Wenger y la fraternidad del alcohol
Arsene Wenger causa perplejidad en el f¨²tbol ingl¨¦s por su inter¨¦s en romper con ciertos h¨¢bitos muy arraigados. El del alcohol, por ejemplo, consumido de forma fraterna y masiva por los protagonistas, sean futbolistas o entrenadores.
Una de las costumbres m¨¢s inquebrantables en Inglaterra es dar por bueno cualquier resultado y fraternizar en torno a unas cuantas pintas de cerveza. Despu¨¦s de cada partido, los jugadores se re¨²nen con sus adversarios por un lado mientras los entrenadores lo hacen por otro. As¨ª ha ocurrido siempre y as¨ª ocurrir¨¢ en la medida en que no aparezcan insurgentes como Wenger.
El entrenador del Arsenal no acude nunca a esas reuniones postpartido, y no son pocos los que se lo reprochan. A la cabeza est¨¢ el venerable Alex Ferguson, representante de la vieja manera brit¨¢nica de vivir el f¨²tbol. Ferguson considera un tanto sospechoso a Wenger por su resistencia a beber en compa?¨ªa y romper una norma no escrita de buenos modales.
Pero Wenger tambi¨¦n tiene defensores en este cap¨ªtulo. La relaci¨®n alcohol-f¨²tbol ha sido desastrosa para la reputaci¨®n del f¨²tbol ingl¨¦s. Jugadores, entrenadores y, por supuesto, aficionados han sido protagonistas de historias de pesadumbre y violencia. Muchos grandes futbolistas, con George Best y Paul Gascoigne en primera l¨ªnea, han sido v¨ªctimas de la bebida. Lo mismo ha ocurrido con algunos entrenadores.
Las voces cr¨ªticas contra la fraternidad del alcohol se escuchan en diversos ¨¢mbitos de la opini¨®n p¨²blica. Es hora de romper con tradiciones demasiado destructivas, dicen, y ponen como ejemplo a Wenger, el entrenador que pretende sacar al f¨²tbol ingl¨¦s de algunas convenciones sagradas.
El caso es que le va bien en uno de los equipos m¨¢s prestigiosos de Inglaterra. El Arsenal, que debe su nombre a una antigua f¨¢brica de armas cercana a Highbury, fue el club en el que Herbert Chapman invent¨® la c¨¦lebre WM, t¨¢ctica que cambi¨® el sentido del f¨²tbol antes de la Segunda Guerra Mundial. En el Arsenal se hizo famoso George Graham por su f¨²tbol defensivo y por alguna Liga inolvidable, como aqu¨¦lla que gan¨® en Anfield con un gol de Thomas en el ¨²ltimo minuto. Es aqu¨ª donde Wenger ha afrancesado el f¨²tbol, ha impuesto m¨¦todos diet¨¦ticos que casi causaron rebeliones -el delantero Ian Wright no pod¨ªa creer que su t¨¦cnico le obligara a comer pescado-, ha construido un equipo s¨®lido que mezcla vigor con calidad y se ha convertido en la alternativa m¨¢s cre¨ªble al Manchester.
Alternativa, porque el excelente trabajo de Wenger no ha servido para acabar con una hegemon¨ªa fascinante, construida alrededor de un entrenador del que le separan muchas cosas. Entre ellas, una pinta de cerveza.
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