El n¨²mero de alumnas marroqu¨ªes en la escuela cae en picado al llegar a secundaria

El caso de F¨¢tima ha alertado a las administraciones del bajo porcentaje de alumnas marroqu¨ªes que acceden a la secundaria. Mientras que en edades tempranas el porcentaje de ni?as y ni?os que acuden a los colegios es muy similar, en el paso a los institutos esa proporci¨®n cae en picado, a pesar de que la escolarizaci¨®n es obligatoria hasta los 16 a?os. Las asociaciones que trabajan con el colectivo marroqu¨ª aseguran que la raz¨®n del absentismo femenino es que la familias de inmigrantes econ¨®micos no ven la escuela como una posibilidad de promoci¨®n sociecon¨®mica para sus hijas.

En la comunidad de Madrd, donde hay 7.384 marroqu¨ªes en los colegios e institutos, el porcentaje de ni?as escolarizadas en las edades muy tempranas es similar al de ni?os: en infantil (de cero a seis a?os) es del 45% y en primaria, del 44%. Sin embargo, en los institutos este porcentaje desciende diez puntos, a pesar de que en Espa?a la escolaridad es obligatoria hasta los 16 a?os. Tan s¨®lo el 35,8% de los 1.180 marroqu¨ªes de entre 12 y 14 a?os que hay en el primer ciclo de la ESO son chicas. En el segundo ciclo el porcentaje se recupera levemente en favor de las j¨®venes: el 41,8% de los 744 marroqu¨ªes es mujer.

La Junta de Andaluc¨ªa sospecha que las hijas de inmigrantes en situaci¨®n irregular se escolarizan menos que los varones. En Almer¨ªa, los inspectores de Educaci¨®n estiman que entre los trabajadores sin papeles, los varones escolarizados son alrededor de un 70% y las adolescentes tan s¨®lo el 30%. 'Este desfase puede indicar que, a partir de cierta edad, las familias que viven en cierta clandestinidad tienen tendencia a no enviar a las ni?as a los institutos', dice un t¨¦cnico de la Delegaci¨®n de Educaci¨®n en Almer¨ªa.

El departamento de Ense?anza de Catalu?a detect¨® hace ya algunos meses el problema que supone el absentismo escolar cuando se llega al final de la educaci¨®n primaria; pero es una sospecha que no est¨¢ documentada. Se trata de musulmanas procedentes de pa¨ªses del Magreb y de Asia que, al cumplir los 12 ¨® 13 a?os, abandonan el circuito escolar para dedicarse plenamente a sus familas, sus hermanos o, en algunos casos, para casarse. A¨²n as¨ª, el Parlamento de Catalu?a aprob¨® a finales del a?o pasado una resoluci¨®n para que el Gobierno auton¨®mico adopte 'medidas para garantizar el derecho a la educaci¨®n de las ni?as que proceden de familias inmigrantes'.

'Es curioso, porque se trata de la misma estructura que se da en los colegios del pa¨ªs de origen', asegura Malika Abdelaziz, encargada de los tema educativos de la Asociaci¨®n de Trabajadores Inmigrantes Marroqu¨ªes en Espa?a (Atime). 'El problema de la falta de escolarizaci¨®n en la secundaria es que las familias no ven la escuela como posibilidad de promoci¨®n socioecon¨®mica para la segunda generaci¨®n, sino como fuente de conflictos'. Esta argelina, que trabaja a diario con madres para que se animen a llevar a sus hijas a los centros, est¨¢ convencida de que la ¨²nica forma de acabar con el absentismo femenino en estas edades es 'concienciar a los padres inmigrantes de que la educaci¨®n es clave del progreso'.

'Es la t¨®nica general de la cultural tradicional musulmana. Cuando las chicas llegan a la pubertad las familias prefieren que vayan educ¨¢ndose en la tarea del hogar, que es lo que representa el ideal sublime de la mujer', explica Tom¨¢s Calvo, director del Centro de Estudios sobre Migraci¨®n y Racismo. Y a?ade: 'Pero no es ¨²nicamente un tema religioso. Es tambi¨¦n un tema de clase. Las familias no ven un valor especial en que la chica estudie, prefieren que est¨¦ en casa ayudando a la madre, porque as¨ª contribuye m¨¢s eficazmente al sostenimiento de la familia'.

El portavoz de la comunidad isl¨¢mica Ahmed¨ªa, Qamar Fazal, niega tajantemente que la religi¨®n tenga algo que ver en todo este asunto. 'La educaci¨®n es un principio b¨¢sico del islam. Un dicho del Santo Profeta lo dice tajantemente: la adquisici¨®n de conocimiento es obligatoria para todo musulm¨¢n y musulmana'. En su opini¨®n 'influye mucho m¨¢s que la inmigraci¨®n procede de un nivel socioecon¨®mico muy bajo'.

Lo que nadie niega es que los perjudicados del choque cultural son en ¨²ltima instancia los ni?os y las ni?as. La v¨ªa de actuaci¨®n habitual pasa por el di¨¢logo de los centros con las familias. En los casos extremos, el proceso podr¨ªa llegar a finalizar con la retirada de la patria potestad a los padres. Pero estas fases pueden llegar a costar m¨¢s de un a?o, por lo que profesores, directores y trabajadores sociales han optado por la mano izquierda: intentar convencer a las familias de los beneficios que puede suponer para sus hijos llevarlos al colegio.

Esta informaci¨®n ha sido elaborada por Leonor Garc¨ªa, Clara Blanchar y Ana L. Escudero.