Cierre de minas
Representantes de las parroquias y C¨¢ritas de las cuencas mineras onubenses hemos reflexionado sobre la situaci¨®n laboral, social y humana que provoca el cierre de las minas. La preocupaci¨®n de las comunidades cristianas ante el sufrimiento familiar que tal situaci¨®n est¨¢ generando, nos impulsa a denunciar la injusticia de esta realidad. La oscuridad ante el futuro de miles de familias y, sobre todo, de los j¨®venes nos mueve a solidarizarnos con todos los que sufren esta situaci¨®n.
Somos conscientes de la complejidad del problema y de las dificultades de encontrar soluciones definitivas. Pero creemos que es necesario, desde la humildad de nuestra voz, manifestar nuestra solidaridad y apoyo moral a todos los afectados. Como dice el Concilio Vaticano II: 'Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los disc¨ªpulos de Cristo. Nada hay verdaderamente que no encuentre eco en su coraz¨®n'.
El neoliberalismo econ¨®mico y financiero que ha globalizado su influencia, tiene sus leyes inexorables a las que somete su actuaci¨®n. El inter¨¦s y la rentabilidad son los principios-valores a los que sacrifica todo lo que se oponga a su crecimiento. Si las materias primas son m¨¢s baratas en el Tercer Mundo, se traen a las sociedades ricas, aunque haya que cerrar yacimientos con siglos de historia, y aunque tales decisiones afecten a miles de familias.
Lo aut¨¦nticamente humano, aunque produzca dolor y sufrimiento, no entra en esos macroproyectos. Desde nuestra limitaci¨®n reiteramos nuestra solidaridad con todos los afectados y nuestro deseo de que entre todos ayudemos a crear una sociedad m¨¢s justa, donde imperen los valores aut¨¦nticamente humanos.
Nos atrevemos a urgir a todas las administraciones, sindicatos y colectivos implicados a buscar soluciones eficaces para el desarrollo integral de nuestras cuencas mineras.
Igualmente creemos que estas soluciones deben superar la tentaci¨®n de 'parchear' con peque?as ayudas para calmar y sedar el conflicto social, y desde ahora se pongan las bases de la promoci¨®n de nuestros pueblos.
Y, por ¨²ltimo, manifestar el deseo de que se superen los conflictos y divisiones que dificultan a¨²n m¨¢s la salida a esta crisis.
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