La informaci¨®n fue suficiente, pero la 'inteligencia', escasa
La secuencia de las advertencias que los servicios de inteligencia norteamericanos lanzaron durante los ocho meses previos al 11-S, el mayor ataque contra EE UU desde Pearl Harbor, pone al descubierto las deficiencias y descordinaci¨®n de los esp¨ªas y polic¨ªas del pa¨ªs m¨¢s poderoso del planeta.
?Qu¨¦ fue lo que fall¨®? La informaci¨®n no, porque las 13 agencias civiles y militares hab¨ªan recogido suficientes datos como para prever o interpretar lo que pod¨ªa ocurrir. En mayo, cuatro meses antes de los atentados, un agente del FBI de Phoenix (Arizona) alert¨® que Al Qaeda podr¨ªa emplear a pilotos suicidas y pidi¨® una investigaci¨®n sobre los hombres de Oriente Pr¨®ximo que aprend¨ªan a pilotar en escuelas americanas. Uno de ellos, Zacar¨ªas Moussaoui, fue detenido el 15 de agosto. Otro agente redact¨® una nota en la que dijo que Moussaoui 'es la clase de persona capaz de estrellar un avi¨®n contra las torres'.
?C¨®mo es posible que con estos indicios no se hiciera casi nada para evitar el ataque de Al Qaeda? 'El 90% de los fallos de inteligencia no est¨¢ en la recogida de informaci¨®n, sino en ordenarla bien', ha se?alado Thomas Badey a la BBC. Los servicios norteamericanos no supieron componer el puzzle en el que se ve¨ªa el atentado.
Y no lo hicieron pese a que contaban con numerosas piezas del juego. En diciembre de 2000 hab¨ªa sido detenido cerca de Washington un argelino al que le temblaron las manos cuando desembarc¨® de un transbordador en un coche cargado de explosivos con el que iba a volar el aeropuerto de Los ?ngeles la noche del milenio. El detenido colabor¨® y revel¨® que Bin Laden iba 'a lanzar ataques contra EE UU'. Adem¨¢s, estaban los atentados contra las embajadas norteamericanas en Kenia y Tanzania. Y la guinda de Moussaoui y sus hermanos que pilotaban sin inter¨¦s por las maniobras de aterrizaje.
Falt¨® coordinaci¨®n para ordenar las piezas y para intuir que algo muy grande se preparaba contra un territorio que los norteamericanos cre¨ªan inexpugnable. 'Pensamos que el ataque ser¨ªa contra EE UU, pero fuera del pa¨ªs', se?alan fuentes del FBI en Madrid.
Cuando se cumplen ocho meses del atentado, Moussaoui es el ¨²nico imputado por los atentados del 11-S. Las pistas de los m¨¢s de 30 detenidos en Alemania, Italia y Espa?a por sus relaciones con Al Qaeda son la ¨²ltima esperanza.
La red que dirig¨ªa Imad Barakat, el sirio que el juez Baltasar Garz¨®n liga al 11-S, estaba siendo investigada desde 1994; A Saber, el tunecino que pretend¨ªa volar la Embajada de EE UU en Roma, primer condenado de Al Qaeda en Europa, le segu¨ªa la polic¨ªa italiana desde hac¨ªa a?os; los alemanes escuchaban los latidos del comando Meliani desde 1998.
Varios expertos coinciden en un diagn¨®stico: a los servicios norteamericanos, que hasta carec¨ªan de agentes que hablaran past¨²n, les sobra tecnolog¨ªa y les falta trabajo de calle. El viejo perfil del polic¨ªa con cigarrillo y gabardina todav¨ªa resulta en Europa m¨¢s eficaz.
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