El premio Nobel de econom¨ªa James Tobin fallece a los 84 a?os
Desarroll¨® en EE UU las teor¨ªas de Keynes
James Tobin, premio Nobel en 1981 y uno de los m¨¢s influyentes economistas del siglo XX, falleci¨® el lunes en New Haven (Connecticut), sede de la Universidad de Yale, reci¨¦n cumplidos los 84 a?os. Tobin desarroll¨® en Estados Unidos las teor¨ªas de Keynes, cuya vigencia segu¨ªa defendiendo. Una preocupaci¨®n constante de su trabajo fue estudiar c¨®mo la econom¨ªa afectaba a la vida del ciudadano de a pie. Su propuesta de crear un impuesto sobre los intercambios monetarios internacionales, conocido como tasa Tobin, le hizo popular entre los movimientos antiglobalizaci¨®n.
James Tobin naci¨® en Champaign (Illinois) en una familia de clase media en la que la madre era una trabajadora social y el padre lleg¨® a ser jefe de prensa de deportes de la universidad. Era un entorno con el sentido com¨²n que el estereotipo atribuye al Medio Oeste de Estados Unidos y el hecho de crecer en los a?os de la Depresi¨®n influy¨® decisivamente en la orientaci¨®n e ideas econ¨®micas del joven Tobin. 'Era muy f¨¢cil interesarse por la econom¨ªa', declar¨® hace unos a?os al peri¨®dico The New York Times, 'porque estaba claro que las cosas que estaban mal en el mundo ten¨ªan mucho que ver con la econom¨ªa'.
La aparici¨®n de la Teor¨ªa General del Empleo, el Inter¨¦s y el Dinero en los a?os en que estudiaba econom¨ªa becado en Harvard fue como un fogonazo para el brillante estudiante. Su talento intelectual fue reflejado a?os despu¨¦s en El mot¨ªn del Caine, donde el novelista Herman Wouk, que conoci¨® a Tobin en un programa de formaci¨®n de oficiales de la Navy, introduce a un personaje, el cadete Tobit, 'con el cerebro como una esponja... muy por delante de los dem¨¢s en su campo'.
La intervenci¨®n de los poderes p¨²blicos en la econom¨ªa por la que abogaba el brit¨¢nico Keynes en los a?os treinta fue desarrollada a lo largo del tiempo por Tobin hasta alcanzar su m¨¢xima expresi¨®n pol¨ªtica en la presidencia de Kennedy. Al presidente le intrigaban las ideas del economista y le llam¨® a formar parte de su Consejo de Asesores Econ¨®micos. El ya entonces profesor de Yale se resisti¨®. 'Yo soy un economista de torre de marfil', aleg¨® infructuosamente ante un presidente que le respondi¨®: 'Yo soy lo que usted podr¨ªa llamar un presidente de torre de marfil'. Tobin permaneci¨® a?o y medio trabajando para la Casa Blanca, tiempo suficiente para producir un estudio junto otros dos economistas que iba a marcar el debate pol¨ªticoecon¨®mico durante d¨¦cadas, debate que sobrevive a su autor.
Pleno empleo
Tobin recomendaba la puesta en pr¨¢ctica de pol¨ªticas orientadas al pleno empleo, una mayor competencia, estrictos controles de las tensiones monopolistas y la fuerte inversi¨®n en educaci¨®n, ciencia, tecnolog¨ªa e infraestructura. Recientemente, dijo: 'Creo que sigue valiendo, pero puede que est¨¦ prejuiciado'.
Tras dejar los aleda?os del ejecutivo en 1962, Tobin volvi¨® a la universidad, donde sus ideas siguieron afectando a la pol¨ªtica. En aquella misma d¨¦cada elabor¨® su teor¨ªa a favor de la reducci¨®n de los impuestos como m¨¦todo favorecer la redistribuci¨®n de la renta al tiempo que se manten¨ªan los incentivos para el trabajo, una teor¨ªa explotada en la actualidad con objetivos pol¨ªticos discutidos por su creador.
El economista siempre tuvo su coraz¨®n en la izquierda y critic¨® la candidatura presidencial del ultraconservador Barry Goldwater, a quien tuvo la satisfacci¨®n de ver derrotado aplastantemente por Lindon Johnson. Aquella satisfacci¨®n pol¨ªtica se vio empa?ada a?os mas tarde por la derrota del dem¨®crata George McGovern, a quien aconsejaba en econom¨ªa, ante Richard Nixon.
Tobin recibi¨® el Nobel de Econom¨ªa en 1981 'por su creativo y extenso trabajo en el an¨¢lisis de los mercados financieros y su relaci¨®n con las decisones de gastos, empleo, producci¨®n y precios', seg¨²n la Academia, que tambi¨¦n subray¨® 'c¨®mo se puede decir hoy de pocos economistas que hayan conseguido tantos seguidores y ejercido tal influencia' como Tobin. La Academia desatac¨® as¨ª mismo la importancia de la teor¨ªa de la cartera elaborada por Tobin, que ¨¦l explicaba con un modismo que tiene dram¨¢tica trascendencia a la luz de la quiebra de Enron: 'No pongas todos los huevos en la misma cesta'.
Tobin, definido por otro Nobel, Paul Samuelson, como 'el arquetipo del profesor americano de finales del siglo XX', sigui¨® trabajando y escribiendo despu¨¦s de jubilarse en 1988. Dinero, cr¨¦dito y capital, su ¨²ltimo libro, fue publicado en 1997.
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