Una colecci¨®n difunde obras filos¨®ficas que 'sirven para orientar la vida'

'He elegido a los 10 fil¨®sofos que llevo en el coraz¨®n y en el pensamiento, a los que me han servido para orientar mi vida'. Las palabras de Maite Larrauri resumen la idea central de la colecci¨®n Filosof¨ªa para profanos, de la editorial valenciana T¨¤ndem. Larrauri, que escribe los textos, y el dibujante Max, que se ocupa de ilustrar los libros, presentaron ayer la colecci¨®n en Sevilla.

Los libros de esta colecci¨®n no pretenden contar la vida de los fil¨®sofos ni resumir sus teor¨ªas, sino que apuestan por abrir una puerta a su pensamiento a trav¨¦s de uno de sus conceptos esenciales. Los textos se combinan, adem¨¢s, con las vi?etas de Max, que trascienden la mera ilustraci¨®n hasta convertirse en aut¨¦nticas narraciones.

T¨¤ndem Edicions ha publicado ya tres de los libros a un precio de 10 euros cada ejemplar. Se trata de El deseo seg¨²n Gilles Deleuze; La sexualidad seg¨²n Michel Foucault; y La libertad seg¨²n Hannah Arendt. La guerra seg¨²n Simone Weil est¨¢ en preparaci¨®n. Los libros restantes ser¨¢n El cuerpo seg¨²n Spinoza; Lo superhumano seg¨²n Nietzsche; y La creaci¨®n seg¨²n Bergson. Larrauri apunt¨® que 'probablemente' otros libros estar¨¢n dedicados a Plat¨®n y Lucrecio, y 'quiz¨¢s' a S¨¦neca.

A Larrauri se le ocurri¨® la idea de esta colecci¨®n 'porque la filosof¨ªa es una cosa que apasiona a mucha gente'. La suya fue una apuesta vital. 'Ninguno de los libros ser¨¢ sobre fil¨®sofos que tenga que estudiar para escribir sobre ellos. Escribo de los fil¨®sofos que me gustan y me s¨¦', agreg¨® Larrauri, que es doctora en Filosof¨ªa, profesora de instituto y autora de Spinoza y las mujeres y Anarqueolog¨ªa, entre otros libros. Larrauri lament¨® que algunas obras filos¨®ficas tengan un 'lenguaje cr¨ªptico'. 'Los fil¨®sofos no deben escribir para ser le¨ªdos por otros fil¨®sofos', recalc¨®.

Larrauri record¨® que 'en estos momentos no hay un gran debate filos¨®fico que arrastre a gente profana'. 'A Foucault lo le¨ªa la gente de cultura y [su obra] era un objeto apasionante de discusi¨®n', a?adi¨®. Larrauri recomend¨® leer estos libros 'en un tren o un domingo lluvioso por la tarde'. 'Son libros para leerlos de un tir¨®n', dijo la autora de los textos.

Por su parte, Max coment¨® que le cost¨® 'mucho encontrar la manera de ilustrar' estos libros. 'Cuando Maite me propuso trabajar con ella, era un profano. Sin embargo, Maite me contagi¨® el gusto por la filosof¨ªa', dijo Max. El dibujante solvent¨® las dificultades cuando se dio cuenta de que su 'error era querer ilustrar'. 'Lo que ped¨ªan [los libros] era una narraci¨®n', concluy¨® Max.