EE UU admite que se enfrenta a una batalla 'muy sangrienta' en Afganist¨¢n
Las milicias talibanes y de Al Qaeda siguen resistiendo en las cumbres de la regi¨®n de Gardez
Cientos de talibanes y milicianos de Al Qaeda segu¨ªan resistiendo ayer en las cumbres cercanas a Gardez el ataque m¨¢s duro lanzado por EE UU desde que empez¨® la guerra en Afganist¨¢n. El general Tommy Franks elev¨® en un centenar, hasta unos mil, el n¨²mero de tropas estadounidenses participantes en el asalto, y los aliados afganos tambi¨¦n aportaron refuerzos. 'Es una batalla muy dura y muy sangrienta', reconoci¨® el general John Rosa, miembro del Estado Mayor. 'La resistencia puede haberse reducido ligeramente desde el primer d¨ªa, pero el combate durar¨¢', agreg¨®.
'Son combatientes expertos, disponen de buenas posiciones defensivas y, seg¨²n parece, est¨¢n dispuestos a morir', coment¨® el general Rosa. 'Muchos de ellos han muerto ya, probablemente m¨¢s de 200', a?adi¨®. Por parte estadounidense, las bajas mortales en la batalla son ocho (no nueve, como inform¨® el lunes el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld) y los heridos superan los 40, aunque s¨®lo una veintena est¨¢n graves. Un portavoz del gobierno de Kabul dijo ayer que los muertos afganos ascend¨ªan a siete.
La batalla de Gardez comenz¨® el viernes, cuando el general Franks puso en marcha la llamada Operaci¨®n Anaconda. Se le hab¨ªa asignado ese nombre porque el plan del Pent¨¢gono se inspiraba en el m¨¦todo por el que la anaconda, una serpiente de gran tama?o, se enrosca en torno a sus v¨ªctimas y las mata por asfixia. La idea b¨¢sica consist¨ªa en establecer un cerco alrededor de las monta?as, para evitar fugas, y desatar un fort¨ªsimo ataque a¨¦reo contra las cimas, apoyado por la infanter¨ªa.
Los milicianos, que se congregaron en esas cumbres conforme ca¨ªa el r¨¦gimen talib¨¢n, tras haber escapado en bastantes casos a pa¨ªses vecinos y ocasionalmente acompa?ados por sus familias, ocultas con ellos en las fortificaciones y soportando los mismos bombardeos y el mismo fr¨ªo, presentaron una resistencia mucho m¨¢s s¨®lida de lo que se esperaba. La aviaci¨®n estadounidense atac¨® durante dos d¨ªas sin interrupci¨®n con bombarderos B-52, cazabombarderos F-16, naves artilladas AC-130 y varios Mirage 2000 y Sper-Etendards aportados por Francia, adem¨¢s de helic¨®pteros de asalto.
'Es dif¨ªcil imaginar el ruido y la violencia de un ataque de ese tipo; es casi paralizante', coment¨® ayer el general Rosa. Las defensas, sin embargo, no aflojaron. 'Combaten en grupos peque?os, de dos, cinco, veinte personas, separados entre s¨ª y dif¨ªciles de localizar desde el aire; esta parte de la guerra debe resolverse desde tierra', explic¨® el general Tommy Franks.
Franks decidi¨® que las fuerzas estadounidenses, apoyadas por unos 200 soldados de ¨¦lite aportados por Alemania, Noruega, Francia, Canad¨¢ y Australia, asumieran por una vez el papel de punta de lanza, ya que las tropas afganas carec¨ªan de medios para evitar las minas plantadas en la zona y ascender hasta las posiciones enemigas, a unos 3.000 metros de altura. Decenas de helic¨®pteros de transporte Chinook se encargaron de desplazar pelotones de soldados hasta las cercan¨ªas de los b¨²nkeres de Al Qaeda. 'Los combates terrestres se efect¨²an a una distancia de unos 100 metros', dijo Abdul Matin Hasan, uno de los comandantes del contingente afgano.
Dos Chinook fueron alcanzados en la noche del domingo al lunes. Seg¨²n la versi¨®n del Pent¨¢gono, el primero recibi¨® el impacto de una granada y, aunque consigui¨® escapar del ataque, perdi¨® a uno de sus tripulantes, que cay¨® del aparato y muri¨®. Poco despu¨¦s lleg¨® otro Chinook al mismo lugar y recibi¨® varias r¨¢fagas de ametralladora que obligaron al piloto a intentar un aterrizaje forzoso. Seis soldados murieron en el aterrizaje y en la refriega posterior.
Esta versi¨®n es cuestionada, sin embargo, en medios militares aliados, quienes aseguran que, adem¨¢s de los dos Chinook, al menos un helic¨®ptero de ataque Apache habr¨ªa sido tambi¨¦n derribado y agregan que los milicianos de Al Qaeda estar¨ªan utilizando misiles antia¨¦reos Stinger de baja cota y no s¨®lo lanzagranadas y artiller¨ªa. El s¨¢bado por la noche, cuando el Pent¨¢gono s¨®lo hab¨ªa informado de la muerte de uno de sus soldados, la base de Bagram, 46 kil¨®metros al norte de Kabul, a donde EE UU ha traslado parte de las fuerzas desplegadas en Kandahar, recibi¨® ya cinco cad¨¢veres, adem¨¢s de una quincena de heridos.
M¨¦dicos espa?oles
El ministro de Defensa espa?ol, Federico Trillo-Figueroa, quien visit¨® Afganist¨¢n el pasado fin de semana, confirm¨® ayer que la unidad m¨¦dica espa?ola destacada en Bagram est¨¢ atendiendo a soldados norteamericanos heridos en los combates, aunque rehus¨® entrar en detalles.
El coronel Jaime Coll, jefe del destacamento espa?ol en Afganist¨¢n, manifest¨® ayer, en una entrevista en directo con internatutas a trav¨¦s de elpais.es, que los combates de las monta?as de Gardez no suponen un peligro a?adido para las tropas espa?olas, ya que ¨¦stas se encuentran en 'una zona distinta' y cumpliendo una 'misi¨®n diferente'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.