Estrategias de la pintura
La historia del arte nos muestra los episodios de la larga lucha de la pintura por superar la eficacia narrativa del teatro y las cualidades formales de la escultura, artes que se identifican con la idea m¨¢s genuina del clasicismo griego. Las leyes de la perspectiva, el dominio de los matices crom¨¢ticos, la imitaci¨®n fiel de los detalles y la consecuci¨®n de la sensaci¨®n de verismo son algunos de los recursos por medio de los cuales la pintura ha ido consiguiendo, seg¨²n la intuici¨®n de Horacio, ser tanto como la poes¨ªa. Pero esta historia de la evoluci¨®n de tan portentosos recursos pl¨¢sticos no ha permitido conseguir la hegemon¨ªa eterna de la pintura sobre las dem¨¢s artes. La fotograf¨ªa, en el siglo XIX, compite con ella en verismo y narratividad, lo que obliga a los pintores, tomando el t¨¦rmino militar de vanguardia, a desarrollar argucias de contrapartida, como el espacio cubista o la abstracci¨®n expresionista. Ahora, nuevamente amenazada la pintura por manifestaciones heterog¨¦neas, por la desmaterializaci¨®n del arte o por la expansi¨®n de las tecnolog¨ªas, la pintura se ve obligada a desarrollar otra idea militar, la de estrategia.
JAVIER DE JUAN
Galer¨ªa Max Estrella Santo Tom¨¦, 6. Madrid Hasta el 9 de marzo
Una posible interpretaci¨®n de las ¨²ltimas pinturas de Javier de Juan (Linares, 1958) ser¨ªa posible desde una 'estrategia' de resistencia, ya que este artista parece responder con su obra al momento poco propicio que atraviesa la pintura, mostrando unas obras que se apartan del tradicional concepto de cuadro. A caballo entre la 'valija' de Marcel Duchamp y el camarote de los Hermanos Marx, sus ¨²ltimas obras se desarrollan en cajas de madera, como las que se utilizan para el transporte, y en peque?os habit¨¢culos en los que el espectador queda rodeado por objetos, libros, botellas e im¨¢genes que recrean el mundo privado del artista, encerr¨¢ndose en un microcosmos que genera un ambiente propicio para una contemplaci¨®n distendida de la pintura, ambiente de aislamiento que Javier de Juan asimila al Para¨ªso.
Estas obras son lugares complejos en los que las im¨¢genes pintadas comparten el espacio pl¨¢stico con frases escritas, objetos banales y fotograf¨ªas encoladas, forzando una intimidad que permite la complicidad entre espectador y obra. La propuesta de Javier de Juan es sugerente y no deja de tener su inter¨¦s, pero el car¨¢cter anecd¨®tico de algunos de los iconos y objetos utilizados, as¨ª como el desenfado con que se han planteado los espacios, resta rigor y eficacia a la estrategia, qued¨¢ndose la exposici¨®n en la muestra de un repertorio de gui?os simp¨¢ticos.
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