'Seguir¨¦ gobernando'
El PSOE y el PP afirman que el pueblo ha dado la espalda a Gil y ¨¦l asegura que continuar¨¢ mandando desde su despacho privado
Para el PSOE y el PP de Marbella, nuevos aires llegar¨¢n con la inhabilitaci¨®n de Jes¨²s Gil. Para el alcalde, la oposici¨®n, 'una vez m¨¢s', se equivoca. Los socialistas creen que, en cuanto la sentencia del Tribunal Supremo hecha p¨²blica hace nueve d¨ªas entre en vigor, 'dentro de unos dos meses', los 15 concejales de Gil empezar¨¢n a dividirse. Y una nueva era, seg¨²n el PSOE y el PP, se abrir¨¢ en Marbella, despu¨¦s de 11 a?os de mayor¨ªa absoluta.
'Los concejales de Gil', explica el socialista Antonio Mart¨ªn S¨¢nchez, 'est¨¢n divididos claramente. Por un lado, ocho de Marbella, que son los m¨¢s presentables. Y por otro, los madriles, gente que se ha tra¨ªdo ¨¦l de fuera del municipio y que empezar¨¢ a marcharse dentro de dos meses. Jes¨²s Gil ha ido perdiendo cr¨¦dito. ?C¨®mo puede haber un alcalde que se tire 13 meses sin asistir a un pleno? Es el alcalde fantasma: viene, sale, asusta y se va. Pero cada vez asusta menos'.
'Lo ¨²nico que va a cambiar es que no voy a ir a los actos oficiales. Pero ir¨¢ mi gente'
'En Marbella ha pasado como en los teatros. La gente s¨®lo ha visto el decorado'
En su despacho del Club Financiero Inmobiliario, a 20 minutos andando desde el Ayuntamiento, Gil respond¨ªa a las acusaciones de la oposici¨®n: 'Mi abogado, que es el mejor del mundo, est¨¢ estudiando la sentencia. Y ya ver¨¢ si la recurrimos al Constitucional o apelamos a un indulto o al Tribunal de Estrasburgo. Pero de todas formas, voy a seguir gobernando la ciudad. ?Qu¨¦ cambiar¨ªa? Si es que yo al Ayuntamiento no voy nunca. Las reuniones con los concejales las mantengo aqu¨ª, en esta mesa. Y las voy a seguir manteniendo aqu¨ª aunque me inhabiliten. Y el sueldo de alcalde no lo cobro. Ese mill¨®n de pesetas al mes va a una sociedad para la rehabilitaci¨®n de chavales drogadictos. ?Qu¨¦ cambiar¨¢...? ?Que no ir¨¦ a actos oficiales como alcalde? Pues vale, pero es lo ¨²nico'.
'Pero para las pr¨®ximas elecciones', contin¨²a Gil, 'presentar¨¦ a mi mano derecha, a Juli¨¢n Mu?oz, como candidato a la alcald¨ªa. Dar¨¦ m¨ªtines en cada esquina. En las ¨²ltimas elecciones nos confiamos y pasamos de 19 a 15 concejales, pero seguimos en mayor¨ªa absoluta. Ganar¨¦ de nuevo y seguir¨¦ trabajando como alcalde. Me pueden impedir que me presente, pero no que viva en Marbella. Est¨¢ m¨¢s asegurada la victoria del GIL en Marbella que el ascenso del Atleti a primera. Voy a reunir 100.000 firmas en Marbella, ya ver¨¢s. La gente se quer¨ªa echar a la calle, pero les estoy dando serenidad. Soy el m¨¢s votado de Espa?a. ?Eso lo sab¨ªas? La gente me admira'.
'La gente lo admiraba, no lo admira', se?ala la presidenta del grupo socialista en Marbella, Isabel Garc¨ªa Marcos. 'Antes sacaba 10.000 personas a la calle. Sin embargo, al ¨²ltimo pleno s¨®lo acudieron 14 o 15 de sus palmeros. ?l est¨¢ viviendo ahora lo que ya vivimos hace muchos a?os los socialistas cuando perdimos la alcald¨ªa de la ciudad. La gente le est¨¢ volviendo la espalda y eso lo notamos nosotros y lo nota ¨¦l mismo, porque esas cosas cuando las vives las notas'.
Marbella, una localidad con 115.000 habitantes de derecho, cuenta con 15 concejales del GIL, 5 del PSOE, 3 del Partido Popular, 1 del Partido Andalucista y 1 del Grupo Mixto.
Jes¨²s Gil gan¨® las primeras elecciones, en las que obtuvo 19 concejales; las segundas, tambi¨¦n con 19 tambi¨¦n, y las ¨²ltimas, en que logr¨® 15 ediles. 'Est¨¢ claro que ha ido perdiendo apoyo', se?ala el concejal socialista Antonio Mart¨ªn S¨¢nchez. 'Ha sido tal el boom urban¨ªstico..., y tan poco el dinero gastado en infraestructuras... Aqu¨ª pasa como en los teatros: la gente s¨®lo ve¨ªa lo que estaba en el escenario, pero ahora poco a poco va viendo lo que hay detr¨¢s. Y es que ha construido en 11 a?os 42.000 viviendas, torres por todas partes, creciendo como setas. ?C¨®mo, con tanto terreno vendido, seguimos siendo el Ayuntamiento m¨¢s endeudado de Espa?a, con 63.000 millones de deuda?'.
Gil sostiene que las cifras de la deuda est¨¢n manipuladas. Y su gabinete de prensa afirma que no son 42.000, sino 28.000 las viviendas construidas. 'Pero es que ahora hay m¨¢s de 140.000 habitantes de derecho', argumenta Gil. 'Y vienen a trabajar a diario 60.000 personas de fuera, m¨¢s que la gente que viv¨ªa aqu¨ª cuando yo llegu¨¦. No hay una plaza de hotel vac¨ªa y en las casas entran dos y tres sueldos. Tenemos casi 400 polic¨ªas locales. Y las calles limpias'.
Cuando habla Gil o cualquiera de sus adeptos, dos palabras salen siempre a relucir: limpieza y seguridad. ?No pudieron los socialistas haber hecho algo m¨¢s en ese aspecto durante su mandato? 'Nosotros, en vez de deuda ten¨ªamos 1.500 millones de pesetas disponibles', aduce el socialista Antonio Mart¨ªn S¨¢nchez.
['Eso es mentira. De ese dinero no se pod¨ªa disponer', alega despu¨¦s Gil en su despacho].
'Tener 1.500 millones en el banco', prosigue Mart¨ªn S¨¢nchez, 'no habla bien de nosotros, los socialistas. Porque ese dinero hab¨ªa que haberlo invertido. Y pod¨ªamos haber hecho m¨¢s por la limpieza. Pero en cuanto a seguridad, ten¨ªamos los mismos agentes locales que cualquier pueblo de este tama?o, pero con una diferencia: Marbella no era la sede de las mafias internacionales como lo es ahora'.
La diputada del PP ?ngeles Mu?oz reconoce que la gesti¨®n de Gil en la primera legislatura provoc¨® un 'cambio espectacular de un d¨ªa para otro' en la limpieza y seguridad de Marbella. Pero a partir de ah¨ª, seg¨²n ?ngeles Mu?oz, el descr¨¦dito de Gil aument¨® a?o a a?o: 'En Marbella no hay aparcamientos, ni zonas verdes, ni parques, ni colegios, ni una sola, ?ni una sola!, residencia p¨²blica de ancianos. Los atascos en la v¨ªa principal son descomunales. Un Ayuntamiento con los turistas que vienen aqu¨ª deber¨ªa tener super¨¢vit, y en vez de eso tenemos una deuda que genera unos intereses enormes cada mes. En el pueblo no ha calado eso porque Gil utiliza la televisi¨®n y el peri¨®dico local'.
?Y por qu¨¦ hay tanta gente en Marbella que sigue apoyando a Jes¨²s Gil? Tanto el PP como el PSOE apuntan como una de las causas al peri¨®dico La Tribuna, el diario que el Ayuntamiento de Marbella, con fondos p¨²blicos, distribuye gratuitamente por las calles, hoteles, restaurantes y hasta por los propios quioscos de prensa. Son 15.000 ejemplares cada d¨ªa.
'La Tribuna nos cuesta a la gente de Marbella un mill¨®n diario. Y desde ah¨ª se nos tacha de corruptos y se le da a la gente la visi¨®n interesada de Gil', sostiene la concejal socialista Paqui Aguilar.
El s¨¢bado 6 de abril, el d¨ªa en que EL PA?S titulaba en primera p¨¢gina 'El Supremo confirma la condena que inhabilita a Jes¨²s Gil para ser alcalde'; El Mundo: 'Gil pierde la Alcald¨ªa de Marbella al confirmar el Supremo su inhabilitaci¨®n'; La Vanguardia: 'El Supremo expulsa a Gil de la pol¨ªtica'; La Tribuna titulaba: 'El Tribunal Supremo ratifica que Gil no meti¨® la mano en la caja'. Y al d¨ªa siguiente: 'Los marbell¨ªes, indignados con la persecuci¨®n a Gil'.
'La gente le ha votado tambi¨¦n porque Gil se ha trabajado las asociaciones vecinales de los barrios de clase trabajadora. De las 20 asociaciones que hay, tendr¨¢ controladas el 60%', sostiene el socialista Ram¨®n Leal.
En el despacho privado de Gil, despu¨¦s de que apareciera Carmen Sevilla para expresarle su apoyo, este periodista le pregunt¨® a Gil:
-?Por qu¨¦ no va el alcalde de Marbella al Ayuntamiento de Marbella?
-Porque cuando yo iba se montaba el circo con los periodistas, y los concejales aprovechaban para atacarme.
-En el Ayuntamiento no hay oficinas para los concejales de la oposici¨®n. ?Por qu¨¦?
-Porque no hay espacio. El GIL tampoco tiene oficinas all¨ª.
A la presidenta del grupo socialista, Isabel Garc¨ªa Mu?oz, Gil le llama La Rubia. Y para ?ngeles Mu?oz, la diputada del PP y presidenta del PP en Marbella, aunque no concejal, Gil utiliz¨® palabras que es mejor no reproducir.
-?Es digno del alcalde de un municipio como Marbella insultar a diestro y siniestro?
-Yo no insulto, digo verdades.
Al rato, Gil comentaba: 'Alg¨²n tonto de Izquierda Unida ha dicho que ahora hay que disolver el Ayuntamiento'.
-?Otro insulto?
Gil se encoge de hombros.
-Yo hablo as¨ª. Es que hay que ser tonto para decir eso.
'Cuando Jes¨²s Gil se meti¨® en una conferencia celebrada en Madrid hace pocos d¨ªas con ?ngeles Mu?oz [la diputada del PP] los periodistas de Madrid se re¨ªan', comenta la encargada de prensa del PP en Marbella. 'Pero en Marbella ya no hace gracia. Aqu¨ª ya hemos padecido casi todos los periodistas sus insultos. Y sabemos el da?o que puede hacer'.
En una cosa coinciden tanto el PP como algunos concejales del PSOE y el propio Jes¨²s Gil: si hubiese elecciones ma?ana mismo, el partido de Gil tendr¨ªa bastantes posibilidades de ganar.
Amores y odios
Jes¨²s Gil sostiene que el pueblo de Marbella le adora, y la oposici¨®n corrige: 'Le adoraba'. Este peri¨®dico pregunt¨® a gente de la calle. Y ¨¦stas fueron las opiniones m¨¢s representativas.
Un taxista: 'Es una poca verg¨¹enza lo que est¨¢n haciendo con ¨¦l los pol¨ªticos estos de Marbella, que no valen un duro. ?La deuda? ?Qu¨¦ ayuntamiento no tiene deuda en Espa?a?'.
Un zapatero: 'La gente lo vota porque tiene la barriga llena. Un trabajo que da Gil son cuatro votos. Son est¨®magos agradecidos'. Otro zapatero: 'La inhabilitaci¨®n de Gil es una injusticia. Se habr¨¢ comido lo que se haya comido, pero Marbella est¨¢ en un sitio donde no ha estado nunca. Los pol¨ªticos prometen mucho y hacen poco. ?ste promete y hace. Antes de ¨¦l, los clientes que ven¨ªan aqu¨ª se tropezaban con los bordillos de la acera. Ahora, ya ve que no'.
Renzo Sol¨®rzano, quiosquero de origen ecuatoriano y uno de los pocos que aportan su nombre: 'La inhabilitaci¨®n me parece mal y bien. Mal, porque su gesti¨®n es encomiable. Y bien, porque si la justicia lo dice, que se implante'.
Un comerciante que prefiere el anonimato: 'A Jes¨²s Gil tendr¨ªan que echarle los votos, no los jueces. Lo van a hacer un m¨¢rtir. Yo vot¨¦ en las elecciones pasadas al PP, pero reconozco que Gil ha hecho cosas. En la puerta de mi tienda hab¨ªa cada tarde un tir¨®n de bolso. Con ¨¦l se acabaron. Gil hace plazas, como la de la iglesia de la Encarnaci¨®n; rehabilita murallas; ha hecho un parque donde estaba el arroyo de represa. Son cosas que se ven y que venden. Ahora le voy a ense?ar la otra cara de Gil: ?Ve ese bloque de 13 pisos ah¨ª, casi en el centro hist¨®rico del pueblo? Pues ah¨ª ten¨ªa que ir la estaci¨®n de autobuses. Sin embargo, ¨¦l prefiere construir casas sin miramiento, en plan salvaje'.
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