Carta al padre: se va Kubala, llega Van Gaal

Pap¨¢, hoy es un d¨ªa triste. Se ha ido uno de los tuyos. Nos ha abandonado Laszy. Todav¨ªa ronda por casa una foto en la que con 4 o 5 a?os -c¨®mo no, vestido del Bar?a- mantengo en la mano un mu?eco que era una caricatura de Kubala. Y tambi¨¦n recuerdo que no me llevaste a su partido de homenaje. ?Qu¨¦ disgusto para m¨ª, que no pude verle jugar nunca! Hay que reconocer que era tu debilidad y su fallecimiento me trae a la memoria tantas y tantas tardes de f¨²tbol vividas juntos. Eso es lo que hace grandes a las personas, que cuando nos falten seamos capaces de recuperar momentos tanto felices como tristes de nuestra vida. Me vienen a la mente tantas frases tuyas... que hab¨ªa dejado peque?o Les Corts; que Di St¨¦fano vino a Espa?a a jugar con ¨¦l; que H. H. lo dej¨® en el banquillo en una semifinal de Copa de Europa contra el Madrid, lo que le cost¨® el puesto; que era demasiado buena persona para ser entrenador del Bar?a...

As¨ª era Laszy y as¨ª lo recordaremos. F¨ªjate en c¨®mo cambian los tiempos y las personas: uno que se va fue expuesto en la capilla ardiente para recibir el ¨²ltimo adi¨®s, uno que llega tiene que venir de inc¨®gnito para no aguantar improperios. Porque no te lo he dicho, pero vuelve Van Gaal. ?Qu¨¦ incongruencias tiene la vida! Decimos adi¨®s a un pilar de nuestra historia y recibimos por segunda vez a uno que en su primer intento acab¨® con parte de ella.

Quiz¨¢ esto sea un fiel reflejo de lo que era nuestro club antes y lo que es ahora. Anta?o, gente que amaba y sent¨ªa los colores; l¨®gicamente, cobraban sus buenos emolumentos, pero por lo menos sent¨ªan algo. Eso hac¨ªa que nos sinti¨¦ramos mucho m¨¢s identificados con el Bar?a y goz¨¢ramos con sus triunfos y lament¨¢ramos sus derrotas. Ahora hemos ca¨ªdo en manos de una junta directiva, un entrenador y muchos jugadores que simplemente est¨¢n en el club por su ego o por su bolsillo. As¨ª nos va.