R¨¦plica al se?or Ian Gibson

En su art¨ªculo del mi¨¦rcoles 1 de mayo de 2002 publicado en EL PA?S Andaluc¨ªa con el agresivo t¨ªtulo de Mercadeando con Lorca arremete usted contra mi libro El hombre que delat¨® a Lorca y contra otros dos, y finaliza aconsejando que todo aquel que desee investigar sobre la muerte del poeta debe iniciar su andadura centr¨¢ndose en la figura de Ram¨®n Ruiz Alonso.

A todo ello deseo responderle que no soy yo el que ha vivido m¨¢s de un cuarto de siglo a costa de la muerte del poeta, antes bien, ¨¦sta es mi ¨²nica publicaci¨®n dedicada al tema, un tema que no es coto privado de usted ni mucho menos, como no lo es la obra de nuestro universal escritor. Quiero recordarle tambi¨¦n que si alguien ha sido acusado de mercadear con Lorca, ha sido usted, y entre otras personas por un alcalde de Granada. Yo no s¨¦ realmente de d¨®nde nace su pataleta. ?Acaso se ha sentido identificado con alguno de los personajes de mi novela y no le ha complacido el retrato? No creo, la verdad. Finalmente, le recuerdo que la trama de El hombre que delat¨® a Lorca arranca justamente de una frase de Ram¨®n Ruiz Alonso en respuesta a Agust¨ªn Pen¨®n acerca de los motivos por los que el poeta fue denunciado, frase a la que usted no ha prestado ninguna atenci¨®n: 'Tal vez lo envidiaban. La rivalidad literaria, ya sabe usted'.