El factor Johan
- Regiones de la inteligencia. Mart¨ªnez, Madrid, Telemadrid, canal televisivo desde el que se emite Hala Madrid, programa sobre el centenario del club ese. Hoy el programa va sobre los 5-0. Un programa ecum¨¦nico, pues en dos temporadas el dream team endi?¨® un 5-0 al Madrid, y al a?o siguiente, el Madrid hizo lo propio con el post-dream team -?el sleep team?-. A tales efectos, el programa ha invitado a Jorge Valdano y Johan Cruyff, entrenadores de cuando las dos efem¨¦rides. El encuentro entre ambos ide¨®logos puede ser un combate de cierta regi¨®n del ingenio contra cierta regi¨®n del ingenio. Y de dos regiones de la inteligencia.
- Dos inteligencias. En la d¨¦cada de 1980 se solidificaron varios aspectos llamativos de la cultura espa?ola, bastante inestables desde los a?os setenta. Fue entonces cuando empez¨® a tirar cierto tipo de futbolista le¨ªdo. Supongo que, en un momento de recuperaci¨®n cultural, los referentes que flu¨ªan en el ambiente eran los referentes del ¨²ltimo periodo de normalizaci¨®n cultural por aqu¨ª abajo. Y que un futbolista le¨ªdo ven¨ªa a equivaler a una suerte de Ignacio S¨¢nchez Mej¨ªas postmodern. Es una ¨¦poca en la que se forma el canon del futbolista le¨ªdo, con figuras como Pardeza -ex Madrid, ex Zaragoza-, que practica la cr¨ªtica literaria en prensa, acude a presentar libros de escritores a gog¨®, y cuyas valoraciones sobre la cultura no difieren de otro t¨¦cnico de la cultura. Todo ello puede orientar el hecho de que la cultura que adquiri¨® su forma final en la d¨¦cada de 1980 es apta para futbolistas, y figuras como Jorge Valdano. Valdano, encaja completamente con el canon del futbolista le¨ªdo. Quiz¨¢ ¨¦l es el 90% del canon, si bien su brillantez proviene en parte de la ense?anza p¨²blica argentina -cuando, snif, exist¨ªa-, un sistema educativo que facilitaba una educaci¨®n cachas y uniforme en un pa¨ªs de emigraci¨®n. Esta ma?ana a primera hora, por cierto, en revistas argentinas de deportes, como Ol¨¦, es com¨²n leer entrevistas a futbolistas en las que el futbolista utiliza, sin exhibirse, una cultura personal alta. Bueno, frente a esta idea no conflictiva de cultura de Pardeza-Valdano -la cultura como cosa chachi, bonita, que queda bien, y que tiene la misma lectura para un Nobel que para un futbolista-, est¨¢ Johan, un tipo de quien, al contrario de Valdano, no se sabe qu¨¦ libro est¨¢ leyendo. O incluso, si ha le¨ªdo alguno.
Programa en Telemadrid sobre el centenario blanco. Van Valdano y Cruyff, dos regiones de la inteligencia
- La otra inteligencia. Un futbolista se dedica a una cosa para la que se exigen otras arrugas en el cerebro. La inteligencia de un genio del f¨²tbol tiene que ver m¨¢s con el f¨²tbol que con esa otra cosa llamada realidad. Cuando esa inteligencia vibra, produce una belleza dif¨ªcil de ubicar. Ese es el patrimonio de Johan, un tipo que, cuando habla, suele construir im¨¢genes hermosas y perplejas, como un ombligo. Valdano es el autor de 'un equipo es un estado de ¨¢nimo', o 'la esencia del f¨²tbol es el gol'. S¨ª. Bueno. Vale. Pero la ¨²nica vez que he hablado con Johan, asist¨ª a un festival de pirotecnia de una inteligencia extra?a, que es lo que se le debe exigir a las inteligencias extra?as. Hablando de f¨²tbol, Johan solt¨® una imagen divertida -'todos los jugadores sudan sus colores. Hasta los del Madrid. Si bien el blanco no es un color'-, y luego, hablando de pol¨ªtica -tema muy poco cultivado por Cruyff-, cre¨® una imagen espectacular para describir el franquismo -'entonces, la mano estaba en Madrid'-, y una buena imagen de la Espa?a de los a?os setenta: 'Me sorprendi¨® que aqu¨ª una chica pod¨ªa salir de noche sin que nadie le dijera nada por la calle, algo imposible en Holanda. Luego comprend¨ª que aqu¨ª nadie pod¨ªa decir nada por la calle'. Guau. Bueno. Llego a Telemadrid. En una sala al lado del plat¨® me encuentro con Valdano y Johan. En conversaci¨®n de ascensor. Valdano explica la an¨¦cdota de un amigo suyo, que se fue de viaje a un pa¨ªs yuyu y un poli le sac¨® 500 d¨®lares. Trincu-trincu. Johan explica que un d¨ªa, en un aeropuerto le quisieron sacar un pico. ?l pidi¨® un recibo, y el funcionario se raj¨®. 'En cuando tienen que dar su nombre, se tiran para atr¨¢s'. En la an¨¦cdota de Valdano hay una exposici¨®n del mundo. En la de Johan hay una lectura del mundo. Quiz¨¢ eso ilustre ambas inteligencias.
- Dos inteligencias frente a frente. Se inicia el programa. Sale Valdano. Aplausos. Bla-bla. Sale Johan. Pocos aplausos. Estamos en un programa del centenario de la Cosa Blanca. Eso es normal. Lo que no es normal es que Valdano y el presentador del programa -Juanma L¨®pez Iturriaga, ex baloncestista del Madrid, otro S¨¢nchez Mej¨ªas de los ochenta, showman televisivo en el siglo XXI- desaparezcan ante Johan. Valdano empieza a hablar de Johan. Realiza una valoraci¨®n del Johan futbolista -'decid¨ªa los partidos; m¨¢s que el ¨¢rbitro'-, y explica por en¨¦sima vez el ¨²nico encuentro que jug¨®, con el Alav¨¦s, contra Johan -'me pregunt¨® cu¨¢ntos a?os ten¨ªa. Se lo dije. Me dijo que, con 19 a?os, a Cruyff se le habla de usted'-. Perlas Johan. Definici¨®n del dream team: 'Un equipo que decid¨ªa antes del partido lo que iba a pasar'. Definici¨®n del 5-0 sufrido ante el Madrid: 'De la humillaci¨®n sacas cosas buenas'. Definici¨®n del papel del entrenador: 'Cuando te vas al vestuario con 3-0 no hace falta hablar'. Definici¨®n de la pelota oficial de los Mundiales de Jap¨®n & Corea: '?Es de balonmano?'. A mitad de programa, Johan se va arreando al aeropuerto. No quiere pasar la noche en Madrid. Cuando desaparece, Valdano empieza a existir un poquito. Valdano, eso que no existe cuando est¨¢ Cruyff delante, la esencia del futbolista le¨ªdo, ha renovado completamente el discurso de un Real Madrid que ol¨ªa a calcetines y An¨ªs del Mono. Johan, la esencia del genio, ni est¨¢ ni se le espera en Can Bar?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.