Forma de la reforma

Gobierno y oposici¨®n se intercambiaron ayer los reproches de rigor en relaci¨®n al decreto sobre reforma del desempleo, convalidado con los votos del PP. Los aliados fijos discontinuos del Gobierno, CiU y Coalici¨®n Canaria, le dejaron solo, no tanto por desacuerdo con los contenidos de la reforma como por la forma de plantearla. El desarrollo del debate m¨¢s bien convalid¨® las razones de la oposici¨®n.

El principal reproche es haber roto sin motivo aparente una din¨¢mica de di¨¢logo social que se hab¨ªa revelado eficaz para garantizar la ausencia de conflictividad laboral y una moderaci¨®n salarial que ha favorecido el crecimiento sin inflaci¨®n de los ¨²ltimos a?os. El Gobierno invoc¨® ese crecimiento y el fuerte descenso del paro como argumento contra la huelga general. Sin embargo, esos datos m¨¢s bien ser¨ªan un aval en favor de no introducir grandes cambios y, en todo caso, hacerlo de manera consensuada y gradual.

Los aliados habituales acusaron al Gobierno de no haber dado oportunidad a ese consenso. No intent¨® pactar el contenido de las reformas con los sindicatos, pero tampoco con los grupos parlamentarios afines, como hab¨ªa hecho el PP en anteriores ocasiones, seg¨²n el portavoz convergente. Aznar agrav¨® la cosa con el recurso al decreto-ley, que requiere, seg¨²n la Constituci¨®n, motivos de 'extraordinaria y urgente necesidad', cuando, al mismo tiempo, desautorizaba la respuesta sindical con el argumento de que no hab¨ªa recortes de derechos, sino meros ajustes t¨¦cnicos.

Hay ambas cosas, seg¨²n puso de relieve el debate de ayer. Podr¨¢ argumentarse que la supresi¨®n de los salarios de tramitaci¨®n tiene ventajas en alg¨²n aspecto, pero no negar que supone un abaratamiento del desp¨¬do. Y lo mismo respecto a la paulatina extinci¨®n del PER, la eliminaci¨®n del paro de una parte de los trabajadores fijos discontinuos en los meses en que no trabajen o los derechos de los prejubilados mayores de 52 a?os. Algunas de las reformas frente a efectos disfuncionales del sistema pueden ser defendibles; pero suponen recortes, lo que implica negociar contrapartidas, sobre todo cuando hay super¨¢vit y se sostiene que el objetivo no es reducir el gasto total.

Frente a las cr¨ªticas de la oposici¨®n, el Gobierno volvi¨® a sacar los recortes en materia laboral aprobados por gobiernos socialistas. En v¨ªsperas de las ¨²ltimas elecciones legislativas, Fernando Su¨¢rez, antiguo dirigente del PP, reproch¨® a la c¨²pula de su partido su 'hipocres¨ªa' por acusar al PSOE de recortar las pensiones cuando ellos 'quer¨ªan ir mucho m¨¢s lejos en los recortes'. El juicio ser¨ªa aplicable tal cual a la sesi¨®n de ayer en el Congreso.