Gamberrada artera
Cultores de un cine torpe y excesivo que cae de lleno en la provocaci¨®n gamberra -o sea, hecho para que adolescentes eternos, tengan 14 o 75 a?os, disfruten como cuando ten¨ªan 3 o 4-, Peter y Bobby Farrelly, los temibles autores de engendros como Algo pasa con Mary o Dos tontos muy tontos, vuelven a la carga con uno de sus temas estrella: el conflicto entre belleza y aceptaci¨®n social..., que no es otra cosa que el viejo tema del dilema moral entre esencia y apariencia.
Los hermanos Farrelly lo hacen con una proeza t¨¦cnica, el hacer de la hermosa actriz Gwyneth Paltrow un angelical mamotreto de 150 kilos, por obra y gracia del maquillaje; y con un discurso tan pol¨ªticamente incorrecto como artero al hacer que, por una suerte de embrujo, un tipo s¨®lo atento a lo exterior termine enamor¨¢ndose de una gord¨ªsima joven, a quien ve con los rasgos de Gwyneth Paltrow.
AMOR CIEGO
Directores: Peter y Bobby Farrelly. Int¨¦rpretes: Gwyneth Paltrow, Jack Black, Jason Alexander, Tony Robbins. G¨¦nero: comedia, EE UU, 2001. Duraci¨®n: 95 minutos.
Cartas marcadas
No le falta gracia al punto de partida, y en manos de otro hubiera dado lugar a un discurso cuestionador a tantos lugares comues de nuestra cultura contempor¨¢nea. Pero el hecho de jugar con las cartas marcadas -la chica en cuesti¨®n es multimillonaria, por ejemplo-, la conocida patosidad con que afrontan su oficio y el burdo sentido del humor de la propuesta hacen de Amor ciego una de esas pel¨ªculas de las que este cronista huir¨ªa... si no tuviera la obligaci¨®n de dar cuenta de la existencia de tan penoso, prescindible artefacto.
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