El Congreso de EE UU investiga a Enron por la mayor suspensi¨®n de pagos de la historia

El misterio de la ¨¦pica volatilizaci¨®n de Enron -la mayor comercializadora de energ¨ªa del mundo, que en un visto y no visto pas¨® de una capitalizaci¨®n burs¨¢til de m¨¢s de 77.000 millones de d¨®lares a los actuales 500- entra este mes en el Congreso de Estados Unidos. Dem¨®cratas y republicanos se preparan para una investigaci¨®n en la que se cruzar¨¢n lo financiero y lo pol¨ªtico, a la luz de las estrechas relaciones entre la compa?¨ªa y la Administraci¨®n de George Bush, amigo personal del presidente de Enron. La firma ha traspasado uno de sus principales activos, un gasoducto de m¨¢s de 25.000 kil¨®metros, a su rival Dynegy.

Enron sorprendi¨® a todos al declarar hace un mes la mayor suspensi¨®n de pagos de la historia y poner en la calle a miles de empleados en una historia que es la del patito feo al rev¨¦s. 'La rapidez con la que cay¨® esta compa?¨ªa es sorprendente', dice Joseph Lieberman, presidente del Comit¨¦ de Asuntos Gubernamentales del Senado, apenas vuelto de las vacaciones, mientras prepara los papeles de la investigaci¨®n.

Dos comit¨¦s del Senado, tres de la C¨¢mara de Representantes, la Comisi¨®n del Mercado de Valores y los departamentos de Justicia y de Trabajo van a tratar de desvelar el enigma de la mayor suspensi¨®n de pagos de la historia presentada por Enron, con activos de 49.800 millones de d¨®lares (54.780 millones de euros) y un pasivo confesado de 31.200, que se sospecha pueden resultar muchos m¨¢s cuando se profundice en las hasta ahora impenetrables cuentas de la firma de Houston.

Sociedades opacas

Entre los muchos secretos de Enron, ninguno como el de la existencia de centenares de sociedades privadas regidas por directivos de la compa?¨ªa y creadas para asumir deudas y activos dudosos. Sin ser completamente independientes de Enron, estas asociaciones estaban lo suficientemente fuera como para no contribuir al balance de la compa?¨ªa, de modo que enmascaraban las p¨¦rdidas reales de Enron.

El monumental esc¨¢ndalo de la que hasta poco antes hab¨ªa sido la ni?a bonita de Wall Street desplom¨® la cotizaci¨®n de Enron. La ¨²nica salvaci¨®n estaba en la venta. En noviembre, otra compa?¨ªa rival en Houston, Dynegy, puso sobre la mesa unos 9.000 millones de d¨®lares, incluidos los 1.500 a cambio de un atractivo gasoducto que un¨ªa Tejas con el Medio Oeste, y acept¨® asumir 13.000 millones en deudas. En medio de crecientes dudas sobre la viabilidad de Enron y aceleradas p¨¦rdidas burs¨¢tiles, Dynegy quiso ver con m¨¢s detalle los libros contables. Enron puso insalvables trabas al escrutinio. Cuando finalmente la deuda de Enron fue degradada a la categor¨ªa de bonos basura, Dynegy retir¨® la oferta. No iba a pagar 9.000 millones por nada. Al poco, Enron declar¨® la suspensi¨®n de pagos.

'Todos estamos tratando de ver qu¨¦ pas¨®', declaraba hace unos d¨ªas el consejero delegado, Jeffrey Skilling, con cara de p¨®quer. 'Fue una tragedia. Yo estaba convencido de que la compa?¨ªa estaba en perfecto estado'. Algunos documentos de los que ha hablado la prensa especializada sugieren que Skilling y Lay aprobaron la creaci¨®n de las asociaciones privadas. Un responsable de Arthur Andersen, auditora que dio el visto bueno a todas las cuentas de Enron, asegur¨® el mes pasado ante una comisi¨®n de investigaci¨®n que se hab¨ªa advertido a los directivos del riesgo de incurrir en conducta delictiva con esos veh¨ªculos financieros.

La investigaci¨®n en el Congreso se abrir¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 24 con objetivos m¨²ltiples: ver si hay actuaci¨®n delictiva en las medidas de Lay, Skilling y otros; determinar c¨®mo es posible que tal fiasco se produjera sin que nadie lo viera venir; considerar cambios para evitar fen¨®menos semejantes...

Enron y Lay prestaban extrema atenci¨®n a la clase pol¨ªtica, a cuyas necesidades destinaron la pasada d¨¦cada 5,77 millones de d¨®lares (6,3 millones de euros), seg¨²n el Center for Responsive Politics, organismo independiente que fiscaliza las donaciones a pol¨ªticos. Enron es uno de los mayores donantes pol¨ªticos de EE UU y George Bush uno de los principales beneficiarios, con casi 115.000 d¨®lares dedicados a sostener su carrera hacia la Casa Blanca. Tres de cada cuatro d¨®lares de Enron en los a?os noventa fueron a parar a la causa republicana.