Agenda real

No s¨¦ lo que le estar¨¢n ense?ando a don Felipe en su visita al Sur; pero si su paso por Huelva, M¨¢laga, C¨¢diz, Sevilla, Ja¨¦n, C¨®rdoba y Granada es como el que le han preparado para ma?ana en Almer¨ªa, no podemos decir que se vaya a llevar una imagen real de Andaluc¨ªa. Es tal el celo que han puesto los organizadores en evitar las realidades m¨¢s molestas, que don Felipe obtendr¨ªa una idea menos distorsionada hojeando una gu¨ªa tur¨ªstica y un mapa de carreteras. Por lo menos, en la Gu¨ªa Campsa se refleja sin disimulo el estado actual de nuestras autov¨ªas. Si la Junta, o la Casa Real, o quienquiera que prepare estos actos, me hubiera consultado la agenda almeriense del pr¨ªncipe Felipe, yo le hubiera preparado al futuro monarca una visita fet¨¦n, uno de esos viajes que uno no olvida en la vida.

Empezar¨ªamos la visita a las siete de la ma?ana. A esa hora saldr¨ªamos de Sevilla-Santa Justa en el tren regional TDR, y llegar¨ªamos a Almer¨ªa, si no se estropea, a las 12:13. De todos modos, si la Casa Real considerara que las siete es muy temprano, podr¨ªamos empezar la visita en Madrid, a las 15:45. Su Majestad tomar¨ªa entonces el Talgo y en un pisp¨¢s, a las 22:22 concretamente, podr¨ªamos llegar a nuestro destino. Hab¨ªa pensado en hacer el viaje por carretera, porque me consta que al Pr¨ªncipe le gustan los deportes de riesgo, pero finalmente me he inclinado por el tren. De este modo podr¨ªamos programarle, para que el trayecto se hiciera menos pesado, Los mejores momentos de Rafael Hernando, una selecci¨®n de ruedas de prensa convocadas por el simp¨¢tico diputado del PP: desde aquella de los v¨ªdeos manipulados de Felipe Gonz¨¢lez -?se acuerdan?- hasta otras, m¨¢s recientes, en las que felicita a los almerienses por el pedazo de tren que han conseguido.

Una vez en Almer¨ªa, subir¨ªamos al barrio m¨¢s famoso y literario de la ciudad, La Chanca. Don Felipe no s¨®lo disfrutar¨ªa de las mejores vistas de la ciudad; tambi¨¦n conocer¨ªa -y esto lo digo sin co?a- a las personas m¨¢s hospitalarias de esta tierra. Le contar¨ªan sus luchas, y yo les rogar¨ªa que no se olvidaran de describir sus originales t¨¦cnicas de ampliaci¨®n de viviendas.

Antes de comer nos acercar¨ªamos a El Ejido, el pueblo, nos guste o no, m¨¢s conocido de Almer¨ªa. Su alcalde, Juan Enciso, impartir¨ªa una conferencia titulada Pol¨ªticas municipales para la integraci¨®n del inmigrante. Despu¨¦s del acto, que no durar¨ªa mucho, nos acercar¨ªamos al cortijo que Mohamed Chafia comparte con otros compatriotas sin papeles. All¨ª se servir¨ªa un vino espa?ol. Ser¨ªa fant¨¢stico que don Felipe pudiera asistir a un desembarco de pateras, pero eso ya no depende de nosotros, habr¨ªa que hablar con las autoridades marroqu¨ªes, y ahora mismo el horno no est¨¢ para bollos.

A continuaci¨®n nos acercar¨ªamos a las barriadas de Albox sin agua corriente, y terminar¨ªamos en mi barrio. Yo ceder¨ªa gustoso mi casa para que el alcalde de Almer¨ªa se luciera y le explicara a Su Majestad el funcionamiento de un pozo negro y los esfuerzos del Ayuntamiento para conservar estos aliviaderos tradicionales.

Con esta agenda, cuando don Felipe regresara a su casa no sabr¨ªa decir si acababa de terminar un viaje oficial o si sal¨ªa de la m¨¢quina del tiempo.