Unos rezan, pero otros no
Los jugadores integristas de Turqu¨ªa, dirigidos por Sukur, imponen sus normas en la selecci¨®n
Aunque el 98% de los 66 millones de habitantes de Turqu¨ªa son musulmanes, la rep¨²blica turca es un Estado oficialmente laico. Esta realidad, sin embargo, no se refleja en la selecci¨®n, donde una mayor¨ªa de jugadores musulmanes integristas han impuesto las pr¨¢cticas religiosas y la oraci¨®n en la vida cotidiana del equipo durante su estancia en extremo oriente. Tambi¨¦n sus costumbres.
El efecto m¨¢s vistoso ha sido la prohibici¨®n a las mujeres de los futbolistas de pasar la noche en el mismo hotel que sus maridos. Las esposas y compa?eras llegaron a Jap¨®n autorizadas por los responsables de la federaci¨®n turca. Sin embargo, cuando fueron a alojarse en el hotel de la concentraci¨®n, en Urawa, se encontraron con la oposici¨®n de 13 de los 23 futbolistas, que, liderados por el goleador que no golea, Hakan Sukur, invocaron los preceptos mahometanos. La decisi¨®n final le correspondi¨® al seleccionador, Senol Gunes, que zanj¨® a favor de los integristas, para enfado de los laicos, sobre todo Davala, el autor del gol a Jap¨®n, y Basturk, el cerebro del Bayer Leverkusen.
Lo m¨¢s vistoso ha sido la prohibici¨®n a las mujeres de dormir en el mismo hotel que sus maridos
No fue la primera vez que Sunes se inclin¨® a los deseos de Sukur, el ¨ªdolo, capit¨¢n y jefe en la sombra. Todo comenz¨®, seg¨²n el diario Milliyet, de Estambul, cuando el equipo lleg¨® a la concentraci¨®n de Hong Kong. Un grupo de jugadores, liderados por Sukur, quiso organizar la oraci¨®n del viernes. Gunes no estaba muy por la labor, pero les permiti¨® hacerlo en un sal¨®n del hotel. La soluci¨®n no convenci¨® a los practicantes, que lograron, presionando a la Federaci¨®n, un permiso para acudir a la mezquita de Hong Kong a orar. Sin embargo, algunos no rezaron y all¨ª empezaron los problemas: el grupo ya se dividi¨® entre los que rezan y los que no.
Los turcos viajaron despu¨¦s a Corea del Sur y se concentraron en Ulsan, donde no hay mezquita, ni tampoco imam que dirija la oraci¨®n. Frente a la soluci¨®n conciliadora de Gunes de que uno de los jugadores asumiera esa funci¨®n, Sukur y los suyos se mostraron intransigentes, aumentando la divisi¨®n interna, y exigieron, y lograron, que les fuera enviado un imam desde Se¨²l. Y unos rezaron y otros no, para su desgracia.
Durante la concentraci¨®n previa al Mundial, a Gunes le sobraban cuatro jugadores. Entre los futbolistas que descart¨®, hab¨ªa algunos como Tayfun (ex de la Real Sociedad) y Serhat, dos, precisamente, de los que no rezaron en Hong Kong. Y seg¨²n dicen los que all¨ª estaban, Sukur y Emre, el otro l¨ªder de los integristas, no se callaron exigiendo su no selecci¨®n. Tambi¨¦n se dice que Sukur pidi¨® en vano el descarte de Ilhan Mansiz, quien, precisamente, se convirti¨® en uno de los h¨¦roes al marcar el gol de oro contra Senegal en cuartos.
Sukur, que juega en el Parma, de Italia, lleg¨® a Jap¨®n y Corea como uno de los m¨¢ximos goleadores, pero no ha marcado ning¨²n gol en el Mundial. Pese a eso, sigue siendo intocable, como ya se vio en el partido inaugural, cuando la primera derrota ante Brasil. Sukur, que no dio ni una a derechas, logr¨® no ser reemplazado (de hecho ha jugado 600 minutos en los cseis partidos jugados por Turqu¨ªa), pero el mejor del equipo, Basturk, otro de los que no rezaron en Hong Kong, fue sustituido.
Lo ir¨®nico es que el caso turco demuestra que la tan cacareada necesidad de unidad y de buen ambiente entre los jugadores no s¨®lo no garantiza unas buenas prestaciones sobre el terreno de juego, sino que su falta, o sea, el mal rollo, la divisi¨®n al 50%, ha conducido a Turqu¨ªa hacia el mejor torneo futbol¨ªstico de su historia. Y eso que Sukur no ha metido ni un gol.
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