Futurista radical, pero s¨®lo por fuera
Tendr¨¢n que pasar algunos a?os hasta que salga otro coche de imagen tan futurista y diferente como el Avantime. Y es que hay pocas marcas dispuestas a asumir riesgos, aunque si no fuera por ellas, no existir¨ªan los Mini, Escarabajo, Tibur¨®n..., que se adelantaron a su ¨¦poca. Ni el Voyager y el Scenic, monovol¨²menes pioneros.
El Avantime utiliza la originalidad como se?a de identidad. Es un autom¨®vil casi de ciencia-ficci¨®n que refleja la valent¨ªa de Renault, empe?ada en inventar nuevos conceptos para repetir el ¨¦xito del Scenic y aumentar sus ventas.
El monovolumen cup¨¦
Este coche inaugura una categor¨ªa de coches, y quiz¨¢ por eso resulta tan dif¨ªcil saber lo que es como lo que no es. Combina la l¨ªnea y amplitud de los monovol¨²menes, las dos puertas y prestaciones de los cup¨¦s, y la resoluci¨®n interior de las berlinas de lujo. Es algo as¨ª como un monovolumen cup¨¦, pero con una est¨¦tica tan chocante que plantea muchas dudas. Y la primera llega enseguida: ?qui¨¦n va a comprar un coche as¨ª?
En Renault aseguran que tiene su p¨²blico, aunque minoritario: 10.000 unidades al a?o, 500 en Espa?a. La mayor¨ªa ser¨¢n conductores maduros de monovol¨²menes que, aunque ya no viajan con los hijos porque son mayores, valoran sus ventajas: posici¨®n de conducci¨®n, sensaci¨®n de seguridad y espacio. Y como no necesitan siete plazas, piden el dinamismo, la calidad y la comodidad de las berlinas de lujo. Eso es lo que en teor¨ªa propone este Renault, aunque en la pr¨¢ctica no lo consigue.
M¨¢s atractivo por delante
Este c¨®ctel innovador es una evoluci¨®n del Espace con diferente traje. La zona m¨¢s lograda es el frontal, afilado y con un parabrisas muy inclinado. El lateral integra una enorme puerta sin marco en la ventanilla y sin el pilar central que separa las plazas traseras. Pero a partir de ah¨ª se prolonga hacia atr¨¢s con unas formas tan extra?as como dif¨ªciles de describir: la zaga puede recordar una capota de diligencia, una nave espacial... Consigue una imagen muy vanguardista y aceptable por delante, pero el lateral es duro de asimilar. Una l¨¢stima, porque hay soluciones m¨¢s atractivas y armoniosas para rematar el conjunto.
El futurismo sigue por dentro. La gran superficie acristalada, con doble techo, aporta una gran luminosidad. Y tiene un bot¨®n que abre todas las ventanillas y el techo delantero dejando el lateral di¨¢fano, como los descapotables.El resto es similar al Espace: salpicadero con la instrumentaci¨®n sobre la consola central y dos guanteras enormes debajo. Y destaca la sensaci¨®n de amplitud de las plazas delanteras y la capacidad del maletero, con 560 litros.
Menos futurista de lo que parece
El conjunto se completa con un dise?o y materiales atractivos, pero el vanguardismo del Avantime termina ah¨ª y surgen las carencias que le impiden ser una alternativa a los cup¨¦s y berlinas de lujo. La primera son los asientos, poco confortables: en vez de aprovechar el espacio con unas buenas butacas, las banquetas son cortas e inc¨®modas, y los reglajes el¨¦ctricos s¨®lo sirven para el respaldo. Atr¨¢s sucede lo mismo, con agravantes: espacio justo para las piernas y altura limitada. Sorprende que se haya dado prioridad al maletero sobre las plazas traseras, donde en teor¨ªa ir¨¢n quienes tengan ch¨®fer. Y si a?adimos una insonorizaci¨®n aerodin¨¢mica mejorable, cierres imprecisos en las puertas y suspensiones algo secas en pisos ondulados, tendremos las incongruencias y fallos de juventud de un coche que en teor¨ªa ha primado el dise?o innovador para ofrecer el m¨¢ximo confort a sus ocupantes en los viajes.
Versi¨®n ¨²nica y dos acabados
El nuevo Renault se vende con un motor 3.0 V6 de 214 CV y seis marchas. Es una mec¨¢nica correcta, pero en un coche tan moderno se echan en falta detalles como la tarjeta magn¨¦tica de apertura del Laguna, un cambio secuencial... Al menos los dos acabados, Dynamique (36.390 euros) y Privilege (40.760), incluyen un buen equipo de serie: seis airbags, ABS, ESP, climatizador, faros de xen¨®n, radio-CD... El m¨¢s caro a?ade radar para aparcar, doble techo, sensor de lluvia y cuero.
Conclusi¨®n
El Avantime es una buena idea con aristas sin pulir. Unas afectan a la l¨ªnea (zaga); otras, al interior (acceso y asientos), y el resto, a la mec¨¢nica (elasticidad, cambio manual...). Tiene un buen comportamiento, un equipo completo y un precio alto, aunque no exagerado. Pero sus carencias penalizan las virtudes de un coche v¨¢lido, interesante e innovador.
AL DETALLE
- LA ORIGINALIDAD NO ES SUFICIENTE No hay ning¨²n coche que se le parezca, pero es una alternativa a las berlinas de lujo y los cup¨¦s exclusivos con m¨¢s espacio interior. El Avantime apuesta por la originalidad, aunque su car¨¢cter innovador se reduce casi a la forma y soluciones est¨¦ticas de la carrocer¨ªa: la mec¨¢nica no aporta nada nuevo. Destaca la l¨ªnea y el equipo de seguridad de serie. Y la luminosidad y sensaci¨®n de amplitud del habit¨¢culo, sus argumentos m¨¢s exclusivos. Pero por el mismo precio se pueden adquirir modelos con la clase y calidad del BMW 530, o deportivos tan sugerentes como el Mercedes CLK 230 que corren m¨¢s y gastan menos. - MUCHOS DETALLES MEJORABLES La exclusividad del Avantime se aprecia poco en el interior, que comparte elementos del Espace: volante, pulsadores... Tiene un salpicadero moderno que integra en el centro una enorme guantera doble. Pero hay muchos puntos mejorables, como las puertas laterales, muy grandes (1,4 metros) y pesadas (55 kilos). Y a pesar de abrirse en dos fases dejan poco ¨¢ngulo de apertura, exigen mucho esfuerzo y cierran mal. Lo mismo ocurre con el asiento del pasajero: el tirador que lo desplaza hacia delante para poder pasar atr¨¢s es duro e impreciso. En cambio hay un pulsador que abre a la vez el techo y las ventanillas: como no lleva pilar central entre las puertas hace sentirse como en un descapotable. Pero en las plazas traseras falta espacio para las piernas. El maletero es muy grande y permite colocar la bandeja en dos alturas. En cambio, la zaga es chocante y poco atractiva.
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