La memoria de Mart¨ªn Gaite
Abre sus puertas el pabell¨®n dedicado a la escritora fallecida, que acoger¨¢ multitud de actos
La Feria del Libro ech¨® a andar ayer entre la calorina y la amenaza de nubes. Pero ¨¦stos no fueron obst¨¢culos para los primeros buscadores de libros, que merodearon entre las 385 casetas que serpentean por el Retiro. Fue d¨ªa de inauguraciones y primeros actos. As¨ª, qued¨® abierto ya para siempre con su nuevo nombre el Pabell¨®n Carmen Mart¨ªn Gaite, antiguo Pabell¨®n de Actividades Culturales. Ana Mart¨ªn Gaite, hermana de la escritora, trajo el recuerdo de la autora muerta hace dos a?os y que era asidua a la feria.
'Todos los a?os por estas fechas, Carmen cambiaba', dijo Ana, que trataba de mantenerse firme pero no pod¨ªa, muy tocada por la emoci¨®n. 'Se sent¨ªa m¨¢s alegre, m¨¢s feliz, era una ¨¦poca de fiesta, sal¨ªa, se compraba trajes y volv¨ªa a casa como cuando sacaba alg¨²n sobresaliente en Salamanca'. Este a?o ha regresado para quedarse en la vida de su nuevo espacio y tambi¨¦n a competir, porque la editorial Anagrama acaba de publicar Pido la palabra, un libro con sus conferencias. Y para dar testimonio de ello se acerc¨® a la feria Jorge Herralde, quien record¨® a la escritora como alguien 'que ven¨ªa a firmar de sol a sol'. El editor catal¨¢n est¨¢ muy orgulloso de haber recuperado estos escritos: 'Carmen no quer¨ªa publicarlos porque eran las charlas que sol¨ªa dar en aquellos sitios donde la llamaban, pero son fant¨¢sticas y muy variadas, los temas van desde el siglo XVIII hasta Celia'.
Fernando Valverde, presidente de la feria, tambi¨¦n tuvo un recuerdo emocionado para la autora de Nubosidad variable. 'Carmen era la sonrisa de la feria. No hab¨ªa manera de echarla', dijo. 'Representaba ver la alegr¨ªa de la Fiesta del Libro, con su boina y su cara de Caperucita traviesa'.
Fuera del pabell¨®n, el ambiente se poblaba de lectores mezclados con patinadores que infring¨ªan claramente el c¨®digo de la circulaci¨®n, algunos personajes disfrazados de mago de El se?or de los anillos, u hombres de cobre, como el que construye en su pantomima diaria Roberto de Frutos, actor de la calle, que lleva m¨¢s de seis a?os haciendo espect¨¢culo en el Retiro a golpe de sudor. 'Estos d¨ªas, con el sol que pega, puedo llegar a perder as¨ª vestido hasta cinco kilos'. De Frutos se quejaba de las escasas propinas. 'El euro echa a la gente para atr¨¢s, porque todav¨ªa no est¨¢n seguros de lo que dan'.
Es precisamente lo que no quieren los participantes en la feria, que ayer abr¨ªan con energ¨ªa las casetas deslumbrantes con sus nuevos colores: verde para librer¨ªas especializadas; azul para editoriales; amarillo para organismos e instituciones; naranja para librer¨ªas generales y gris p¨¢lido para lo que los organizadores han denominado caj¨®n de sastre.
Otra novedad: los toldos que se han instalado en las casetas para resguardar del sol de justicia a los compradores. Sean bienvenidas todas las comodidades para alentar las ventas, que son muy inferiores al n¨²mero de visitantes. 'El a?o pasado nos visitaron 2,5 millones de personas, pero de ¨¦stos s¨®lo compr¨® el 15%. Vamos a hacer todo lo posible para que se anime alguna parte del 85% restante', aseguraba Valverde.
Como cebo, est¨¢n los 450 autores que tienen previsto acercarse a firmar ejemplares estos d¨ªas, o los m¨¢s de 100 actos culturales previstos en los pabellones, con tertulias literarias diarias, o iniciativas como el Servicio de Orientaci¨®n de Lectura, al que se acercaban ayer ni?os de varias edades a participar en el concurso La respuesta est¨¢ en el sol, mediante el que se pretende animar a futuros adictos al libro. El premio es jugoso: un ordenador o un lote de libros.
Babelia
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