Un motor sorprendente

El Polo parece por fuera un Lupo grande. Pero tiene un interior amplio y pr¨¢ctico, unos mandos de tacto suave y refinado, y una buena posici¨®n de conducci¨®n: volante regulable en altura y distancia, y banqueta del asiento ajustable tambi¨¦n en altura. Todo esto le permite ofrecer una conducci¨®n c¨®moda y agradable porque exige poco esfuerzo y se adapta a todas las estaturas, incluso las m¨¢s altas.

Tres cilindros con mucho nervio

Al margen de estos detalles, todos de serie ya en la versi¨®n b¨¢sica, sorprende el nuevo motor 1.2 12v. de 65 CV y s¨®lo tres cilindros.

Esta soluci¨®n reduce consumos y emisiones, sobre todo en ciudad, aunque casi siempre a costa de m¨¢s sonoridad y vibraciones. Pero el propulsor de VW destaca por su suavidad, apenas hace ruido y casi no se nota que tiene un cilindro menos. Y al mismo tiempo sorprende por su alegr¨ªa y facilidad para subir hasta 6.000 vueltas sin aparente esfuerzo, responde con br¨ªo desde muy bajo r¨¦gimen y ofrece unas prestaciones satisfactorias que permiten incluso viajar sin agobios. S¨®lo acusa su ajustada potencia al adelantar y a plena carga, y le falta algo de fuerza en las subidas, porque pierde velocidad. Pero lleva un cambio con las marchas m¨¢s bien cortas que permiten sacarle partido.

Los consumos no destacan tanto, aunque son algo inferiores a los de sus rivales equivalentes: gasta seis litros a ritmos suaves, sube a ocho en ciudad y puede llegar a nueve si se estiran las marchas.

C¨®modo y equilibrado

La solidez y calidad del Polo se aprecian en el comportamiento din¨¢mico y sensaci¨®n de robustez del conjunto: absorbe los baches, no vibra y est¨¢ bien aislado. Adem¨¢s, los reglajes de suspensiones y las medidas de las ruedas de serie son apropiados para la potencia del motor y aportan un buen equilibrio en cualquier trazado: tiene aplomo en autopista y se defiende sin mucho balanceo lateral en zonas viradas. Y se adapta bien a todo tipo de asfaltos, porque no transmite los baches al volante. Por lo dem¨¢s, los frenos son correctos, pero no tienen ABS de serie, una incongruencia en un utilitario de precio y aspiraciones elitistas. A cambio, puede montar como opci¨®n el control de estabilidad ESP (970 euros), que es muy recomendable e incluye el ABS.

El Polo 1.2 es un coche ¨¢gil y f¨¢cil de conducir que a pesar de su motor de baja cilindrada, pero muy eficiente en ciudad, puede cumplir bien en todas partes.