Espa?a, salvo error de imprenta

Si se acercan a la Sala de Exposiciones del Departamento de Hacienda y Finanzas, podr¨¢n contemplar una magn¨ªfica exposici¨®n de fotograf¨ªas. Cada una de ellas ha participado en el Primer Concurso Fotogr¨¢fico organizado por la ONCE bajo el t¨ªtulo Un mundo para todos, superaci¨®n de las discapacidades, con el amparo de las tres diputaciones y las cajas de ahorro vascas.

Lo que vengo aqu¨ª a narrarles es ajeno a la belleza de la exposici¨®n y a su honesta finalidad: se trata de un sucedido, un acontecimiento propio de este Bilbao que no termina de convertirse en una ciudad de fuste y cosmopolita. En ¨¦l, se esconden algunas de las claves de todos los complejos aldeanos y de esa insustancialidad militante de la que hacen gala algunos de nuestros prohombres y cargos p¨²blicos, tan bien vestidos y arropados.

Decidi¨® el Departamento de Bienestar Social, encargado de la exposici¨®n en Vizcaya, componer un prospecto de presentaci¨®n y unos carteles de gran tama?o para situarlos en los pasillos de la sala. Eligieron el azul Bilbao de fondo, compusieron unos bellos textos y la fotograf¨ªa ganadora como centro y portada de ambas composiciones. La fotograf¨ªa nos presenta a un atleta discapacitado en pleno esfuerzo, en plena carrera; la pierna que le falta es la que le eleva, la que le supera, la que le hace perfecto y digno de toda admiraci¨®n.

Estabamos en esto cuando se produce una llamada desde la imprenta asidua de la Diputaci¨®n de Vizcaya. La ampliaci¨®n de la fotograf¨ªa en los carteles de gran tama?o deja ver clara, imp¨²dicamente, y a los ojos de cualquier espectador, la palabra 'Espa?a' en el escudo de su prenda deportiva. Reuniones, alternativas, consideraciones, un asesor jur¨ªdico que acude a la librer¨ªa especializada para comprar un tratado sobre los derechos de autor y otros detalles indecentes que les ahorro y, por fin, la soluci¨®n final apuntada por el insigne preboste: 'Que parezca un error de imprenta'.

Parece esa frase t¨®pica de mafiosos: 'que parezca un accidente', y lo es. As¨ª se salva la posible reclamaci¨®n del autor y, frente a una hipot¨¦tica pol¨¦mica, el argumento es as¨¦ptico para la familia: la imprenta, error de imprenta. Y el de la imprenta, que est¨¢ en el negocio, seguramente se dijo, borr¨®n y cuenta nueva.

Suena tan imb¨¦cil el asunto que narrarlo es dif¨ªcil, porque se juega en contra de la credulidad. Cualquiera que lea estas l¨ªneas se dir¨¢ que las cosas no pueden ser as¨ª, tan pat¨¦ticas. Y lo son. La corrupci¨®n, la estupidez y la ineptitud, son juegos de credulidad. Todo ocurre sin que le prestemos atenci¨®n o le concedamos importancia, para finalmente convertirse en nuestro paisaje cotidiano. Lo que me preocupa es eso, el paisaje, el ambiente estancado, rancio, podrido, donde todo esto ocurre sin que nadie se pare y diga: ?pero de qu¨¦ imbecilidad estamos hablando? Porque de la imbecilidad cotidiana a cualquier atrocidad que todos aceptemos y no queramos ver hay un corto paseo.

Yo conoc¨ªa los antecedentes, los detalles. Al ver hoy el resultado, he podido comprobar que tambi¨¦n es mediocre, t¨ªmido. 'Espa?a' no desaparece por efectos del premeditado error de imprenta, s¨®lo se difumina. No es patente, como en el original, pero se vislumbra.

Lo corrupto es, as¨ª, difuso, de una insoportable levedad que se instala en el ser, o no ser. 'Espa?a' se esfuma, se disipa, se desvanece por efectos del esfumino, logrando cierto aspecto de vaguedad y lejan¨ªa.

No quiero con esto -el cartel¨®n est¨¢ visible en los pasillos hasta el d¨ªa 17 de mayo- ensuciar la digna exposici¨®n. En el prospecto de mano que se entrega y donde la fotograf¨ªa no se ha retocado por su menor tama?o, puede leerse: 'Estas fotos ayudan a nuestras palabras, a nuestros esfuerzos por construir mundos para todos, por ayudar a las personas con discapacidades a superarse cada d¨ªa'. As¨ª sea para todos, organizadores incluso. En cualquier caso, que el digno esfuerzo del atleta y de la exposici¨®n no lo ensucie este insustancial susedido. De todas la historias de la Historia la m¨¢s triste es, sin duda, la de la imbecilidad humana, porque, llena de sombras, termina mal.

Joseba Bilbao Bilbao es ertzaina.