Elton John y Billy Joel suman talentos en su cuarta gira por Estados Unidos

Son dos grandes estrellas que se han juntado a precio de oro. Billy Joel y Elton John han comenzado esta semana en Washington su cuarta gira conjunta por EE UU. Terminar¨¢n en marzo con varios conciertos en el Madison Square Garden de Nueva York, pero conseguir entradas es complicado -se agotan a los pocos minutos de ponerse a la venta- y es, sobre todo, un dispendio: cuestan 175 d¨®lares por barba (154 euros).

En el mundo de la m¨²sica es dif¨ªcil que el egocentrismo de las estrellas soporte compartir escenario con alguien de la misma talla, salvo que sea s¨®lo unos minutos en un concierto ben¨¦fico que les permita quedar bien. En cambio, Elton John y Billy Joel, cuyos egos son tan descomunales como sus cuentas corrientes, acaban de empezar una gira conjunta tan cordial que parecen destinados a convertirse en pareja art¨ªstica para el resto de su vida. Para el p¨²blico, la suma de dos talentos multiplica el deleite. El propio Billy Joel -como si no fuera culpa suya- lo reconoci¨® entre canci¨®n y canci¨®n: 'Gracias por pagar este precio tan rid¨ªculo. Tendr¨¦is que empezar a ahorrar otra vez para que vuestros hijos vayan a Harvard'.

?se era realmente el p¨²blico de Washington: padres que pod¨ªan permitirse este lujo y que se levantaban a bailar mientras sus hijos adolescentes, a su lado, miraban con cara de 'Pap¨¢, por favor, qu¨¦ bochorno'. Pocas estrellas de la m¨²sica pueden combinarse con semejante perfecci¨®n.

El secreto es el mismo en las carreras del brit¨¢nico y el estadounidense: el paso del tiempo parece no afectar a las melod¨ªas y los acordes que salen de sus pianos. El per¨ªmetro de sus cinturas, el corte de pelo de los m¨²sicos y la falta grotesca de agilidad desvelan la edad de las canciones; incluso ellos lo convierten en motivo de burla: 'Robert Downey Jr. y Justin Timberlake, de 'N Sync, salen en mi ¨²ltimo v¨ªdeo. Tengo m¨¢s a?os que los dos juntos', dec¨ªa Elton John. '?Ten¨ªa tanto pelo cuando compuse esta canci¨®n!', suspiraba Billy Joel toc¨¢ndose la calva. Otro detalle: cada uno ten¨ªa un tele-prompter sobre su piano para leer los versos que cantaban y suplir los fallos de memoria.

Todo esto es, sin embargo, una suma intrascendente de nimiedades frente a la delicia de su m¨²sica. En Washington, en el mismo estadio en el que ahora juega Michael Jordan con los Wizards, Elton John y Billy Joel dieron a su p¨²blico lo que su p¨²blico siempre querr¨¢ o¨ªr, ¨¦xitos. Elton John cant¨® toda su obra m¨¢s reconocible pero s¨®lo toc¨® dos temas de su ¨²ltimo disco, Songs from the West Coast, que la revista Rolling Stone considera uno de los mejores del a?o y de su carrera.

Billy Joel, que no saca un disco nuevo desde hace casi 10 a?os (y dice que no sacar¨¢ m¨¢s), promocion¨® una grabaci¨®n de piezas cl¨¢sicas que ha compuesto, pero afortunadamente no se atrevi¨® a interpretarlas. Ni siquiera importaba que los arreglos fueran demasiado sencillos o demasiado parecidos a los de las grabaciones originales: hay muy pocas estrellas de tanto calibre como para que su presencia en el escenario tenga un efecto redentor sobre la puesta en escena. Y los dos rockeros cincuentones tienen esa estatura.

Las tres horas y media de concierto est¨¢n perfectamente repartidas: se presentan juntos con versiones compartidas de Your song y Just the way you are, se separan para actuar en solitario una hora cada uno y se vuelven a juntar para el gran final. Es esa ¨²ltima media hora la que musicalmente vale casi tanto como el precio de las entradas: John y Joel repasan su discograf¨ªa a medias, se rinden tributo mutuo y se enfrentan en duelos de voces y pianos. Joel ayuda a John en Candle in the wind o Bennie and the jets; John ayuda a Joel en Piano man o Moving out. Y juntos homenajean a George Harrison con una versi¨®n inmaculada del Here comes the sun de los Beatles.

Y se lo pasan bien sentados frente a frente cada uno en su piano: 'Yo mismo estoy viendo el concierto: levanto la mirada y tengo enfrente a Elton John. Tengo el mejor asiento del estadio', dice Billy Joel. Al final, Elton John, con sus chaquetas fosforescentes, y Billy Joel, con la sobriedad de su traje negro, parec¨ªan hechos el uno para el otro. Abrazos, aplausos y a contar los millones: su p¨²blico volver¨¢ a pagar siempre que decidan volver.