Veh¨ªculos po¨¦ticos de la danza

Es muy dif¨ªcil aunar sobre la escena poes¨ªa y baile. A priori, puede parecer sencillo; pues no, se trata de tarea compleja, en lo est¨¦tico y en lo moral, sobre todo si, como ha hecho Rafael Amargo, se trata de profundizar en los elementos pl¨¢sticos de la poes¨ªa y los po¨¦ticos del baile.

Es muy dif¨ªcil aunar sobre la escena poes¨ªa y baile. A priori, puede parecer sencillo; pues no, se trata de tarea compleja, en lo est¨¦tico y en lo moral, sobre todo si, como ha hecho Rafael Amargo, se trata de profundizar en los elementos pl¨¢sticos de la poes¨ªa y los po¨¦ticos del baile. Con este montaje, Rafael Amargo demuestra que no estaban equivocados quienes apostaban por sus capacidades creativas y sus ideas de hacer obras mayores.

A pesar de una duraci¨®n excesiva (hay dos o tres escenas prescindibles), la calidad del montaje, la brillantez de las ideas coreogr¨¢ficas y las dimensiones de la producci¨®n sit¨²an este Poeta... como uno de los esfuerzos en danza espa?ola m¨¢s importantes de los ¨²ltimos tiempos, adem¨¢s de ser el ¨²nico acercamiento serio a Garc¨ªa Lorca desde el de Jos¨¦ Antonio con su Vals pat¨¦tico en el Festival de Granada de hace varios a?os.

Amargo respeta el flamenco, pero no elude los vientos actuales; acepta las posibilidades de los audiovisuales y sus efectos, pero no descuida lo esencial: la danza. As¨ª, rebusca en el folclor y acude a una danza gallega -que aparece estilizada con buen gusto- y recrea desde una boda gitana hasta una fiesta criolla.

Mar¨ªa Viv¨® da un acento de potencia y dramatismo en la escena titulada Muerte y ruina, y el propio Amargo hace bailes concentrados, intensos y virtuosos, pero sin descuidar entonarse con el conjunto y formar parte del todo esc¨¦nico.

Las filmaciones del cineasta Juan Estelrich (director de, entre otras, La V¨ªa L¨¢ctea) son a veces otra obra paralela, un desarrollo virtual de la memoria del poeta y la inspiraci¨®n de quienes le glosan. A veces en color, otras m¨¢s acertadamente en blanco y negro, la c¨¢mara roza bocas y cinturas o se aleja prudente hasta un horizonte tan promisorio como angustioso. En nada de ello deja de latir una oscura y tensa poes¨ªa contempor¨¢nea.

Evoluci¨®n

Entre los actores que recitan y act¨²an en las filmaciones est¨¢n una Marisa Paredes plet¨®rica y una contenida Cayetana Guill¨¦n Cuervo, adem¨¢s de j¨®venes emergentes como Miguel Cazorla. Es una de las pocas veces que he visto que la palabra no sobra al baile, sino que lo complementa, lo arropa y lo enlaza en un todo, haciendo evidente que lo po¨¦tico no es un adjetivo ni un suplemento a la danza, sino uno de sus elementos b¨¢sicos.

Sobre el baile de Rafael Amargo hay que decir que su evoluci¨®n tambi¨¦n le sit¨²a ya hoy entre los principales de su generaci¨®n, algo mucho m¨¢s tangible que un valor emergente. Una vez apunt¨¦ que uno de los valores de Amargo era no parecerse en nada ni a Joaqu¨ªn Cort¨¦s, ni a Antonio M¨¢rquez, ni a Antonio Canales. Pues eso. Su baile personal apunta por v¨ªas expresivas y estil¨ªsticas propias, lo que no es poco.