Nueva York desprecia al euro en una visita de Romano Prodi a Wall Street

En Estados Unidos no conocen el entusiasmo que ha despertado en Europa la nueva moneda. Romano Prodi, presidente de la Comisi¨®n Europea, lo comprob¨® en un acto de presentaci¨®n del euro, celebrado el viernes por la tarde (hora local) en la Bolsa de Wall Street, caracterizado por la ausencia total de los invitados americanos, empezando por el presidente del parqu¨¦ neoyorquino, Richard Grasso. Prodi, resignado y lac¨®nico, afirm¨® que 'los americanos ir¨¢n conociendo el euro poco a poco. No se trata de hacerle la compentencia al d¨®lar'.

Nueva York. Son las seis y media de la tarde un viernes en Wall Street. A estas horas s¨®lo se oyen los pasos de los ¨²ltimos empleados que esperan tomar el tren de cercan¨ªas hacia un merecido fin de semana. En una de las salas del parqu¨¦, el presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, vende los m¨¦ritos del euro ante una reducida audiencia, en el silencio sepulcral de los ordenadores apagados. La modesta ceremonia de presentaci¨®n confirm¨® el escaso inter¨¦s de los inversores y medios norteamericanos por la nueva moneda.

Richard Grasso, el presidente de la Bolsa de Nueva York, no pudo acudir 'por razones familiares', explica uno de los portavoces de la Comisi¨®n en Nueva York. Le sustituye Georges Ugeux, jefe de operaciones internacionales, que tambi¨¦n resulta ser presidente de la C¨¢mara de Comercio Belgo-Americana. Los asistentes escuchan displicentes el breve discurso de Prodi sobre un 'acontecimiento que ha cambiado la realidad'. La mayor¨ªa son diplom¨¢ticos o empresarios europeos. No hay pr¨¢cticamente ning¨²n norteamericano. 'Los invitamos, pero nadie ha respondido', confiesa una de las responsables de las 12 c¨¢maras de comercio de la zona euro que han organizado el evento. En la mesa han quedado al menos la mitad de las credenciales. Tras Prodi interviene Roy Goodman, un senador local que desde hace 32 a?os representa el barrio este de Manhattan y que agradece al 'primer ministro italiano... no... al primer ministro europeo', sus amables palabras.

Un responsable de Air France termina la breve ceremonia sorteando un viaje para dos en Concorde (se lo llevar¨¢ un miembro de la misi¨®n luxemburguesa ante la ONU). 'Esto no es exactamente la presentaci¨®n del euro', trata de explicar Serge Bellanger, presidente de la C¨¢mara Franco-Americana, 'es un acto simb¨®lico. El se?or Ugeux nos propuso hacer una peque?a recepci¨®n en la Bolsa y nos pareci¨® una buena idea'. Christoher Matthews, portavoz de la Comisi¨®n en Nueva York, asegura, sin embargo, que el prop¨®sito era en parte familiarizar a los neoyorquinos con la nueva moneda y de paso recordarles la campa?a europea para las v¨ªctimas del 11 de septiembre, que consiste en dejar las viejas pesetas o francos o marcos en unas cajitas en el Banco de Nueva York.

'La verdad es que no entiendo lo que estamos haciendo aqu¨ª', reconoce uno de los invitados, que prefiere mantener el anonimato. Mientras, Prodi va saludando amablemente a los asistentes. 'Estados Unidos descubrir¨¢ el euro paso a paso', dice el presidente de la Comisi¨®n, preguntado sobre el mutismo de la prensa norteamericana ante la nueva moneda, 'no se trata de hacerle la competencia al d¨®lar'.

A pocos metros, las estrellas del canal financiero MSNBC retransmiten en directo sus ¨²ltimos informes burs¨¢tiles. A pesar de estar casi rodeados de los invitados al acto, ninguna mencion¨® en sus cr¨®nicas la visita del m¨¢ximo responsable europeo.