M¨²sica para una 'road movie' con clase

Con una carrera musical de lo m¨¢s imaginativa y coherente, aunque proyectada fuera del cauce del gusto mayoritario, el santanderino Nacho Mastretta contin¨²a ascendiendo pelda?os en una escalera musical que no se sabe muy bien hasta d¨®nde asciende, pero que s¨ª va dejando en cada escal¨®n una estela de inter¨¦s. Esto ¨²ltimo es muy importante, porque la m¨²sica de consumo -en todos sus g¨¦neros- se ha vuelto de un tiempo a esta parte muy poco interesante. Sonando algunas veces a Nino Rota o Henry Mancini, otras al t¨¢ndem Goran Bregovic-Emir Kusturica y tambi¨¦n como si Mastretta y su grupo se hubieran enredado en el Libertango de Astor Piazzolla, Nacho y su esquel¨¦tico armaz¨®n de m¨²sicos, de un obsesivo minimalismo t¨ªmbrico y sonoro, ofrecen un nuevo camino para perseguir a la m¨²sica; una v¨ªa m¨¢s visual y que, por consiguiente, es deudora tanto de lo que suena como de las visiones casi cinematogr¨¢ficas que ese sonido conjura.

Mastretta escogi¨® para la presentaci¨®n en sociedad de su ¨²ltimo y reciente ¨¢lbum M¨²sica de autom¨®vil la participaci¨®n de otros vientos con los que reforzar las melod¨ªas solistas, as¨ª como una guitarra llena de eco y que otras veces pod¨ªa sonar como esos conciertos de serrucho que sol¨ªan dar en las ferias y circos freak de anta?o. En cuanto al ritmo, el porcentaje de ritmos grabados ha disminuido con respecto a otros planteamientos de directo de Mastretta, y a Ricardo Moreno s¨®lo le falta un wok para aporrear marcando ese ritmillo de incipiente groove; a veces tan na?f como si de cacerolas y cacharros se tratase.

Discos enteros

En cuanto a los temas interpretados, la mayor parte de ellos eran del citado nuevo disco, que parece concebido para el ¨²nico aliado que le queda hoy al mel¨®mano: el reproductor de CD del coche. Este aparato casi te obliga a escuchar los discos enteros y, si se es especialmente vago, a volverlos a o¨ªr otra vez hasta que el propietario se decide a cambiar de CD. A ese nivel, el ¨²ltimo elep¨¦ de Mastretta resulta perfecto para dejar que suene una y otra vez en el habit¨¢culo del coche: por su variedad, por el car¨¢cter evocador de su m¨²sica y por el sentido del humor que destilan canciones como ?ltima vuelta en Monmel¨®, Reparto a domicilio, Michel¨ªn o Avent¨®n en auto-stop. Como se ve, la intenci¨®n de Mastretta es crear la banda sonora para una road movie en la que el autom¨®vil sea escenario y protagonista. Un bello intento para hacer que, al menos, un peque?o sector de la m¨²sica pop que se hace en Espa?a muestre algo distinto.