Juan Barjola ofrece en Vitoria una muestra de sus aportaciones al expresionismo hisp¨¢nico
El pintor extreme?o es uno de los mejores exponentes de la vanguardia del siglo XX
La obra pict¨®rica de Juan Barjola (Torre de Miguel Sesmero, Badajoz, 1919) entronca directamente con la tradici¨®n del llamado expresionismo hisp¨¢nico, con dedeudas que le ligan a Vel¨¢zquez, Goya o El Greco. As¨ª se puede comprobar en la exposici¨®n antol¨®gica de su obra que ha organizado la Fundaci¨®n Caja Vital en su sala de Vitoria (Postas, 13-15) donde se presentan un total de 56 ¨®leos del pintor extreme?o, desde sus inicios m¨¢s cercanos a los postulados del cubismo hasta sus ¨²ltimas aportaciones, mucho m¨¢s dram¨¢ticas y maduras.
La muestra reivindica a un creador que ha mantenido una trayectoria contempor¨¢nea sin perder las referencias por la pintura cl¨¢sica. El comisario de la exposici¨®n, Antonio Mach¨®n, disculpaba ayer la ausencia del artista en la inauguraci¨®n de la antol¨®gica: 'Juan Barjola se encuentra en perfecto estado de salud, es una aut¨¦ntica encina del monte extreme?o trasplantada al barrio madrile?o de Vallecas, pero es un creador que no puede pasar un d¨ªa sin pintar, ni alejarse demasiado de El Prado'.
Su ligaz¨®n con la primera pinacoteca de Espa?a es evidente en un recorrido por la obra de quien se ha reconocido deudor de Vel¨¢zquez, Goya y hasta de Picasso. La influencia de estos tres maestros en su trayectoria es inversa en el tiempo. En los primeros cuadros del pintor pacense aparece la deuda con el malague?o, la referencia m¨¢s inmediata para los que en aquel entonces comenzaban con los pinceles.
Seg¨²n avanza en su carrera, se aprecia una mayor deuda con Vel¨¢zquez y Goya, pero tambi¨¦n con Brueghel, El Greco y El Bosco, referentes de un autor que ya ten¨ªa claro su vinculaci¨®n con esa 'larga l¨ªnea expresivista' que se inicia en la Edad Media y que contin¨²a hasta hoy, en palabras del poeta Antonio Gamoneda en su rese?a titulada Barjola: lo bello y lo terrible que sirve de pr¨®logo al cat¨¢logo de la muestra.
Pero tambi¨¦n ha mantenido un contacto continuo con las tendencias que segu¨ªan sus compa?eros espa?oles y europeos. Ah¨ª est¨¢, por ejemplo, la vinculaci¨®n con la corriente de la 'nueva figuraci¨®n' que apareci¨® en los a?os sesenta y de la que Barjola es el ¨²nico representante espa?ol. En ese momento, se comienza a observar la decisi¨®n del pintor extreme?o por la elaboraci¨®n de un lenguaje pict¨®rico propio que haga referencia a lo que acontece a su alrededor.
Una fuerza subversiva
'En Barjola, con independencia de las propuestas tem¨¢ticas o de representaci¨®n, hay, en la visi¨®n y en la organizaci¨®n globales del cuadro una fuerza subversiva', contin¨²a Gamoneda en el texto citado. Y tambi¨¦n recursos obsesivos y continuos, como son los perros, que siempre tienen un lugar en los cuadros del pintor afincado en Vallecas. 'Quiz¨¢s sea la met¨¢fora m¨¢s frecuente de quien pas¨® su infancia en una de las tierras m¨¢s pobres de Espa?a y vivi¨® en el Madrid de la posguerra, la imagen del perro apaleado', explic¨® ayer Antonio Mach¨®n.
Ese perro que asoma en algunos cuadros imprescindibles de Vel¨¢zquez y Goya pasa a tener en la ¨²ltima obra de Barjola un papel nuclear. Son criaturas dolientes como ese Perro del suburbio que pint¨® en el ¨²ltimo a?o del siglo pasado.
La exposici¨®n, que estar¨¢ abierta al p¨²blico hasta el pr¨®ximo 5 de mayo, ofrece, sobre todo, una muestra de los ¨²ltimos trabajos del creador, entre los que no falta una serie de tauromaquias, adem¨¢s de otras miradas a los mundos s¨®rdidos de la prostituci¨®n o de la vida en los bajos fondos.
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