'Se ha perdido el miedo a lo diferente'
Zaha Hadid (Bagdad, 1950) se ha pasado media vida tratando de demostrar que las cosas pod¨ªan hacerse de otra manera. Independiente y cosmopolita, esta arquitecta afincada en Londres no lo ha tenido f¨¢cil. Su extendida fama internacional se corresponde con su ambici¨®n, pero apenas con el pu?ado de edificios que, en veinticinco a?os, ha logrado construir. Ahora las cosas est¨¢n cambiando. En Estrasburgo ha finalizado un aparcamiento, y en Innsbruck, una pista de salto de esqu¨ª, al tiempo que los encargos y las invitaciones a concursos no dejan de llegarle. En Espa?a, ha dise?ado un pabell¨®n para las bodegas riojanas L¨®pez de Heredia, y en Barcelona construir¨¢ la Pla?a de les Arts, junto al Auditorio de Moneo y al Teatro Nacional de Bofill. Visit¨® Mallorca para participar en el ciclo Futurismes, organizado por el Gobierno balear.
'Innovaci¨®n y conservaci¨®n no tienen por qu¨¦ entrar en conflicto. Los edificios que queremos conservar fueron innovaciones en el pasado'
PREGUNTA. ?Poder construir sus proyectos ha cambiado su manera de entender la arquitectura?
RESPUESTA. Esencialmente no. Ha cambiado mi despacho, mi organizaci¨®n y mi vida, pero no mis ambiciones ni la manera en que entiendo la arquitectura. Construir es poner a prueba y, naturalmente, ahora s¨¦ qu¨¦ funciona y qu¨¦ no funciona.
P. ?Qu¨¦ funciona y qu¨¦ no?
R. Las cosas m¨¢s sencillas y los trabajos invisibles son fundamentales: los tipos de contratos y los c¨¢lculos econ¨®micos son tan importantes como los ingenieros en quienes conf¨ªas para tus proyectos, y cuidar todo eso es tan importante como pensar y dibujar bien el proyecto. ?sa es la lecci¨®n que da construir la arquitectura. Yo cre¨ªa que quien corre riesgos sobre el papel pero no traduce esas ideas cuando construye edificios era esquizofr¨¦nico, ahora creo que es perezoso. Cuesta mucho esfuerzo afrontar cada proyecto como un nuevo territorio y cuesta m¨¢s hacerlo cuando ya tienes un repertorio de ideas y soluciones que han pasado todo tipo de pruebas, y al que podr¨ªas recurrir. Con todo, no entiendo la arquitectura sin entrega y disfrute.
P. ?Cree que los inconvenientes que ha sufrido para construir sus edificios que ten¨ªan que ver con la complejidad de sus dise?os o con otros factores: el hecho de que sea usted una mujer, extranjera viviendo en Londres?
R. Todo suma y por tanto resta. Mi trabajo resultaba extra?¨ªsimo cuando empec¨¦ a realizarlo, hace m¨¢s de veinticinco a?os. Entonces no se hablaba de deconstructivismo y nadie hab¨ªa visto algo como lo que yo hac¨ªa, y todav¨ªa hago. Eso hac¨ªa que mis dise?os pareciesen algo irreal. A la gente le costaba creer que todo aquello se pudiese construir. El hecho de que yo fuera mujer y encima extranjera hac¨ªa mi trabajo m¨¢s raro. Todo era un problema, y muchas veces todav¨ªa lo es. No he construido proyectos de concursos que hab¨ªa ganado, como por ejemplo el de la ?pera de Cardiff, por racismo y machismo. No formo parte de la hermandad de los arquitectos. Ni salgo a navegar con ellos, ni frecuento sus clubes.
P. ?Las cosas han cambiado?
R. Est¨¢ el otro lado de la misma moneda. En el terreno acad¨¦mico, muchas universidades prefieren contratar a mujeres, porque comunican mejor y tienen m¨¢s pundonor. Hoy hay m¨¢s mujeres arquitectas, y en Londres han empezado a construir arquitectos extranjeros. Adem¨¢s, hay m¨¢s arquitectos que trabajan cuestionando las formas, indagando en el territorio, y la gente se ha familiarizado con el tipo de im¨¢genes que yo hago. Es una paradoja, pero gracias a gente que ha desarrollado ideas m¨ªas, yo he podido construirlas tambi¨¦n.
P. ?Ha sentido que la invitaban a participar en concursos para cubrir la cuota vanguardista?
R. La mayor¨ªa de las veces s¨ª. Me invitaban para hacerse los modernos. Alguna vez he podido ver c¨®mo el jurado rechazaba mi trabajo sabiendo que era mejor que el ganador. Me consolaba pensar que sab¨ªan que el m¨ªo era el mejor. Lo hab¨ªan visto y lo hab¨ªan despreciado. Cuando crees en lo que haces s¨®lo tienes una opci¨®n: seguir intent¨¢ndolo.
P. ?Cree en un efecto guggenheim? ?Considera que el edificio de Gehry ha abierto caminos a arquitecturas at¨ªpicas?
R. Sin duda. En los ¨²ltimos cuatro a?os, el inter¨¦s por arquitecturas poco habituales ha aumentado notablemente. Todos los museos quieren un edificio de autor, un museo osado y firmado. No s¨¦ si ha sido el Guggenheim o el tiempo, pero es un hecho que quienes realizan los encargos se han liberado. Han perdido el miedo de lo diferente. Lo de Bilbao ha tenido un gran eco en los museos norteamericanos de provincias. La arquitectura ha recuperado su papel como s¨ªmbolo del progreso de una ciudad.
P. ?Del miedo a lo extra?o se ha pasado a la pasi¨®n por lo extra?o?
R. Eso puede ser un peligro, pero de entrada es bueno. En la ¨¦poca de la reina Victoria hicieron eso: comenzaron levantando monumentos y luego se encargaron de mejorar la calidad de las viviendas, los servicios y los parques. Obviamente no todo tiene que ser monumental ni siquiera distinto, pero casi todo se puede mejorar. El cambio que la arquitectura ha experimentado en los ¨²ltimos a?os ha sido de ciento ochenta grados. Hace apenas una d¨¦cada la arquitectura era un s¨ªmbolo de la falta de progreso, el pr¨ªncipe Carlos eligi¨® hablar de ella para elogiar valores decorativos que ¨¦l consideraba eternos y criticar la innovaci¨®n. Lo ir¨®nico es que innovaci¨®n y conservaci¨®n no tienen por qu¨¦ entrar en conflicto. Los edificios que queremos conservar fueron innovaciones en el pasado.
P. Como urbanista ha redibujado buena parte de Singapur. ?Sus planes comprenden edificios callados, opuestos a los suyos?
R. Como urbanista debes contemplar todo tipo de construcci¨®n, mientras sea buena, debe ser complementaria. La mayor¨ªa de lo que se construye en el mundo no est¨¢ realizado por arquitectos. Tenemos esa asignatura pendiente: ocuparnos de construir el mundo. Cuando hayamos realizado el 70% de los edificios del mundo, creo que todos viviremos mejor.
Arquitectura sin l¨ªmites
'NO CREO que el mundo sea mejor porque una persona sea mejor, creo que ser¨¢ mejor cuando muchos seamos mejores. Uno debe ser libre para decidir si puede ser mejor y quiere serlo. Como arquitecta creo que las ciudades pueden mejorar, pero no gracias a un buen edificio. Los buenos edificios no pueden ser la excepci¨®n'. Zaha Hadid habla de hacer estallar los l¨ªmites de la arquitectura. Lleva veinticinco a?os haci¨¦ndolo, pero ahora por fin la escuchan. Tras realizar una estaci¨®n de bomberos y una sala de exposiciones para la empresa alemana Vitra, y despu¨¦s de a?os de mantenerse profesionalmente dise?ando exposiciones y escenograf¨ªas -para los Pet Shop Boys, entre otros-, sus formas puntiagudas han conseguido salir a flote. Hadid, que acaba de ganar el concurso para ampliar el Museo de Arte Ordrupgaard en Copenhague, construye ahora el Rosenthal Center en Cincinnati (Ohio) y dibuja una plaza en Barcelona y el futuro Museo de Arte Contempor¨¢neo para Roma. El a?o que viene inaugurar¨¢ el Centro Cient¨ªfico de Wolfsburg, en Alemania, mientras dise?a para Singapur su proyecto m¨¢s ambicioso: un barrio de 194 hect¨¢reas.
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