Jordi Moll¨¤ pretende inquietar al espectador en su deb¨² como director
'No somos nadie' critica el poder televisivo
Jordi Moll¨¤ ha irrumpido en la direcci¨®n cinematogr¨¢fica con No somos nadie, pel¨ªcula en la que se critican algunos programas de televisi¨®n y el poder que tiene ¨¦sta para crear y destruir mitos. Moll¨¤, de 33 a?os, pretende 'atacar el sistema nervioso del espectador y divertir', seg¨²n manifest¨® ayer en Madrid durante la presentaci¨®n del filme a los medios de comunicaci¨®n. La pel¨ªcula, que se estrenar¨¢ el pr¨®ximo viernes, tiene a su director en el papel protagonista.
El filme narra la historia de Salvador, un hombre de la calle que es elevado a mito en un programa de televisi¨®n que se titula Mano dura. En ¨¦ste, el p¨²blico decide si el invitado, presunto autor de un delito, es condenado a muerte o salvado. La norma del espacio es que nadie se salva hasta que aparece en pantalla el personaje de Salvador. Los ¨ªndices de audiencia del programa son malos y Salvador logra con su aparici¨®n incrementar el n¨²mero de espectadores y subir el programa al primer puesto. Situaci¨®n que aprovechan los productores de la cadena para convertirlo en un fen¨®meno de masas y hacerlo aparecer como un nuevo mes¨ªas. Como ocurre en la vida real, la ascensi¨®n del protagonista es tan vertiginosa como su ca¨ªda.
Moll¨¤ asegura que su intenci¨®n no ha sido cr¨ªticar a la Iglesia cat¨®lica. A?ade que la pel¨ªcula empez¨® a crearse en su cabeza cuando hace cuatro a?os acudi¨® a su mente una imagen: 'Un hombre crucificado en un estadio de f¨²tbol ante 120.000 personas. Un hombre indefenso, y debajo una bater¨ªa de c¨¢maras retransmitiendo su sacrificio'.
El director Jordi Moll¨¤ asegura que en su ¨®pera prima ha mezclado estilos visuales muy contrastados a la hora de narrar la historia. Una historia 'de estructura lineal, con tres actos muy diferenciados, pero con unos movimientos de c¨¢mara r¨¢pidos, violentos, hechos espect¨¢culo y con la incrustaci¨®n a toda velocidad de im¨¢genes de todo tipo, muchas de ellas cargadas de violencia y sangre'.
Pel¨ªcula interactiva
Esc¨¦ptico y con cierta indiferencia hacia el mundo televisivo, Moll¨¤ apunta que 'la idea de la pel¨ªcula es que el espectador sienta que tiene un mando a distancia cuando ve la pel¨ªcula. He llevado esas miles de im¨¢genes que se pueden ver en televisi¨®n a una sala de cine. Es una pel¨ªcula interactiva que quiero que ataque al sistema nervioso del espectador, que le ponga de mala leche'.
Moll¨¤ rechaza que el mensaje del protagonista, Salvador, est¨¦ copiado de los telepredicadores de EE UU. 'Estuve en Los ?ngeles y no me interes¨® ese canal televisivo. Un hombre an¨®nimo con un micr¨®fono delante que difunda su voz es un telepredicador', apunta el director, quien desea que el p¨²blico despu¨¦s de ver su pel¨ªcula sea m¨¢s inteligente que el que aparece en la pantalla.
El polifac¨¦tico artista -actor, director y pintor- se dio cuenta de c¨®mo un ser desconocido puede convertirse en h¨¦roe con programas como Gran Hermano u Operaci¨®n Triunfo, a cuyos protagonistas compara con el de su pel¨ªcula, 'la v¨ªctima perfecta que salta de cero a cien'. Y afirma: '?se no es mi caso, porque yo llevo muchos a?os en esto'.
Junto a Jordi Moll¨¤, figuran en el reparto de No somos nadie Daniel Gim¨¦nez Cacho, Juan Carlos Vellido, Candela Pe?a y Franco di Francescantonio.
Babelia
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