Hunosa afronta su noveno ajuste

La empresa estatal minera Hunosa, la mayor compa?¨ªa espa?ola del sector; que pervive desde su constituci¨®n, hace 35 a?os, en una situaci¨®n de cuantiosas p¨¦rdidas econ¨®micas permanentes y que a¨²n hoy es el principal sustento laboral de los valles hulleros de la cuenca carbon¨ªfera central asturiana, acaba de anunciar un nuevo ajuste contundente. Su accionista universal, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), aspira a suprimir en los pr¨®ximos cuatro a?os un tercio de las instalaciones productivas de la compa?¨ªa, con nuevos cierres de explotaciones; reducir la producci¨®n en el 33,3% y disminuir la plantilla en el 42%, mediante prejubilaciones no traum¨¢ticas, antes de finales de 2005.

Los sindicatos mineros han tachado el plan de 'liquidacionista' y de 'sentencia de muerte'. Consideran inviable la estructura de empresa y de plantilla resultantes del dise?o propuesto por la SEPI porque las prejubilaciones se concentran, en el 90% de los casos, afirman, en el personal m¨¢s avezado en el arranque del mineral, lo que entra?ar¨¢ una descapitalizaci¨®n profesional que har¨¢ insostenible la producci¨®n despu¨¦s de 2005 y abocar¨¢ a la empresa al cierre. El presidente regional del PP, el senador Ovidio S¨¢nchez, sostiene, por el contrario, que es voluntad del Gobierno de la naci¨®n que Hunosa siga existiendo m¨¢s all¨¢ de 2010.

En todo caso, las centrales sindicales juzgan inasumible una nueva destrucci¨®n de empleo en las cuencas hulleras del Caudal y del Nal¨®n si no se plantean medidas compensatorias e iniciativas reindustrializadoras y de diversificaci¨®n econ¨®mica efectivas en unos espacios territoriales que, tras haber asistido al desmantelamiento sider¨²rgico en los a?os ochenta, perviven sometidas al casi exclusivo monocultivo del carb¨®n, en franco declive, y ajustes continuos desde hace dos d¨¦cadas.

El presidente del Principado, el socialista Vicente ?lvarez Areces, calific¨® la propuesta de 'muy dura', y considera que 'no se puede aceptar' por su severo impacto para la econom¨ªa regional y porque incumple el llamado Pacto de la Miner¨ªa, suscrito por el Gobierno del PP con los sindicatos del sector para 1998-2005, en el que se preve¨ªa un ajuste menos severo.

Respuesta sindical

De no modificarse la propuesta, los sindicatos han anunciado movilizaciones, y el SOMA-FIA-UGT ya ha puesto fecha: los mineros boicotear¨¢n la cumbre del Consejo de Ministros de Econom¨ªa y Finanzas de la UE (Ecof¨ªn), que se celebrar¨¢ en Oviedo el mes pr¨®ximo. 'Si se mantiene esta propuesta, los ministros europeos van a encontrar un ambiente de tensi¨®n', advirti¨® el dirigente minero de la UGT Jos¨¦ ?ngel Fern¨¢ndez Villa.

Los ocho planes sucesivos de ajuste laboral -¨¦ste ser¨¢ el noveno- acometidos en Hunosa desde el fin del franquismo, fundamentalmente por los Gobiernos de PSOE y PP, para tratar de poner coto y freno a la espiral de p¨¦rdidas crecientes que caracteriz¨® a la compa?¨ªa desde su nacimiento, en 1967, a resultas de la nacionalizaci¨®n de una decena de empresas privadas al borde de la quiebra o ya quebradas, se han pactado siempre al cabo de largos meses de negociaci¨®n en medio de un clima de tensi¨®n y crispaci¨®n extremas. El plan que ahora se acaba de consumar -el que estuvo vigente de 1998 a 2001-, y que fue el primero firmado por los mineros con un Gobierno del PP, tampoco estuvo exento de una elevada crispaci¨®n, pese a que fue una de las negociaciones m¨¢s livianas que se han conocido en Hunosa: dej¨® un saldo de 30 d¨ªas de disturbios y paros, una tensi¨®n y crispaci¨®n sociales intensas, 14 trabajadores detenidos, 22 contusionados, dos heridos de consideraci¨®n y un obrero fallecido tras ser arrollado accidentalmente por un veh¨ªculo cuando participaba en una barricada.

Lo que la SEPI acaba de plantear ahora para el pr¨®ximo cuatrienio es la clausura de tres de los nueve pozos con que a¨²n cuenta la compa?¨ªa estatal minera, el cierre de uno de los tres lavaderos de mineral que a¨²n perviven, la desagregaci¨®n y posterior privatizaci¨®n de una peque?a central t¨¦rmica de producci¨®n el¨¦ctrica con que cuenta la empresa y la supresi¨®n o venta de sus 14 economatos. La pretensi¨®n es reducir la producci¨®n en otras 600.000 toneladas -el a?o pasado produjo 1,8 millones de toneladas- y eliminar, mediante medidas no traum¨¢ticas, 2.622 puestos de trabajo de los 6.151 con que concluy¨® el pasado ejercicio.

De esta manera, la empresa, que naci¨® con 18.757 trabajadores en 1967, que lleg¨® a tener 26.294 mineros cuando en 1970 se consumaron las ¨²ltimas nacionalizaciones de minas privadas -salvo la posterior de Minas de Figaredo, en 1980- y que hace s¨®lo 17 a?os, en 1985, a¨²n daba ocupaci¨®n a casi 21.000 personas, llegar¨¢ a finales de 2005 con apenas 3.529 trabajadores. La producci¨®n de hulla -que en 1982 a¨²n alcanzaban los 4,3 millones de toneladas anuales- disminuir¨¢ en los pr¨®ximos cuatro a?os de los 1,8 millones de toneladas actuales a s¨®lo 1,2, y el n¨²mero de explotaciones subterr¨¢neas (ahora posee nueve en activo, pero lleg¨® a tener 28 pozos) se habr¨¢ reducido a s¨®lo seis antes de cuatro a?os.

El drama de la miner¨ªa hullera asturiana es su inviabilidad. Y lo ha sido pr¨¢cticamente desde el origen de la industrializaci¨®n del sector, hace siglo y medio.