?La ¨²ltima crisis de Fiat?
El m¨ªtico grupo turin¨¦s podr¨ªa verse obligado a ceder su filial de autom¨®vil a General Motors para salir del bache
La salud del legendario grupo Fiat y la de su patriarca, Gianni Agnelli, corren parejas y no son nada halag¨¹e?as. La dimisi¨®n del consejero delegado del conglomerado turin¨¦s ha disparado todas las alarmas. Fiat Auto, que en tres a?os ha consumido 3.000 millones de euros de patrimonio y ha perdido 429 millones en el primer trimestre, resulta un problema dif¨ªcil de superar. Su venta a General Motors se perfila como la medicina heroica para salvar al gigante.
La venta de los coches, sumada a las de Magnetti Marelli, Teksid, Comau y Powertrain, aliviar¨ªa buena parte de su endeudamiento
Banca y Gobierno italianos est¨¢n lanzando salvavidas al grupo turin¨¦s, pero le exigen dr¨¢sticos cambios en su estructura y direcci¨®n
Los dos ¨²ltimos modelos de la firma Lancia, parte del Grupo Fiat, fueron presentados hace un par de semanas en el deslumbrante palacete de Stupinigi, a las afueras de la capital piamontesa. Una elecci¨®n a lo grande, en consonancia con la tradici¨®n de la casa de Tur¨ªn, que en este caso pretend¨ªa adem¨¢s, casi inconscientemente, demostrar a periodistas y clientes que tiene potencial para salir del t¨²nel en el que se encuentra desde hace varios a?os.
L¨¢stima que unos d¨ªas despu¨¦s la sede del Lingotto volviera a sorprender a todos con un anuncio sorpresa: la dimisi¨®n del consejero delegado del grupo desde finales de 1994, el ingeniero Paolo Cantarella. Un cese inquietante, porque ha vuelto a desatar las especulaciones sobre una posible p¨¦rdida de control de la familia Agnelli en el grupo, a favor de los bancos acreedores. Sea quien sea la persona que sustituya a Cantarella (provisionalmente, el presidente Paolo Fresco ha asumido el cargo), su ca¨ªda demuestra que la crisis de Fiat no ha tocado a¨²n fondo.
Un pozo sin fondo
Las p¨¦rdidas de la filial de autom¨®viles son demasiado grandes, sin que se vea a medio plazo un horizonte m¨¢s depejado. Entre el 31 de marzo de 1999 y el 31 de marzo de 2002, es decir, en los ¨²ltimos 36 meses de ejercicio, Fiat Auto ha consumido 3.000 millones de euros de patrimonio y, a tenor de los resultados del primer trimestre de 2002, que arrojaron p¨¦rdidas de 429 millones de euros, sin contar intereses pasivos, no se puede decir que las perspectivas de futuro sean buenas.
La situaci¨®n coincide adem¨¢s con un momento delicado para la familia Agnelli, la dinast¨ªa fundadora de Fiat, cuyo patriarca, Gianni Agnelli, se enfrenta a graves problemas de salud al filo de los 82 a?os. Ante un panorama tan negro, son muchos los analistas internacionales que se preguntan si Fiat, que ha convivido con dictaduras y Gobiernos de izquierda, que ha superado baches econ¨®micos y guerras de poder devastadoras, no se encuentra realmente ante la ¨²ltima crisis. Una crisis s¨®lo superable, seg¨²n numerosos analistas, con medidas de dolorosa cirug¨ªa.
Los analistas burs¨¢tiles sostienen sin titubeos que el grupo ser¨ªa inmediatamente rentable, y aumentar¨ªa su valor de capitalizaci¨®n, con una primera iniciativa: la venta de Fiat Auto a la norteamericana General Motors, que posee ya, desde 2000, el 20% del negocio, y con la que existe una opci¨®n de venta total a partir de 2004. 'Ser¨ªa m¨¢s inteligente abandonar en este momento el mercado del autom¨®vil, en lugar de seguir quemando recursos, y arriesgarse a tener que venderla ma?ana en peores condiciones', sostiene Alessandro Peniti en Il Corriere della Sera. Una tesis que comparten otros expertos en Bolsa, convencidos de que algunas empresas del grupo, como Fiat Avio (sector aviaci¨®n), seguros y otros negocios, se han visto penalizados en los mercados burs¨¢tiles por la p¨¦sima actuaci¨®n de la filial de autom¨®viles, que todav¨ªa hoy representa el 42% del total de ventas del grupo.
Peniti reconoce que en la situaci¨®n actual, GM no pagar¨ªa por el 80% de Fiat Auto un precio equivalente al que pag¨® en 2000 por el 20% de las acciones. Entonces, el gigante americano valoraba el negocio total en 12.000 millones de euros. Hoy, seg¨²n el analista, no ser¨ªa razonable desembolsar m¨¢s de 6.000 millones de euros por el restante 80% de la sociedad. Pero se trata de una suma preciosa que la casa de Tur¨ªn podr¨ªa unir al dinero recabado con la venta de Magnetti Marelli, Teksid, Comau y Powertrain. Ventas que dejar¨ªan en manos del grupo 14.500 millones de euros. Buena parte de la deuda pasiva del grupo, la que procede de los pr¨¦stamos generosos ofrecidos a los compradores, pasar¨ªan as¨ª a la GM, que, seg¨²n fuentes americanas, estar¨ªa dispuesta a hacer una oferta de compra ya, antes de que las condiciones de Fiat Auto se deterioren todav¨ªa m¨¢s. Una posibilidad que choca, sin embargo, con la determinaci¨®n de seguir en el negocio del autom¨®vil de Gianni Agnelli, reci¨¦n llegado de Nueva York, despu¨¦s de someterse durante un mes a una terapia intensiva contra el c¨¢ncer que padece. A los 82 a?os de edad, enfermo y agotado, el patriarca sigue manejando las riendas de la sociedad fundada por su abuelo. Su nombre sigue siendo el m¨¢s respetado, y sus palabras, las ¨²nicas con verdadero peso en la sociedad. Umberto Agnelli, hermano menor del Avvocato, ha sido menos tajante que el patriarca al se?alar que alg¨²n d¨ªa el 30% de las acciones que posee la familia en el grupo Fiat podr¨ªa no ser 'estrat¨¦gico'. Dicho en otras palabras, que la familia podr¨ªa deshacerse pronto de la cuota en el grupo y centrarse en otros negocios m¨¢s lucrativos que ya tiene en marcha.
Aun as¨ª, las decisiones de las ¨²ltimas semanas parecen avalar la tesis de que el patriarca Agnelli no ceder¨¢ el autom¨®vil mientras viva. Y eso, pese a los sucesivos fracasos. Seis meses despu¨¦s del 'tratamiento' adoptado por la c¨²pula del grupo para curar al 'enfermo' Fiat Auto, con cambios en la direcci¨®n y una reestructuraci¨®n en cuatro unidades diferentes, las alarmas se han vuelto a encender, obligando a un nuevo replanteamiento de la situaci¨®n para evitar peligrosas especulaciones en los mercados burs¨¢tiles. Con el agua al cuello, y ante el creciente temor de que las agencias de rating degradaran su deuda, d¨¢ndole el valor de los bonos basura, el grupo turin¨¦s se ha visto obligado a anunciar la salida a Bolsa de Ferrari, una de sus m¨¢s preciadas joyas, y a llamar a la puerta de los bancos, comenzando por sus principales acreedores.
El gobernador de la Banca de Italia, Antonio Fazio, se ha movido inmediatamente para favorecer la operaci¨®n de salvamento del grupo, lastrado en estos momentos con una deuda neta de 6.600 millones de euros y una deuda pasiva que supera los 35.000 millones de euros. Los tres mayores acreedores de Fiat, Banca di Roma, San Paolo-IMI y Banca IntesaBCI, han aceptado reestructurar la deuda del grupo y asumir el 51% del cr¨¦dito al consumo de Fiat Auto, lo que representa liberar a la casa de Tur¨ªn de la molesta carga de 8.000 millones de euros de cr¨¦ditos ventajosos a sus propios clientes sin tener que renunciar a la gesti¨®n comercial de la misma.
Trato de favor
Por si esto fuera poco, los tres institutos bancarios (a los que podr¨ªan sumarse otros institutos italianos y extranjeros) han acordado comprar un paquete de acciones de la Edison, la empresa el¨¦ctrica controlada por Fiat y el grupo franc¨¦s EdF, dejando al grupo turin¨¦s la posibilidad de volver a adquirirlo, lo que ha sido interpretado como un pr¨¦stamo m¨¢s de los tres grandes bancos. La junta de accionistas de Italenerg¨ªa acaba de aprobar los cambios. Fiat se deshace de entre un 14% y un 15% de las acciones que pose¨ªa (38,6%) a favor de los bancos. Con una ventaja a?adida, la posibilidad de volver a adquirir el paquete accionario en el futuro.
El trato de favor est¨¢ m¨¢s que justificado en el caso de Banca di Roma y San Paolo-IMI porque su deudor, a trav¨¦s de Fiat y de Ifil (una de las financieras de los Agnelli), es socio y destacado accionista al mismo tiempo. Pero los bancos han impuesto finalmente sus condiciones. La sustituci¨®n de Paolo Cantarella, de 58 a?os, un 'hombre de Fiat', por un experto en cuestiones financieras, que controle de cerca la marcha de los negocios, con la mirada puesta en las cuentas de resultados y no en las l¨ªneas de dise?o.
El Gobierno italiano se apresta tambi¨¦n a correr en ayuda de la Fiat. Las f¨®rmulas que se barajan son dos: contribuir a la recuperaci¨®n de ventas con subvenciones a los veh¨ªculos ecol¨®gicos y ayudar a la pol¨ªtica de despidos anunciada por el grupo, ampliando la cobertura de paro a las peque?as y medias empresas que viven de Fiat Auto en toda la regi¨®n de Piamonte y que podr¨ªan verse obligadas a despedir a m¨¢s de 12.000 trabajadores a causa de las reducciones de producci¨®n que se adopten en Tur¨ªn.
Fiat se ha comprometido a reducir a la mitad la deuda neta en el presente ejercicio y a taponar de aqu¨ª a 2003 la hemorragia de Fiat Auto, que amenaza con desangrar al grupo. Deudores, accionistas y Gobierno est¨¢n obligados a confiar en la promesa y el grupo turin¨¦s deber¨¢ mantenerla. De lo contrario, los pr¨¦stamos bancarios ser¨¢n convertidos en acciones del grupo, diluyendo as¨ª la propiedad de los Agnelli y dejando en manos de los institutos el control del imperio. En esas circunstancias, quiz¨¢s, la venta a General Motors ser¨ªa menos traum¨¢tica para la dinast¨ªa piamontesa.
Bastante m¨¢s que autom¨®viles
Hace a?os que la familia Agnelli se prepara para el amargo trago de ceder el autom¨®vil. Fiat Auto representa todav¨ªa la parte fundamental del negocio del grupo, y ¨¦ste sigue estrechamente ligado a la industria de automoci¨®n, pero los ¨²ltimos pasos del grupo Fiat, y de los Agnelli, a trav¨¦s de las financieras familiares (Ifi e Ifil), apuntan a una diversificaci¨®n cada vez mayor de las inversiones. El grupo Fiat es un holding que integra aseguradoras, f¨¢brica de tractores y de construcci¨®n, de automoci¨®n, energ¨ªa (Italenerg¨ªa) inform¨¢tica (Business Solutions), editoras (Itedi, que edita el diario La Stampa y, a trav¨¦s de Hdp, participa en la gesti¨®n de la Rizzoli, que publica Il Corriere dela Sera), adem¨¢s de una importante presencia en institutos bancarios. La familia, a trav¨¦s de las dos financieras, ha ampliado su presencia a negocios que abarcan ya desde el agua mineral a las instalaciones tur¨ªsticas del Club Mediterran¨¦e, la hosteler¨ªa, pasando por productos alimentarios y grandes almacenes.
La evoluci¨®n de la ciudad de Tur¨ªn, ligada hist¨®ricamente a la Fiat, es un ejemplo elocuente de la p¨¦rdida de protagonismo del autom¨®vil en todo el negocio de la familia. Los ¨²ltimos 20 a?os han sido testigos de una reducci¨®n progresiva de la presencia de Fiat. Si a principios de los a?os ochenta el grupo automovil¨ªstico empleaba a 130.000 personas s¨®lo en el ¨¢rea de la capital, la cifra, en 1995, era de 35.000 trabajadores. Por primera vez desde la fundaci¨®n de Fiat, la provincia de Tur¨ªn se encontr¨® con m¨¢s empleados en el sector terciario que en la industria en 1984, mientras descend¨ªa sin pausa el n¨²mero de veh¨ªculos salidos de los establecimientos Fiat.
La producci¨®n de Mirafiori, ¨²nica f¨¢brica del grupo que sigue activa en la ciudad, ha disminuido vertiginosamente. De los 507.531 veh¨ªculos producidos en 1997 se ha pasado a los 323.793 del 2001 y todo apunta a nuevos m¨ªnimos para el a?o pr¨®ximo. Tur¨ªn afronta una transformaci¨®n decisiva para la supervivencia de la ciudad, un destino, a fin de cuentas, paralelo al de Fiat.
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