La Audiencia considera v¨ªctima del terrorismo a una mujer asesinada por la ultraderecha en 1976

A Mar¨ªa Norma Menchaca Gonzalo la mataron en Santurtzi (Vizcaya) el 9 de julio de 1976, cuando ten¨ªa 44 a?os y hab¨ªa bajado con sus vecinos a celebrar el d¨ªa de la sardina. Su hijo Roberto la vio segundos antes de morir: 'Yo ven¨ªa en una manifestaci¨®n que reclamaba la amnist¨ªa de los presos pol¨ªticos y le intent¨¦ decir por se?as que se fuera para casa, pero ya era tarde'. Un disparo, realizado seg¨²n todo el pueblo por un guerrillero de Cristo Rey infiltrado entre los manifestantes, termin¨® con su vida. Ahora, 26 a?os despu¨¦s, la Audiencia Nacional acaba de sentenciar que Norma Menchaca tiene derecho a ser considerada a todos los efectos v¨ªctima del terrorismo. Su familia deber¨¢ ser indemnizada con casi 140.000 euros.

Aquel d¨ªa de julio a¨²n se recuerda en toda Euskadi. Adem¨¢s de matar a Norma Menchaca, los fascistas, vestidos con camisa azul de pescador y pa?uelo al cuello, hirieron de gravedad a otras dos personas: Sebasti¨¢n Pe?a y Jos¨¦ Unamuno. El lugar de la calle del Capit¨¢n Mendiz¨¢bal donde ella cay¨® se llen¨® de flores y una gran manifestaci¨®n recorri¨® Santurtzi. Ocho curas del pueblo concelebraron el funeral. El luto por Norma dur¨® tres d¨ªas, y hasta se suspendi¨® la procesi¨®n de la Virgen del Carmen, pero nunca se detuvo al asesino ni se supo oficialmente a qu¨¦ grupo pertenec¨ªa.

'A mi madre la mataron conocidos de aqu¨ª del pueblo, guerrilleros de Cristo Rey que se hab¨ªan disfrazado de pescadores', sostiene Roberto Fern¨¢ndez Menchaca, 'a uno de ellos le llamaban El Chape, y cuando al d¨ªa siguiente del fallecimiento de mi madre yo fui a hablar con el gobernador civil, ¨¦l sal¨ªa de su despacho. Le dije: 'Det¨¦ngalo, gobernador, que ¨¦l fue uno de los que mataron a mi madre...'. Por poco me detiene a m¨ª'.

El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero cinco de Bilbao abri¨® diligencias tras la muerte de Norma, pero apenas unos meses despu¨¦s -en diciembre de 1976- fueron sobrese¨ªdas al 'no aparecer elementos suficientes para acusar a determinada persona como autor, c¨®mplice o encubridor del delito perseguido'. Desde entonces, el marido de la v¨ªctima, Luis Fern¨¢ndez Presa, y sus tres hijos, Jos¨¦ Luis, Roberto y Margarita, han intentado por todos los medios que se reconociera oficialmente que Norma Menchaca muri¨® en un acto terrorista. 'Mi madre baj¨® a una fiesta', dice Roberto, 'y no le dio un infarto ni la cogi¨® un coche; le dieron un tiro en la cabeza. Tuve que ir a Portugalete para decirle a mi padre que la hab¨ªan matado. Fue terrible. Por eso yo siempre entender¨¦ a las v¨ªctimas del terrorismo, sean de un lado o de otro, porque mi madre muri¨® v¨ªctima de un atentado terrorista'.

Pero el Estado les ha venido diciendo que no. La ¨²ltima ocasi¨®n fue el 12 de diciembre de 2000. El Ministerio del Interior deneg¨® que el caso de Norma Menchaca estuviera dentro de los supuestos que prev¨¦ la Ley de Solidaridad con las V¨ªctimas del Terrorismo. Fue entonces cuando la familia decidi¨® ir a por todas. Se dirigieron a los grupos pol¨ªticos vascos exponi¨¦ndoles el caso, pero s¨®lo Izquierda Unida les hizo caso. Su secretar¨ªa de Derechos Humanos recurri¨® ante la Audiencia Nacional, que ahora acaba de fallar a favor.

Una de las claves de la sentencia est¨¢ en que recoge la llamada doctrina del terrorismo individual: 'Aquellos supuestos donde para ser calificado como terrorista no es preciso, como en el resto de las previsiones t¨ªpicas, pertenecer o estar integrado en una banda armada, organizaci¨®n o grupo terrorista, sino que es suficiente con cometer determinadas acciones delictivas (homicidio, lesiones, incendios, etc) con miras no s¨®lo a subvertir el orden constitucional sino tambi¨¦n a alterar gravemente la paz p¨²blica'.

La otra clave se encuentra en los sucesivos dict¨¢menes del Consejo de Estado favorables al reconocimiento de v¨ªctimas. Entre ¨¦stos, los abogados de IU llamaron la atenci¨®n sobre el dictamen, emitido el 30 de marzo de 2000, relativo a los damnificados por el incendio del hotel Corona de Arag¨®n de Zaragoza, que el d¨ªa 12 de julio de 1979 acab¨® con la vida de 79 personas. As¨ª lo recoge expresamente la sentencia de la Audiencia Nacional: 'La finalidad asistencial y no de responsabilidad de la ley de v¨ªctimas del terrorismo. En su virtud no son de exigir las circunstancias cuya concurrencia es imprescindible para actuar la responsabilidad del Estado, sino otras de apreciaci¨®n m¨¢s discrecional derivadas de criterios no compensatorios sino de solidaridad'. O lo que es lo mismo, como tambi¨¦n dice la sentencia, 'la ley alienta un esp¨ªritu claramente favorecedor de las v¨ªctimas del terrorismo'.

Lo llamativo del asunto es que, a pesar de que la ley de v¨ªctimas fue aprobada por unanimidad de todos los grupos, Interior rechazara de plano, y acogi¨¦ndose a informes policiales de la ¨¦poca, la reclamaci¨®n de la familia de Norma. Sobre todo teniendo en cuenta el calvario que pasaron entonces. 'Las autoridades sacaron el cad¨¢ver del hospital, le hicieron la autopsia y despu¨¦s la enterraron sin pedirnos siquiera permiso. Durante mucho tiempo, ¨ªbamos a ponerle flores a una tumba que no sab¨ªamos si era la de nuestra madre'.

Si el Gobierno no recurre, la familia de Norma tendr¨¢ derecho a recibir 23 millones de pesetas y, sobre todo, por fin, el reconocimiento moral.