V. S. Naipaul recuerda a los conversos del islam en la Casa de Am¨¦rica
El premio Nobel lee en p¨²blico un fragmento de su libro 'Al l¨ªmite de la fe' en Madrid
Es viajero y escritor de la experiencia, de prosa viva y directa. As¨ª lo confirm¨® a viva voz ayer V. S. Naipaul (Trinidad, 1932), premio Nobel de Literatura, que ley¨® un cap¨ªtulo de su libro Al l¨ªmite de la fe (Debate) en la Casa de Am¨¦rica. El escritor, que visita Espa?a estos d¨ªas, ha firmado ejemplares de sus obras en librer¨ªas y ha conversado sobre el islam con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en Moncloa.
'Este libro es sobre los conversos, los conquistados por el islam', define Naipaul. Y un viaje al fondo del integrismo, narrado con estilo limpio, escrito desde el compromiso con la libertad, en esos lugares donde no existe. El escritor lo trajo ayer a Madrid y ley¨® un cap¨ªtulo titulado El martir, que describe su relaci¨®n con un veterano de la guerra entre Ir¨¢n e Irak a quien conoci¨® cuando ¨¦ste ten¨ªa 27 a?os y unos ojos con sangre inyectada pero apagados de emoci¨®n por el dolor silencioso de las heridas.
El autor fue presentado por la directora de la Casa de Am¨¦rica, Mar¨ªa Asunci¨®n Ansorena, y por el consejero delegado de Random House Mondadori en Espa?a, Juan Pascual. ?ste destac¨® de Naipaul que es uno de los escritores de fuerte compromiso moral que poco tiene que ver con un panorama de las letras blando. Pascual hizo autocr¨ªtica de quienes llevan las riendas del mercado editorial. 'En estos tiempos, hay que decirlo, ?por qu¨¦ no?, los editores nos dejamos seducir por los cantos de sirena y el talento literario tiene poco que ver con eso, depende de la integridad moral del escritor, que no debe ser vendido por un plato de lentejas'.
Prosa serena
Pascual asegur¨® que Naipaul posee 'una prosa serena y generosa, un pensamiento abierto y una sabidur¨ªa narrativa capaz de construir una cesta con mimbres dispersos'. Y a?adi¨®: 'Su libertad, responsabilidad y rigor alumbran las sombras de este mundo. Es un escritor necesario y libre que puede volverse para muchos ¨¢spero e inc¨®modo por empe?arse en no traicionar el sentido de las palabras'.
Y de ello dio prueba el Nobel. Se sent¨® en una silla, solo, frente a un aditorio atento, que le aplaudi¨® con ganas y sigui¨® su lectura en ingl¨¦s en silencio sepulcral, un tanto seducido por esa voz profunda, esot¨¦rica, que luce el escritor con un acento ingl¨¦s impecable que le hacen parecer una mezcla extra?a entre cham¨¢n y lord al que le cuesta extinguirse. Naipaul ha dejado estos d¨ªas sus juicios despreciativos hacia la cultura espa?ola -pese a ser admirador y traductor de El lazarillo pero de la que ha llegado a decir que 'no se salva ni Pio Baroja'- y sus pol¨¦micas defensas de prostitutas para firmar ejemplares en grandes almacenes y analizar el islam con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que le ha recibido en el Palacio de la Moncloa para escuchar sus controvertidas opiniones acerca de una forma de vida que el autor de India, El sanador m¨ªstico y Una casa para el se?or Biswas, domina. Adem¨¢s, Naipaul tiene previsto viajar estos d¨ªas por Espa?a de forma privada. Le gustar¨ªa desplazarse a Andaluc¨ªa y Salamanca pero el programa no es seguro.
Antes de empezar a leer el cap¨ªtulo de este Al l¨ªmite de la fe, su ¨²ltima obra publicada en Espa?a, el escritor puso en situaci¨®n a los oyentes sobre lo que iban a oir: 'No conozco las lenguas de los pa¨ªses que voy a visitar. Necesito traductores. A trav¨¦s de ellos, muchas veces consigo un retrato de las sociedades que visito', dijo. Y, a trav¨¦s de ellos conoce adem¨¢s personajes como los que pueblan este libro de viajes, relatos y ensayos sobre pa¨ªses convertidos al islam, pero no ¨¢rabes, como Indonesia, Paquist¨¢n, Ir¨¢n y Malaisia. Esa condici¨®n de conversos, seg¨²n Naipaul, 'les crea una neurosis'. Y esa neurosis da pie al escritor para hacer un an¨¢lisis crudo, duro y desnudo del mundo isl¨¢mico.
Babelia
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