
El futuro de los desguaces, muchos de ellos enormes y l¨²gubres cementerios de chatarra en los que se almacenan cientos y cientos de veh¨ªculos, es cada vez m¨¢s incierto. Una normativa europea vigente desde este mes considera residuos peligrosos a los coches fuera de uso, as¨ª que los desguaces tendr¨¢n que convertirse en los denominados CARD, centros de descontaminaci¨®n y reciclaje, que impedir¨¢n, entre otras cosas, que los aceites usados y los restos de fluidos t¨®xicos terminen en el alcantarillado o en el suelo, como ocurre muchas veces en este sector, tradicionalmente asociado a la econom¨ªa sumergida y algunas veces al borde de la ilegalidad.
'Yo creo que los desguaces tradicionales est¨¢n condenados a desaparecer', dice convencido Luis Miguel Rodr¨ªguez Garc¨ªa, el director de Desguaces La Torre, una empresa que, a juicio de su responsable, ostenta el honor de ser la planta de reciclado de veh¨ªculos m¨¢s grande de Espa?a.
En el kil¨®metro 25 de la carretera que de Madrid conduce a Toledo se halla este macrocomplejo de 150.000 metros, en el que se recibe una media de 160 coches diarios. Los veh¨ªculos pasan por un curioso proceso de reciclado. Es una muerte r¨¢pida que en la mayor¨ªa de los casos no supera los treinta minutos: los autom¨®viles se diseccionan paso a paso, como si de una rigurosa cirug¨ªa se tratara, y despu¨¦s, en tan s¨®lo 20 segundos, una m¨¢quina prensadora los convierte en peque?os bloques de metal.
La normativa europea tipifica los residuos y, tras analizarlos, considera cu¨¢les son nocivos y cu¨¢les no. Los veh¨ªculos fuera de uso han comenzado a formar parte de esa desagradable lista, y quienes se muevan en ese ¨¢mbito tendr¨¢n que conseguir un certificado que les acredite como gestores de materiales peligrosos.
La idea, seg¨²n explica Rodr¨ªguez, es que no se apilen veh¨ªculos en el suelo, como ocurre ahora en los desguaces tradicionales. Y, adem¨¢s, que se reciclen las partes reutilizables. Todo ello requiere de un proceso especial que, seg¨²n prev¨¦ el director de Desguaces La Torre, no todos los puntos de Madrid -unos 300, seg¨²n estima la Consejer¨ªa de Medio Ambiente- estar¨¢n en condici¨®n de asumir. De hecho, Rodr¨ªguez considera que en la regi¨®n s¨®lo unos cinco o seis desguaces podr¨¢n cumplir la normativa de la Uni¨®n Europea. 'Nosotros creemos que el futuro son pocas plantas, pero grandes', afirma el responsable de este centro de desguace, que tambi¨¦n es vicepresidente de Aedra, la Asociaci¨®n Espa?ola de Reciclado de Autos.
El reciclado se inicia desde el mismo momento en el que el coche ingresa en el desguace. Un enorme solar sirve de recepci¨®n de estos veh¨ªculos, suministrados por particulares, compa?¨ªas de seguros, ayuntamientos o talleres. En un lapso no superior a dos d¨ªas pasan a una nave de descontaminaci¨®n, que, seg¨²n espera Rodr¨ªguez, estar¨¢ en dos a?os en capacidad de recibir unos 300 coches diarios. All¨ª se prueba el motor y se le hace un riguroso examen al veh¨ªculo para determinar qu¨¦ partes podr¨ªan ser reutilizables. Las que sirvan ser¨¢n etiquetadas y apartadas para su venta.
Una vez culminada esa etapa, al cad¨¢ver se le extraen los l¨ªquidos peligrosos: aceite, gasolina, anticongelantes y gases de aire acondicionado. Todo ello va a parar a una depuradora que separa el agua del aceite. Las bater¨ªas que no sirven se almacenan, en principio, en enormes contenedores de acero.
Las piezas rescatables del coche pasan por otro proceso de lavado, y los lodos que de all¨ª se desprenden son tratados posteriormente. Al final, el coche va a parar a otro solar en el que una m¨¢quina prensadora culminar¨¢ el proceso. El resultado se trasladar¨¢ a una empresa fragmentadora, que separar¨¢ y reutilizar¨¢ el amasijo de hierro y metales en el que quedan convertidos los coches. Una media de seis camiones sale a diario de Desguaces La Torre. Van cargados de coches convertidos en simples pedazos de chatarra.
Adaptarse o morir
'El sector de los desguaces tendr¨¢ que realizar una adaptaci¨®n r¨¢pida para sobrevivir'. Son palabras de Ignacio L¨®pez-Galiacho, director general de Calidad Ambiental de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, dependencia encargada, tras las disposiciones del Gobierno central, de aplicar la normativa europea en la Comunidad de Madrid. Desde el pasado 1 de enero, todos los establecimientos que generen residuos peligrosos, como ocurre en el caso de los desguaces, tendr¨¢n que darse de alta en un registro que la consejer¨ªa acaba de abrir. Se trata con ello, seg¨²n explica L¨®pez-Galiacho, de establecer unos controles m¨¢s severos en los aproximadamente 300 desguaces que existen en la regi¨®n y que, en la mayor¨ªa de los casos, carecen de instalaciones adecuadas y de instrumentos eficaces para gestionar los residuos. 'Creemos', dice el director general de Calidad Ambiental, 'que habr¨¢ que pactar y negociar con este sector, que es muy duro'. De ahora en adelante, los desguaces que no se den de alta en el registro de la Comunidad y no inicien el proceso de adaptaci¨®n que exige la UE ser¨¢n considerados clandestinos e ilegales. La consejer¨ªa tambi¨¦n ha iniciado una campa?a informativa a trav¨¦s de folletos para explicar a los desguazadores, generalmente familias que viven ¨²nicamente de este negocio, los pasos que tienen que dar tras esta nueva disposici¨®n. 'El que pueda se fusionar¨¢. Pero creemos que no todos van a poder cumplir con la normativa', admite L¨®pez-Galiacho. Medio Ambiente estima que en Madrid ser¨¢ necesario un centenar de estos nuevos centros CARD (de recepci¨®n y descontaminaci¨®n de veh¨ªculos) para afrontar el volumen de coches usados que anualmente registra la regi¨®n.
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