'Tenemos que proteger a un gran n¨²mero de testigos que han recibido amenazas de muerte'
Carla del Ponte, la suiza que ostenta el cargo de fiscal especial del Tribunal de La Haya para los cr¨ªmenes en la antigua Yugoslavia, ha elaborado en los ¨²ltimos d¨ªas cuidadosamente la intervenci¨®n, de una media hora, que hoy tendr¨¢ ante el tribunal y donde se?alar¨¢ directamente como responsable de la tragedia de los Balcanes al ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic.
Pregunta. ?No teme a las acusaciones que se le hacen de ser un instrumento en manos de los estadounidenses?
Respuesta. ?ste no es un proceso ni contra Serbia ni contra los serbios. Es una investigaci¨®n puntual basada en pruebas que demuestran la responsabilidad penal y personal de Milosevic. En las audiencias preliminares ¨¦l se ha defendido diciendo que su pa¨ªs simplemente se ha defendido de las agresiones de otros, pero documentos irrebatibles y diversos testimonios demostrar¨¢n que no ha sido ni mucho menos as¨ª.
P. ?Ha cambiado algo en la actitud de los serbios?
R. Efectivamente, algo est¨¢ cambiando. Hay un dato objetivo: nos est¨¢n llegando muchos testimonios nuevos de los que no ten¨ªamos noticia. Hay una disponibilidad para revelar atrocidades que antes faltaba casi del todo.
P. ?Hasta qu¨¦ punto hay en Belgrado personas que tienen algo que temer de los testigos que usted presentar¨¢?
R. Hasta el punto de que incluso 10 d¨ªas antes de declarar muchos testigos ser¨¢n desconocidos y s¨®lo el tribunal sabr¨¢ qui¨¦nes son. Tenemos que proteger a un gran n¨²mero que ha sufrido graves amenazas.
P. ?Qu¨¦ amenazas?
R. Amenazas de muerte. Por ejemplo, Sinisa Vucinic, jefe del partido de la mujer de Milosevic, ha amenazado p¨²blicamente a nuestros testigos.
P. ?Existe un plan para eliminar a los testigos de la acusaci¨®n?
R. En Belgrado todos saben qui¨¦nes fueron los hombres de confianza de Milosevic. Se intenta dar un escarmiento para asustar a los que han decidido hablar. Sospechan qui¨¦nes pueden venir a La Haya y, aunque no est¨¢n seguros, amenazan de todas formas. Por tanto, los testigos tienen que decidirse entre venir y arriesgarse o quedarse tranquilos en casa.
P. ?Le preocupa esto?
R. Ciertamente no estar¨ªa tranquila en audiencias donde hubiera menos testigos de los que he puesto en mi informe.
? La Repubblica / EL PA?S
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