El cardenal toca a rebato
El arzobispo de Madrid llama a orar para impedir el derribo de un templo
Impetrar es conseguir una gracia mediante oraciones. Antonio Mar¨ªa Rouco Varela, cardenal arzobispo de Madrid, impetra de los feligreses de la archidi¨®cesis madrile?a sus plegarias. Con ellas trata de obtener apoyo celestial para anular una sentencia judicial, de terrenal trasunto, que considera adversa. El fallo urban¨ªstico, de 1993, establece que la parroquia cat¨®lica de Nuestra Se?ora de las Fuentes, propiedad del arzobispado y enclavada en el populoso barrio del Pilar, debe ser demolida en parte. Cuanto antes. Y ello por invadir su presbiterio, su sacrist¨ªa y su pila bautismal el espacio contiguo de dos torres de viviendas perteneciente a una comunidad de propietarios.
El litigio dura ya 14 a?os, con dos dict¨¢menes antag¨®nicos de por medio. El primer fallo, de julio de 1989, dec¨ªa que la licencia con la que se construy¨® la parroquia era conforme a derecho y un informe de Gerencia Municipal de Urbanismo, de octubre de 1995, se?alaba que quien irrumpi¨® ilegalmente en el ¨¢mbito ajeno fue el edificio de viviendas, que ocup¨® 150 metros c¨²bicos del ¨¢mbito eclesial. La sentencia cuya ejecuci¨®n persigue el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, de junio de 1993 y posterior a aquella previa de 1989, dice que la infracci¨®n recae del lado de los constructores del templo. ?sta es la decisi¨®n judicial ahora invocada que puede ser aplicada en un plazo inminente. Los nervios crecen.
Un auto judicial conmina al Consistorio a cumplir una sentencia favorable a dos vecinos
Todo indica que el derribo parcial se aproxima a su desenlace. Un equipo del departamento de Disciplina Urban¨ªstica de la Gerencia Municipal de Urbanismo, al frente de un arquitecto, prepara ya el plan para reducir presbiterio, sacrist¨ªa y batisterio del templo. Para conjurar tal proyecto, el cardenal arzobispo Rouco Varela, gallego formado en Alemania, tan sutil como firme seg¨²n sus allegados, ha convocado urgentemente a todos los p¨¢rrocos de la zona norte de la ciudad y a cuantos feligreses madrile?os lo deseen para impetrar, junto a ellos, lo que los tribunales de justicia le niegan: una eucarist¨ªa ser¨¢ concelebrada a las 20.00 del pr¨®ximo domingo. A esa hora misar¨¢ con los p¨¢rrocos en el templo concernido para pedir a Dios y a la patrona de esa iglesia que detenga la demolici¨®n anunciada de forma 'inmediata' por el Consistorio. La sentencia del magistrado Fernando Mateos se basa en la certeza de que la parroquia oscurec¨ªa la iluminaci¨®n de dos pisos situados en las plantas inferiores de la edificaci¨®n contigua. Primero, todos los inquilinos de las viviendas de las torres afectadas protestaron. Luego, la protesta dio paso a aires conciliadores. Tras una asamblea vecinal, los inquilinos optaron por llegar a un acuerdo pactado, a excepci¨®n de Abd¨®n Fern¨¢ndez y Carlos Rodr¨ªguez, que se abstuvieron, en principio, para adoptar despu¨¦s una actitud opuesta al pacto en tales t¨¦rminos. Un juez anul¨® entonces la decisi¨®n vecinal por falta de unanimidad. Era marzo de 2000. Vuelta a empezar.
El letrado Nicol¨¢s P¨¦rez Serrano, asesor del Arzobispado de Madrid, es expl¨ªcito: 'No entiendo c¨®mo el magistrado se empecina en aplicar una sola de las sentencias habidas en este proceso', se?ala. Admite que suele atribuirse a la instituci¨®n que representa una vocaci¨®n conciliadora que, visto el panorama ahora, pareciera en entredicho. 'No est¨¢ en cuesti¨®n la vocaci¨®n conciliadora del arzobispado', subraya. Y a?ade: 'Lo hemos intentado todo. Los dos vecinos afectados pidieron dinero y se les ofrecieron 50 millones de pesetas a cada uno, pero no aceptaron. Quer¨ªan cien millones per c¨¢pita y esa petici¨®n la consider¨¦ una broma', se?ala.
La contienda est¨¢ servida. Aunque incruenta, no falta la infanter¨ªa, los feligreses convocados por Rouco; tampoco la artiller¨ªa, los p¨¢rrocos llamados por el cardenal; ni siquiera la aviaci¨®n, las plegarias que, del lado arzobispal, pugnar¨¢n por escorar un desenlace favorable frente al Tribunal Superior de Justicia madrile?o, que hace una semana dict¨® un auto conminando al Ayuntamiento a cumplir la sentencia de demolici¨®n parcial del pol¨¦mico templo. ?Qu¨¦ har¨¢ Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, alcalde de Madrid, que gusta de encabezar procesiones y actos lit¨²rgicos? Permanezcan atentos.
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