Microsoft afronta su juicio por monopolio con la abierta oposici¨®n de nueve Estados
Un tribunal examinar¨¢ a partir del mi¨¦rcoles el pacto entre EE UU y el gigante inform¨¢tico
Acusadores y defensores en el complejo proceso contra Microsoft llegan por fin esta semana a la sala del tribunal en la que se decidir¨¢n en buena medida las normas del juego empresarial en el sector de la inform¨¢tica. Los fiscales de nueve Estados mantienen una oposici¨®n abierta al acuerdo extrajudicial alcanzado entre el Gobierno de EE UU y la compa?¨ªa, pese a las concesiones de ¨²ltima hora de Microsoft para lograr su apoyo. La primera vista, con Bill Gates como testigo, determinar¨¢ a partir del mi¨¦rcoles si un pacto extrajudicial beneficia al consumidor. La segunda ronda de sesiones comienza la semana pr¨®xima para fijar qu¨¦ castigo se impondr¨¢ el gigante inform¨¢tico por pr¨¢cticas monopolistas.
El laberinto judicial del caso Microsoft encuentra una puerta de salida en esas dos citas judiciales. Ahora mismo, la situaci¨®n es la siguiente: un tribunal de apelaciones desestim¨® hace nueve meses la sanci¨®n impuesta por un juez de Washington que pretend¨ªa segregar la empresa de Bill Gates en dos compa?¨ªas diferentes, una para sistemas operativos y otra para programas. Pero, al mismo tiempo, el tribunal de apelaciones confirm¨® el veredicto de culpabilidad; quedaba demostrado que Microsoft cometi¨® delitos monopolistas en contra de la libre competencia al usar su poder para acaparar el mercado.
A partir de ah¨ª, el caso cambi¨® de manos y pas¨® a depender de la juez Colleen Collar-Kotelly, encargada de fijar una sanci¨®n rigurosa, pero no tan desproporcionada como la del magistrado anterior. Collar-Kotelly abri¨® el proceso a la opini¨®n de expertos e impuls¨® los contactos para un acuerdo extrajudicial.
El pacto lleg¨®, pero s¨®lo parcialmente: el acuerdo lo suscriben Microsoft, el Departamento de Justicia de EE UU y nueve de los 18 Estados que se sumaron a la demanda. Los otros nueve se niegan a firmar el acuerdo, porque no creen que las sanciones recogidas en el texto sean suficientes para evitar nuevos desmanes monopolistas por parte de Microsoft. Entre los fiscales de la l¨ªnea dura est¨¢n los de los Estados con m¨¢s peso en el sector tecnol¨®gico, California y Massachusets.
Supervisi¨®n independiente
B¨¢sicamente, el acuerdo que ofrece Microsoft obliga a la compa?¨ªa a someterse a una supervisi¨®n independiente de sus pr¨¢cticas empresariales. Los fabricantes de ordenadores y los consumidores podr¨¢n desinstalar productos de Microsoft contenidos en Windows con mayor facilidad y la compa?¨ªa no podr¨¢ volver a exigir exclusividad en el software a los grandes fabricantes.
La empresa de Gates tambi¨¦n tendr¨¢ que facilitar algunos cap¨ªtulos del c¨®digo fuente (el lenguaje de programaci¨®n) de Windows para que otras empresas puedan desarrollar programas -sobre todo de Internet, audio y v¨ªdeo- tan compatibles con el sistema operativo como los que fabrica la propia Microsoft. La firma se compromete ahora a proporcionar un acceso equitativo a las tecnolog¨ªas llamadas middleware, que b¨¢sicamente facilitan la navegaci¨®n por Internet, la mensajer¨ªa instant¨¢nea y la reproducci¨®n de ficheros de audio y v¨ªdeo.
Ese acuerdo inicial ha sido retocado en dos ocasiones -la ¨²ltima, la semana pasada- para tratar de ganar el apoyo de los nueve Estados que mantienen su beligerancia judicial. Pero ni el Gobierno de EE UU -m¨¢s ben¨¦volo en la era Bush con las grandes corporaciones- ni los defensores de Microsoft han conseguido llevar a su lado a esos nueve fiscales que piden m¨¢s dureza en las sanciones a la compa?¨ªa e insisten en que, para empezar, la empresa debe comercializar una versi¨®n de Windows sin programas adicionales, especialmente de acceso a Internet.
En las sesiones de vista oral la juez deber¨¢ decidir si el acuerdo beneficia o no a los consumidores. Sea cual sea el resultado, los nueve Estados disidentes podr¨¢n seguir adelante con su demanda, pero ning¨²n tribunal estar¨¢ de su lado si hay una sentencia firme que considere adecuado y suficiente el pacto extrajudicial que esta semana se somete a examen.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.