El llanto de Seaman

Ser¨ªa aconsejable que Seaman anunciara su retiro de la selecci¨®n inglesa porque, si no, se lo anunciar¨¢ el entrenador. El portero ingl¨¦s, que, por edad, podr¨ªa ser el padre de dos o tres de los jugadores con los que estuvo ayer en el campo, fue el responsable del gol de la victoria brasile?a. Hace diez a?os, cuando ten¨ªa 28, lo m¨¢s probable es que no le hubieran hecho un gol as¨ª. Pero lo que qued¨® en evidencia fue que a Seaman, una versi¨®n un poco menos caricaturesca del rechoncho Chilavert, le falta elasticidad: se le han oxidado los muelles en los pies, los tobillos y las rodillas.

Su reacci¨®n al enterarse, demasiado tarde, de que el medio centro, medio disparo, de Ronaldinho iba a entrar en la porter¨ªa fue casi inexistente. Por la sencilla raz¨®n de que no exist¨ªa en su venerable cuerpo la posibilidad de reacci¨®n. Dio lo que se podr¨ªa llamar, con mucha generosidad, un peque?o salto, por mantener las formas, y alz¨® la mano, pero no en un intento serio de alcanzar el bal¨®n, sino, m¨¢s bien, para decirle adi¨®s.

Sab¨ªa que s¨ª hab¨ªa sido su culpa el gol y que hab¨ªa sido su despedida del f¨²tbol internacional

Fue, como se descubrir¨ªa nada m¨¢s finalizar el partido, un momento de profunda tristeza para el viejo portero, que pidi¨® 'perd¨®n' a los aficionados ingleses. El momento en que comprendi¨® que ya no da m¨¢s de s¨ª, que no puede seguir compitiendo a este nivel. Al pitar el ¨¢rbitro el final, se descompuso. Sus compa?eros, uno tras otro, empezando por Beckham, que hab¨ªa tenido su cuota de responsabilidad en el primer gol, hicieron cola para consolarle. Beck-ham le dijo algo parecido a lo que coment¨® despu¨¦s a la prensa, que ser¨ªa 'una verg¨¹enza' que se le echara la culpa a Seaman por el segundo gol. Pero no hab¨ªa forma. Lloraba y lloraba. Porque Seaman sab¨ªa que s¨ª hab¨ªa sido su culpa aquel gol y tambi¨¦n que hab¨ªa sido su despedida del f¨²tbol internacional y que el recuerdo del tanto se le quedar¨ªa grabado, como una herida que nunca se cerrar¨ªa del todo, por el resto de su vida.

Ha jugado 70 veces para la selecci¨®n, ha ganado cantidad de trofeos con el Arsenal, pero en el momento de la verdad, en uno de los partidos m¨¢s importantes de su vida, Seaman hab¨ªa fracasado.

O quiz¨¢ fue el entrenador, Sven-Goran Eriksson, el que fracas¨® al ponerle de titular. Si el sueco ha roto, en muchos sentidos, con el pasado ingl¨¦s, ha mantenido la antigua tradici¨®n de jugar con porteros de avanzada edad. En el ultimo Mundial, un Seaman menos viejo tambi¨¦n fue titular. En el anterior fue Shilton, con 40 a?os. Antes de ¨¦l, Clemence, que tambi¨¦n hab¨ªa superado los treinta y tantos. Una particular filosof¨ªa que establece que para los porteros, mejor una cabeza fr¨ªa que un cuerpo caliente; mejor un veterano con experiencia, sin hacer demasiadas tonter¨ªas, que un joven de paradas brillantes, pero no del todo fiable en los balones a¨¦reos.

Menos ayer.