El conflicto de Montalb¨¢n
El se?or Josu Montalb¨¢n cabalga a velocidades supers¨®nicas a los brazos del nacionalismo vasco. Alg¨²n d¨ªa nos contar¨¢, o se nos har¨¢ evidente, a cambio de qu¨¦. Parec¨ªa incre¨ªble verle el martes en la mesa del debate de Elkarri sobre la paz y el konflikto. Y lo peor, escucharle. O quiz¨¢s leerle en estas p¨¢ginas esas magn¨ªficas frases sobre el maravilloso invento que es el socialismo ¨¦tico, nuevo, que procure la felicidad y convierta la utop¨ªa en algo alcanzable; en definitiva, un socialismo ¨²til. Toda clase de apellidos, menos el m¨¢s evidente, el socialismo posibilista que le permita a usted y los suyos mantenerse en el carguito.
Daba gusto verle en el acto de Elkarri, en Getxo, rodeado de prebostes nacionalistas y muletillas ¨²tiles, afirmar rotundamente, para no ser menos que los dem¨¢s, que el konflikto, 'sin duda existe', que 'tenemos que conseguir que los sentimientos de todos los vascos y las vascas puedan expresarse'. ?No le suena este lenguaje? Se?or Montalb¨¢n, lea el p¨¢rrafo 66 del Documento Ideol¨®gico elaborado por la gestora de su partido donde se dice: 'el llamado conflicto pol¨ªtico vasco carece de bases objetivas'. O el p¨¢rrafo 79 : 'es mentira que la autodeterminaci¨®n traiga la Paz', o, respecto del llamado ¨¢mbito vasco de decisi¨®n: 'Estamos ante otra falacia que debe ser combatida' (p¨¢rrafo 90). En fin, tome nota de la suerte que tiene de no representar a un partido como el PNV en el que la discrepancia se paga con la expulsi¨®n. Y si pierde el pr¨®ximo congreso, act¨²e en consecuencia y v¨¢yase del carguito.
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