El Congreso obliga al ex presidente de Enron a declarar sobre la quiebra
Kenneth Lay ser¨¢ citado la pr¨®xima semana
Kenneth Lay, el ex presidente de la compa?¨ªa energ¨¦tica Enron, tendr¨¢ que comparecer ante el Congreso de Estados Unidos. Dos grupos de investigaci¨®n del caso Enron, el Subcomit¨¦ de Comercio del Senado y el Comit¨¦ de Servicios Financieros de la C¨¢mara de Representantes, firmaron ayer convocatorias ejecutivas (subpoenas), que a¨²n no llevan fecha, para el supuesto m¨¢ximo responsable de una gigantesca quiebra empresarial con graves indicios de fraude y extensas implicaciones pol¨ªticas.
El hecho de que Lay no compareciera voluntariamente el lunes hiri¨® el orgullo de los congresistas y encon¨® todav¨ªa m¨¢s una investigaci¨®n parlamentaria, paralela a la policial y la burs¨¢til, cuyo tono es de la m¨¢xima ferocidad. Se supone que la citaci¨®n de Kenneth Lay se fijar¨¢ para un d¨ªa de la semana pr¨®xima.
Enron y Kenneth Lay eran los principales contribuyentes a las campa?as electorales del presidente estadounidense, George W. Bush. Pero sufragaban tambi¨¦n a numerosos parlamentarios, tanto republicanos como dem¨®cratas. Quiz¨¢ para distanciarse del esc¨¢ndalo, en el que han perdido sus pensiones miles de trabajadores, los miembros de las comisiones investigadoras adoptan un tono brutal en los interrogatorios, televisados en directo por algunas cadenas y ampliamente resumidos en todos los informativos.
Ayer, el blanco de las iras del Comit¨¦ de Servicios Financieros de la C¨¢mara de Representantes fue Joseph Berardino, presidente de Arthur Andersen, la firma que asesoraba a los gestores de Enron y auditaba sus cuentas.
El presidente de Arthur Andersen trat¨® de restar importancia al informe realizado por un profesor de Tejas, William Powers, sobre las causas de que la mayor compa?¨ªa energ¨¦tica del mundo se viniera abajo en pocos meses.
Powers, que trabajaba por encargo del actual consejo de Enron, bajo tutela judicial, concluy¨® que se hab¨ªan sumado varios factores, en los que insisti¨® ayer y el lunes ante el Congreso: absoluto descontrol en la gesti¨®n, enriquecimiento il¨ªcito por parte de directivos y falseamiento sistem¨¢tico de la informaci¨®n proporcionada a los accionistas y las autoridades burs¨¢tiles.
Joseph Berardino arguy¨® que Powers no hab¨ªa contactado con Arthur Andersen y no hab¨ªa o¨ªdo la versi¨®n de los auditores, por lo que atribu¨ªa a ¨¦stos una responsabilidad excesiva.
En general, Berardino se parapet¨® tras la complejidad del asunto y, aunque no rehuy¨® ninguna cuesti¨®n, insisti¨® una y otra vez en que faltaban a¨²n datos para saber por qu¨¦ ocurri¨® la cat¨¢strofe. Pero no pudo evitar rapapolvos como el siguiente, formulado por un congresista dem¨®crata: '?C¨®mo pudieron hacer ustedes esto? A usted, como capit¨¢n del barco, como conductor del coche, ?no se le ocurri¨® que Enron se encaminaba al desastre? ?No se le ocurri¨® hacer sonar la alarma? ?C¨®mo pudieron? Esto es indignante. Estoy tan furioso que he olvidado mi propia pregunta'.
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