Fusi¨®n y candidato
El autor hace un repaso a la fusi¨®n de las plataformas digitales, la sucesi¨®n de Aznar al frente del PP y la huelga general
Escribo este art¨ªculo tras leer toda clase de reacciones -m¨¢s o menos apasionadas- y art¨ªculos -siempre respetables y enriquecedores- al acuerdo entre Sogecable y Telef¨®nica para fusionar el Canal Sat¨¦lite Digital y V¨ªa Digital en una sola plataforma donde el control gerencial directo -nombrar al consejero delegado- y el accionarial -se mantiene el acuerdo de socios entre Canal Plus Francia (Vivendi) y PRISA- pertenecer¨ªa al primero. Parece obvio que este acuerdo tiene un ganador claro, el presidente del Grupo PRISA, que, tras diversos intentos anteriores, ha conseguido -si el acuerdo se materializa tras obtener la luz verde de las autoridades europeas y organismos competentes espa?oles- un control importante sobre la televisi¨®n de pago en Espa?a.
Me gustar¨ªa que Aznar pensase en cambiar los miembros m¨¢s gastados del Gobierno
Digo importante y no total, pues estimo que el imparable avance tecnol¨®gico podr¨ªa, a corto o medio plazo, ofrecer grandes sorpresas en este campo, al mismo tiempo que nada impide que otro operador pueda ofrecer servicios m¨¢s atractivos y baratos si tiene los medios y el coraje para hacerlo. En un largo art¨ªculo publicado en El Mundo, Casimiro Garc¨ªa Abadillo hac¨ªa un an¨¢lisis impecable de la dif¨ªcil situaci¨®n actual de Telef¨®nica, que no puede soportar en su cuenta de resultados la sangr¨ªa de Terra Lycos y las enormes p¨¦rdidas de V¨ªa Digital simult¨¢neas a las repercusiones de la crisis de Argentina. Destacaba que la cotizaci¨®n actual de Telef¨®nica la hace enormemente vulnerable ante cualquier operaci¨®n hostil de los gigantes mundiales de las telecomunicaciones.
Comprendo la dif¨ªcil situaci¨®n del presidente de Telef¨®nica, con unos resultados trimestrales pobr¨ªsimos, que habr¨¢ explicado a su Consejo de Administraci¨®n las razones del acuerdo de fusi¨®n y que tal vez no era la mejor, sino la ¨²nica de las posibles soluciones para suprimir las p¨¦rdidas crecientes de V¨ªa Digital. Ante las mil lucubraciones posibles, conviene recordar que la primera y fundamental obligaci¨®n de un presidente es defender los intereses de sus accionistas, y eso pasa por intentar conseguir una cuenta de resultados razonable, para lo que se necesita un control implacable de los gastos, que parece no existir.
Puestos a examinar con luz y taqu¨ªgrafos esta operaci¨®n, convendr¨ªa explicar a los accionistas de Telef¨®nica por qu¨¦ el anterior presidente de la misma embarc¨® a la sociedad en la creaci¨®n ex novo de un grupo medi¨¢tico por indicaci¨®n de algunos pol¨ªticos que creyeron que ponerlo en marcha depend¨ªa s¨®lo de su voluntad y de disponer de importantes medios financieros, olvidando, a mi juicio, el imprescindible estudio de viabilidad econ¨®mica del proyecto, la necesidad de un equipo directivo homog¨¦neo (no basta -los hechos lo han demostrado- la suma aritm¨¦tica de brillantes profesionales individuales) y sobre todo la reacci¨®n final de los consumidores (espectadores, oyentes y abonados), mucho m¨¢s selectivos de lo que pensamos. Ah¨ª est¨¢n las p¨¦rdidas actuales de Admira como demostraci¨®n de lo que no se debe hacer.
Si, como se afirma, la relaci¨®n de C¨¦sar Alierta con Rodrigo Rato es muy fluida y adem¨¢s el presidente de Telef¨®nica inform¨® previamente al presidente del Gobierno del acuerdo, ahora debemos esperar que funcionen impecablemente los ¨®rganos de Defensa de la Competencia, europeos y espa?oles, para garantizar a los consumidores espa?oles que lo deseen una TV de pago plural y a un coste razonable.
Me pregunto, como otros muchos ciudadanos, si en estos momentos y en el pr¨®ximo futuro la decisi¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar de no presentarse a la reelecci¨®n y no abordar el nombramiento del candidato del PP hasta el oto?o del 2003 no empieza a crear fuertes tensiones en el Partido Popular, no s¨®lo entre los pocos candidatos con posibilidades reales de sucederle, sino entre los equipos de ¨¦stos y en los cargos electos, muchos nerviosos por no saber qui¨¦n mandar¨¢.
Es curioso comprobar el equilibrio final que Pedro J. Ram¨ªrez -al que se supone una magn¨ªfica informaci¨®n- realiz¨® en su art¨ªculo-an¨¢lisis de los tres vicesecretarios generales y principales candidatos con el h¨¢bil hallazgo de Rato-candidato, Rajoy-favorito y Mayor-apuesta cuando en el texto se decantaba claramente por Rodrigo Rato, del que ahora sugiere o sospecha que ha autorizado el acuerdo CSD-VD para conseguir el apoyo o al menos la neutralidad del Grupo PRISA durante la nominaci¨®n del candidato y como eventual blindaje ante presuntas futuras revelaciones de operaciones financieras y cr¨¦ditos, familiares y personales, poco explicables.
Tengo la impresi¨®n de que en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas y municipales se podr¨ªan producir escenarios que podr¨ªan dificultar la propuesta, a mi juicio decisiva, que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar har¨¢ en su d¨ªa al Comit¨¦ Ejecutivo del PP y posteriormente a la junta directiva que decidir¨¢ el candidato. La posici¨®n de Jaime Mayor Oreja, cada d¨ªa m¨¢s s¨®lida entre los votantes como muestran todas las encuestas, y su seriedad y capacidad de comunicaci¨®n, ?tienen el apoyo sincero de la sede nacional en G¨¦nova del PP? ?Qu¨¦ pasar¨ªa, por ejemplo, si Alberto Ruiz-Gallard¨®n obtuviese una victoria espectacular en la Comunidad de Madrid? ?Podr¨ªa tener la tentaci¨®n, y los apoyos, de no esperar a ser el sucesor del sucesor? He escuchado a varias personas nada sospechosas comentarios poco favorables para la actuaci¨®n y filtraciones de G¨¦nova.
Creo que el balance pol¨ªtico de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar hasta hoy es, seg¨²n mi criterio, francamente favorable y que ha conseguido implantar una fuerte autoridad y coherencia -cuesti¨®n nada f¨¢cil- en el centro-derecha espa?ol. Es persona de convicciones y probablemente no variar¨¢ un ¨¢pice el calendario que tenga decidido, pero, en mi opini¨®n de espectador, no deber¨ªa pensar que la relativa debilidad actual de la oposici¨®n socialista -cada d¨ªa ser¨¢ m¨¢s s¨®lida- y de los sindicatos -me parecen fuera de lugar la convocatoria de una huelga general en estos momentos y las razones en que la fundamentan, por lo que estimo que el seguimiento de la misma ser¨¢ modesto- garantiza a cualquier sucesor una c¨®moda victoria electoral.
Me parece que seis a?os de presidente de Gobierno son una experiencia formidable y que la informaci¨®n de que dispone es infinitamente mayor que la de los analistas y, desde luego, que la de este empresario, pero me gustar¨ªa que pensase en la posibilidad, para afrontar los problemas importantes de los pr¨®ximos dos a?os de legislatura, de introducir cambios en los miembros m¨¢s gastados del equipo gubernamental y en la actitud de algunos de sus colaboradores, pues la Espa?a del a?o 2002 tiene poco o casi nada que ver con los actuales EE UU de Bush, dejando aparte la l¨®gica coincidencia en la lucha contra el terrorismo internacional.
Jos¨¦ Antonio Segurado es empresario.
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